Perros y gatos también votan en la campaña de Carmena y Errejón
Manuel Carmena se ocupa de Gorrilla de vez en cuando, cuando su hijo se lo coloca de okupa; otras veces le toca cuidar del podenco Peque (Pequetón), otro chucho de su hija, que vive al lado. Ella asegura que no les da “ni empanadillas ni magdalenas a sus espaldas”. Se declara fan de los animales y nos cuenta que en su casa de pequeña sí que hubo mascotas. Y lo que tiene claro su yerno Rómulo es que los cuida con mimo. Gorrilla fue recogido en Cádiz y Peque en Huelva.
Iñigo Errejón no puede ahora cuidar ninguna mascota, y lo que ha tenido de joven es “un galápago”. “Luego, mi padre tenía gatas y sí, me gustan”, nos explica antes de subir al escenario. Quizá por eso hoy han montado un acto de campaña con los animales y sus dueños, con los defensores de los bichos en esta sociedad, donde el maltrato al mundo animal sigue siendo una realidad y se ha convertido en simplista bandera política. Por eso han anunciado desde la Plaza de Oriente, poco antes de marchar al local Medias Puri para un acto con la comunidad LGTBI para el que ya no hay entradas, la creación de una Concejalía de Protección Animal y una Ley Integral contra el Maltrato a los Animales, como insistió Errejón. Aunque en realidad ya había sido Dani Rovira quien lo había adelantado antes de empezar el acto, al que ha acudido con su perro y con su colega Fernando Tejero a apoyar a Clara Ramas y Amanda Romero, absolutamente comprometidas con el bienestar animal.
Tejero ha dejado en su casa a sus tres perros, una westy recogida de El Refugio y dos cruces de pomerano. Son muy conscientes de que en Madrid se abandonan 4.000 perros al año, por ejemplo, como luego han recordado en el acto, lleno a pesar de viento, las gotas y las gramíneas que exacerbaban la alergia de Errejón.
Entre ladridos aislados de las mascotas que han acudido con sus dueños, resalta ese papel protector con el que Errejón abraza a Carmena en los carteles. Una campaña distinta en la que se busca la calidez y la cooperación como alternativa política a la crispación y la descalificación tan cansina que los políticos adoptan en esta campaña eterna en la que vivimos. La empatía como idea fuerza, tanto en eslogan como en imágenes. Al fundador de Podemos se le nota feliz de poder por fin llevar a cabo esas maneras políticas que tanto ha defendido, convencido de que “si el CIS ha sido el que más ha acertado en las generales, habrá que hacerle caso”. Sin embargo, a la alcaldesa le basta tomar la palabra con la fuerza arrolladora que la caracteriza para evidenciar quién protege a quién: “Todos los seres humanos son más felices si no son crueles. La crueldad rompe la empatía. Hay que educar a los niños para que no sean crueles. Queremos que haya un concejal de Protección Animal. Ya sabemos que los animales no votan, pero vamos por el buen camino”, dice mientras los asistentes se la comen a aplausos por la confianza con que pronuncia cada palabra.
A Juan que ha llegado con su perra Ella –“como Ella Fitzgerald”- y que antes de comenzar aseguraba que había venido a ver si salía de dudas con su voto. Quiere poder tener acceso a edificios institucionales y una legislación más ambiciosa con la protección de los animales, y los candidatos le han resuelto sus inquietudes. Pero sobre todo, han sido capaces de envolverle con buen rollo.
Carlos venía con su perrillo: “Vivo en un apartamento y no me da para tener más mascotas”. Porque es un defensor de los animales “y de Carmena y su tarea de Gobierno”, explica. “La voté y volveré a votarla. Y ahora, con lo de la creación de una concejalía para los animales, más aún”.
Lo cierto es que a las seis de la tarde, las sillas estaban todas ocupadas, la gente de pie y los perros ladraban de vez en cuando, como si fueran capaces de entender lo que la candidata por Móstoles afirmaba: “Hoy nosotros también ladramos”. Mientras Marchesi, candidato a las Europeas de Equo, invocaba el espirítu de Gandhi recordando que el líder pacifista predicaba que a una sociedad se la reconoce por el trato a sus animales y pedía opciones de menú vegetariano en los colegios, Sara Vicente (Móstoles) rogaba por la creación de una patrulla contra el maltrato animal.
Amanda Romero, futura concejala de Protección Animal, comprometida desde hace diez años trabajando con protectoras y experta en maltrato, es quien tendrá que definir ese enfoque de la nueva concejalía que tanto Carmena –“no hay otra ciudad que tenga una concejalía así”, aseguraba la alcaldesa- como Errejón han presentado con bastante buen ánimo. Tan optimista estaba la alcaldesa que cree que “después de haber escuchado los argumentos de los dueños de los circos, estoy segura de que cuando acabe la moratoria de un año sobre el empleo de animales (en la vida circense) se darán cuenta de que se pueden hacer cosas y espectáculos distintos e interesantes”. Se diría que la fe de Carmena no tiene límites.
El hecho es que hoy han lanzado propuestas concretas para la protección de animales. Además de la creación de la concejalía para estos temas, tampoco darán “ni un euro” a los espectáculos de tauromaquia que actualmente están subvencionados con dinero público, aunque Más Madrid propone una fiesta nacional en la que no se mate ni se hiera a los animales. Otra de las medidas que mejor acogida ha tenido entre los asistentes ha sido la de la pirotecnia silenciosa. Amanda Romero ha lanzado la idea, pues de sobra es conocido el efecto de los cohetes en los perros y otros animales, y también ha abogado por continuar con la apertura de albergues para pasar la noche con animales. “Hasta ahora hemos logrado uno, pero haremos más. Para eso tenemos que ganar”, avisaba Carmena.
El acto ha terminado a ritmo del chotis actualizado de Más Madrid, de Luis Farnox, con Carmena y Errejón con el consabido “necesitamos Más Madrid para respirar, para vivir”.