Nancy Pelosi aterriza en Taiwán en una visita histórica y arriesgada
El avión en el que viaja la presidenta de la Cámara de Representantes en su gira asiática ha tocado suelo taiwanés sobre las 22:40 (hora local). Por su parte, China envía aviones militares a la zona y aviva el conflicto.
Misterio resuelto. En los últimos días la llegada de Nancy Pelosi estaba siendo toda una incógnita porque no aparecía en su gira asiática pero finalmente el avión que la trasladaba, el SPAR19, ha aterrizado en suelo taiwanés minutos antes de las 23:00 (hora local). Una histórica visita ya que es la mayor autoridad de EEUU en visitar la isla en 25 años y también arriesgada porque el Gobierno chino la ha considerado como todo un desafío.
En todo momento, el punto de destino de su vuelo había permanecido en blanco desde que la alta funcionaria despegó de Kuala Lumpur a las 7:42 GMT. Sin embargo, desde Flightradar24 se ha monitorizado en todo momento la trayectoria del avión con máxima expectación ya que el seguimiento en directo ha superado los 58.000 espectadores.
Y no era para menos. La visita ha disparado las tensiones entre Washington y Pekín, que ha advertido de que responderá con contundencia a lo que considera una provocación por parte de Washington.
Nada más aterrizar, Pelosi ha querido rebajar la tensión y ha compartido en su perfil de Twitter un editorial publicada en The Washington Post donde ha asegurado que “en ningún momento contradice la política de una sola China” que mantiene EEUU y ha justificado su visita con que “no podemos quedarnos de brazos cruzados”. La presidenta del legislativo estadounidense, también que la visita “honra el compromiso inquebrantable de EEUU”.
En todo momento, la Casa Blanca ha recalcado que Pelosi tiene derecho a viajar Taiwán. Además, en varias ocasiones, la última por parte del coordinador de Comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, han asegurado que su país no apoya la independencia de Taiwán y que la visita de Pelosi únicamente “reafirma la política de una sola China”.
Aún así, el tono de China se ha ido endureciendo conforme se acercaba la fecha de la visita hasta el punto de llegar a sacar pecho de su portento militar justificado con ejercicios programados.
El enfado chino
EEUU no mantiene relaciones oficiales con Taiwán. Sin embargo, Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con el gigante asiático.
Por ello, el Gobierno china considera la visita un desafío y una amenaza a su soberanía. El ministro de Exteriores de China, Wang Yi, ha condenado la “deplorable traición” de EEUU en la cuestión de Taiwán, ha vaticinado que la actuación del país norteamericano “perjudicará su credibilidad a nivel internacional” y ha calificado de “línea roja” para China el principio de ‘una sola China’ por el cual Taiwán quedaría bajo soberanía de Pekín.
Como primera respuesta concreta, el gigante asiático ha prohibido la exportación de cientos de productos alimenticios taiwaneses y mantiene un despliegue militar que incluye el cierre de áreas marítimas por maniobras navales en el Mar de China Meridional y en el de Bohai (norte).
China reclama la soberanía sobre la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
Aumenta la presencia militar en la zona
En la preparación de la visita, el Gobierno de Taipei ha disparado el despliegue militar en el estrecho de Formosa, una situación que la prensa china compara con la Crisis de los Misiles en Cuba.
“Esta es la versión del Estrecho de Taiwán (también llamado de Formosa) de la Crisis de los Misiles en Cuba. Estados Unidos es el provocador. El mundo está observando si Pelosi va a apretar el gatillo con sus propias manos”, advierte el diario Global Times, instrumento de propaganda del régimen chino, en un comentario publicado en Twitter.
Además, la isla ha elevado su estado de alerta y el Ejército ha incrementado su preparación de combate.
Mientras, China saca a relucir su portento armamentístico con el envío de dos portaaviones que se encuentran fuera de sus bases y llevan horas navegando y varios aviones militares SU-35 que están cruzando el estrecho de Taiwán. Según han informado medios estatales del país asiático, los movimientos corresponden a ejercicios alrededor de la isla desde el 4 al 7 de agosto.
Rusia e Irán se suman a China
La visita de Pelosi no solo ha provocado descontento en Pekín, también han criticado el movimiento desde Moscú y Teherán, aunque nada fuera de lo previsto.
Mientras que para el Kremlin se trata de “otro movimiento provocativo de EEUU”, Irán ha señalado que “viola la integridad territorial china”. “Los trabajadores temporales políticos estadounidenses irresponsables insultan a los 1.500 millones de habitantes de China. Estados Unidos es un estado provocador”, ha expresado la portavoz del Ministerio de Exteriores, Maria Zajarova, tal y como ha recogido la agencia de noticias TASS.
Por su parte, su homólogo iraní, Naser Kanani, ha condenado la situación y ha indicado en rueda de prensa que va en contra de la Carta de Naciones Unidas. “Irán considera el respeto por la integridad territorial de los países como uno de los cimientos de su política exterior y apoya la política de Una China en este sentido El marco es inequívoco”, ha explicado.