Pedro Sánchez presume en la ONU de política migratoria y de que la ultraderecha xenófoba sea residual en España
Y declara que la nueva relación entre la UE y Gibraltar "ha de pasar inevitablemente por España".
Pedro Sánchez ha intervenido este jueves ante las Naciones Unidas para sacar pecho por su política migratoria y ha demostrado su orgullo por el hecho de que la extrema derecha xenófoba sea algo residual en España, a diferencia de lo que ocurre en otros países europeos.
Sánchez ha dedicado especial atención al problema migratorio, ante el que insta a reconocer la situación que el drama de los refugiados provoca en los países receptores.
El presidente del Gobierno ha explicado que España ha sufrido los embates de la crisis económica como pocos estados en Europa Occidental y, pese a ello, la inmensa mayoría de la sociedad jamás ha dado la espalda al drama migratorio.
"Me siento orgulloso de una sociedad que no se ha dejado radicalizar al calor de un discurso xenófobo y basado en la cultura del miedo al diferente", ha añadido. Sánchez considera que quizás eso se deba al recuerdo de la historia de España, ya que fue un país de emigrantes y de refugiados.
"Y por ello no vamos a escapar de nuestros compromisos internacionales. Si acogemos un barco a la deriva en el Mediterráneo con 630 seres humanos es, tanto porque la legislación internacional lo exige, como porque es un imperativo moral", ha explicado, en referencia a la acogida del buque Aquarius.
Frente a la imagen de "países fortaleza, de narrativas excluyentes y xenófobas", ha contrapuesto "solidaridad, humanidad y respeto" y pide compromiso con los estados receptores. "Por encima de todo, justicia y reparto equitativo de esta responsabilidad en la que todos tenemos la obligación de ayudar".
A la estela multilateralista de Macron
Sánchez ha reivindicado el valor del diálogo para construir consensos y ha defendido su política migratoria, con medidas como el auxilio de migrantes en alta mar y que considera un "imperativo moral".
En una cerrada defensa del multilateralismo similar a la que entonó Emmanuel Macron la víspera, Sánchez ha opinado que el mundo se enfrenta a grandes desafíos globales y a los gobernantes se les piden hechos y lo que denomina "una auténtica agenda del cambio".
"Este tiempo no requiere de mensajes nacionales o excluyentes. Es el momento de forjar un nuevo liderazgo cooperativo desde la voluntad, no sólo de escuchar al otro, sino de entender el porqué de sus razones, de asumir con un profundo sentido de la empatía que nadie por sí solo tiene el monopolio de la verdad", ha explicado.
"Se trata de convertir el cambio en un catalizador para alcanzar el desarrollo sostenible", ha defendido, para analizar la importancia de "reconquistar a la opinión pública" frente a su escepticismo ante la ONU y "ganar la batalla" al desafío del descrédito de la política.
Y de repente... Gibraltar y el Sáhara
El presidente del Gobierno ha puesto sobre la mesa también Gibraltar y el Sáhara, que según Efe son temas "recurrentes" en este tipo de discursos de los jefes del Ejecutivo españoles.
Sánchez ha declarado que la nueva relación entre la Unión Europea y Gibraltar a consecuencia del Brexit (que sacará al Peñón de la UE) ha de pasar "inevitablemente" por España y ha resaltado que la posición de España es conocida y se alinea con la de Naciones Unidas.
"Deseo que aprovechemos esta circunstancia histórica para que la nueva relación que pudiera establecerse entre la UE y Gibraltar aporte prosperidad y beneficie a toda la región, a los gibraltareños y al área más amplia del Campo de Gibraltar", ha apostillado.
Respecto al Sáhara, Sánchez ha apuntado que la situación que vive es próxima a España y ha defendido la centralidad de las Naciones Unidas.
Además, asegura que España desea contribuir a los esfuerzos del secretario general de la ONU y de su enviado personal para alcanzar una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable que prevea la libre determinación de pueblo del Sahara Occidental en el marco de la Carta de las Naciones Unidas.
Sánchez ha concluido su intervención reiterando su defensa de un liderazgo cooperativo y utilizando para ello una cita del poeta León Felipe: "Lo que importa no es llegar solos y los primeros, sino llegar todos juntos y a tiempo".