La primavera ‘caliente’ de Sánchez
Al presidente se le acumulan los frentes, de Ucrania al Sáhara pasando por el descontento social y los roces de la coalición, pero las encuestas no reflejan desgaste.
No hay tregua para Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno arranca una primavera ‘caliente’, en la que se le acumulan frentes, problemas y crisis constantes. Exteriores e interiores. Y con el jefe del Ejecutivo, en plena gira europea, en una semana decisiva con la celebración de la cumbre de la OTAN y el Consejo Europeo en Bruselas, con presencia incluida del principal líder de los Estados Unidos, Joe Biden.
El fin de semana ha sido de extrema intensidad política en nuestro país. Todo ello tras el giro histórico, inesperado y sin previo aviso de la postura de España sobre el Sáhara occidental y la relación con Marruecos, que ha derivado en horas en una crisis con Argelia, un actor principal en estos momentos al ser un gran suministrador de gas al país. A la vez sigue la cruenta invasión de Rusia en Ucrania, sin visos de acabar pronto.
Esto ha provocado unas fuertes consecuencias en la economía, con los precios disparados y afectando a materias tan sensibles como la luz, el gas y la gasolina. Y ha penetrado en todos los ámbitos de la sociedad, como se ha demostrado con la masiva manifestación del fin de semana de la gente del campo y el alargamiento de la huelga de transportistas.
Sánchez ha marcado sus tiempos, a pesar de la urgencia que le pide la oposición y la calle. El presidente está echando el resto para lograr un buen acuerdo en el Consejo Europeo del jueves y del viernes. España llegará con la idea de cambiar el mercado energético y que el gas no condicione el precio de toda las energía (se paga por la más cara todo el mix). Aunque en un principio se había pactado con Portugal exigir que haya un tope de 180 euros megavatio / hora, se ha decidido aparcar esa idea y se trabaja a contrarreloj en otras que puedan suscitar un gran consenso dentro de la Unión Europea.
El Gobierno espera lograr una respuesta equilibrada dentro del club europeo para dar respuesta al asfixiante aumento de los precios, principalmente por la guerra en Ucrania. Y una vez se negocie allí se aprobarán las medidas en España en el Consejo de Ministros del martes 29. Será el momento de la verdad porque el Ejecutivo se ha comprometido a bajar los precios de la luz, el gas y la gasolina. Esto estás amenazando a muchas industrias esenciales españolas, como el campo, el transporte y la pesca, que se han levantado contra el Gobierno durante estas horas.
Desde La Moncloa, fuentes consultadas por El HuffPost, insisten en esta idea: “Estamos cerca de la solución. Todo tiene la misma raíz y es la subida del carburante y la energía por la guerra de Ucrania. Esta semana es el Consejo Europeo, y el día 29 se anuncian las medidas”.
En la órbita del Gobierno se insiste en que habrá pronto una solución para estos problemas y se recuerda que siempre se ha atendido a todos los sectores cuando han salido a protestar, como pasó con los astilleros en Cádiz. La idea de España es que hay que ir en estos momentos de la mano de la Unión Europea, que se ha unido profundamente ante la invasión de Rusia y anteriormente en la lucha contra la pandemia. En este camino, por el momento, Sánchez ha logrado el aval de países como Portugal, Italia, Rumanía y Francia para luchar conjuntamente contra el alza de los precios. La gran duda es qué hará Alemania en las trascendentales citas de los próximos días (un país con una dependencia enorme del gas ruso).
Todo ello tiene derivadas internas también. La situación entre el PSOE y Unidas Podemos no pasa el mejor momento, aunque ambas partes, según fuentes consultadas de los dos lados, rechazan romper la coalición y no ven factible ir ahora a elecciones. La guerra de Ucrania abrió una brecha entre los socios y dentro del propio espacio de UP. El momento más duro fue cuando Ione Belarra, líder de UP y ministra de Derechos Sociales, llamó “partido de la guerra” al PSOE. Esto provocó un fuerte malestar en La Moncloa, según fuentes socialistas, y el presidente lo mostró delante de Yolanda Díaz.
La vicepresidenta ha estado distanciada de UP también, pero ahora ha cerrado filas en dos temas con los suyos: están en contra de una subida de la partida de defensa hasta el 2% del PIB y critican el giro histórico sobre el Sáhara occidental dado por Pedro Sánchez.
Y es que el anuncio del viernes sobre el apoyo de Sánchez al plan de Marruecos de una autonomía para el Sáhara occidental ha generado otro choque. No obstante, Yolanda Díaz ha descartado romper con la coalición, pero ha criticado duramente la “opacidad” y la “incoherencia” del presidente sobre este tema. El giro le ha costado fuertes roces tanto a derecha como a izquierda. Desde el PP se ha denunciado la regla no escrita de un pacto entre los grandes partidos e información ante los aspectos esenciales de la política internacional. Los socios de investidura también han puesto el grito en el cielo y han pedido que el presidente comparezca ante el Congreso. Por el momento será el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, el que irá a la Cámara Baja el miércoles para explicar esta nueva situación.
Todo esto pilla al principal partido de la oposición en un proceso de renovación interna, que culminará los días 1 y 2 de abril en el congreso de Sevilla que entronizará oficialmente a Alberto Núñez Feijóo. El gallego está apuntando contra el Gobierno durante estos días de su atípica campaña, ya que sólo hay un candidato. Y no ha ahorrado críticas contra el presidente por el cambio de postura en el Sáhara occidental.
Está por ver cómo actuará cuando sea líder de la oposición y si es posible que se lleguen a acuerdos para renovar los órganos pendientes, como el Consejo General del Poder Judicial. Su llegada a la política nacional cambiará totalmente el tablero, aunque sus primeros pasos no han ido en la dirección moderada esperada, sino que ha apoyado un Gobierno con Vox en Castilla y León y ha molestado con sus declaraciones sobre la violencia machista y la violencia intrafamiliar. Además, la ultraderecha intenta capitalizar ese malestar en la calle con un PP reconstruyéndose.
A pesar de todos estos frentes, por el momento, las encuestas no reflejan una caída del PSOE, al revés, ha crecido en los últimos sondeos. En el último barómetro del CIS, Sánchez subía casi tres puntos, también creciendo el PP y Vox, con Unidas Podemos como el peor parado, cayendo 1,8 puntos. Este lunes se conocía también un sondeo de Simple Lógica para eldiario.es que sitúa a los socialistas como primera fuerza, subiendo y superando ya el 30% en intención de voto, quedándose el Partido Popular casi 8 puntos menos. Habrá que esperar a las próximas semanas para saber el impacto de las protestas de estos días. La primavera se calienta para Sánchez, será crucial lo que pase en Bruselas esta semana.