Pedro Almodóvar recuerda cómo escribió el guion de 'Dolor y gloria' y cuál fue su primer deseo
La película del cineasta español opta a dos premios Oscar y el guion se convierte en un libro con textos y fotografías inéditas e imágenes del 'storyboard'.
″¿Es Dolor y gloria una película basada en mi vida? No, y sí, absolutamente. Todas mis películas me representan. Es cierto que esta me representa más, pero desde el momento en que comienzo a escribir sobre una base conocida —procedente de la realidad, de algo que he leído en el periódico, que me han contado, de lo que he sido testigo o simplemente un episodio de mi propia vivencia— la historia empieza a encontrar su verdadero camino (cinematográfico, en este caso) para convertirse en ficción”.
Así empieza Pedro Almodóvar (Calzada de Calatrava, Ciudad Real, España, 1949) la presentación del guion de su película número 21 Dolor y gloria convertida en libro por Reservoir Books. Con esta película el director español ha obtenido dos candidaturas a los premios Oscar 2020: Mejor Película internacional y Mejor actor, para Antonio Banderas que interpreta a su alter ego, Salvador Mallo. El actor obtuvo la Palma de Oro en Cannes. Además, en los Premios Goya, de España, que se entregarán el 25 de enero, la película cuenta con 16 candidaturas.
Durante la presentación del libro el 12 de diciembre en la Sala X de Madrid, Pedro Almodóvar recordó su primer deseo creativo:
“En mi casa mis hermanas pedían cosas para la casa y yo pedía libros. Me inicie pronto en una literatura que no me correspondía por edad, pero que se convirtió en mi realidad paralela. Yo quería escribir y escribía . Quiero decir que mi primera pasión era la de escritor.
Empece a escribir relatos y hubo un momento en que, tendría como 18 o 20 años, en que me compré una cámara Super 8, ya trabajaba en la Telefónica, y empecé algunas de las historias que ya tenía escritas. Empecé a ilustrarlas con imágenes mudas, porque era muy difícil sonorizarlas.
Pero hubo un cambio en mí con respecto a la literatura… de algún modo pensé que no tenía tanto talento como escritor y que la narración en imágenes me resultaba más asequible. Eso es algo que me ha venido acompañando a o largo de todos estos años. Estoy hablando de hace cincuenta años.
Cuando ya había hecho películas y tenia éxito pensaba en la vejez , a cuando uno llega a esa edad en la que yo empiezo ya a estar. Escribir es mi primera vocación. Miraba el futuro con mucha confianza y en ese momento uno no llegaba a pensar en el año 2019 que íbamos a vivir lo que estamos viviendo, pero yo confiaba porque en ese momento mi necesidad sería la de ser un gran escritor , y dedicarme a escribir. Así es que siempre he estado como apunto de escribir”.
Todo esto ha llevado a que Dolor y gloria sea su película más literaria no solo en cuanto a sus orígenes, sino en el propio argumento de la película porque el libro, la escritura y la literatura funcionan como refugio y salvación en Salvador Mallo, alter ego de Almodóvar (puedes ver en este enlace el fotorrelato de WMagazín sobre los libros que aparecen en la película).
No es el primero de sus guiones que el director español convierte en libro. Algunos son: La flor de mi secreto, Carne trémula, Todo sobre mi madre, Hable con ella, La mala educación, Volver y La piel que habito.
Bienvenidos a las claves literarias, personales y cinematográficas de Dolor y gloria contadas por su director:
‘Dolor y gloria’: El primer deseo
Por Pedro Almodóvar
¿Es Dolor y gloria una película basada en mi vida? No, y sí, absolutamente. Todas mis películas me representan. Es cierto que esta me representa más, pero desde el momento en que comienzo a escribir sobre una base conocida –procedente de la realidad, de algo que he leído en el periódico, que me han contado, de lo que he sido testigo o simplemente un episodio de mi propia vivencia– la historia empieza a encontrar su verdadero camino (cinematográfico, en este caso) para convertirse en ficción. El resto del trabajo lo hago guiado e impulsado por la imaginación. Y la imaginación no se preocupa tanto de la verdad como de la verosimilitud, y de que el resultado sea entretenido y emocionante.
La historia de Dolor y gloria muestra a un hombre a sus sesenta años, varado en el sofá de su casa por una depresión provocada por diversas causas: la edad (formado en los ochenta, está acostumbrado a vivir siempre juvenil y explosivamente), una severa operación de espalda que le provoca múltiples dolores y le impide moverse como antes, la sensación de que su pésima forma física le impedirá volver a rodar una película y el aislamiento al que él mismo se ha condenado (si dejas de contestar al teléfono y de llamar, en dos años se olvidan de ti).
En esta soledad sin horizontes al personaje le sobra tiempo. Y el tiempo libre es como un desierto en el que se desorienta. De modo natural, la soledad y el silencio le traen como un viento fresco retazos de su infancia. Nunca había tenido tiempo para recordar. No es un personaje al que le guste mirar atrás, siempre vivió en el futuro, en las historias que escribía y rodaba, y toda su vida pendía de esa excitación de la escritura y de la gran aventura de los rodajes. (…)
Comienzo del guión de ‘Dolor y gloria’, de Almodóvar. En la imagen Penélope Cruz (como madre de Salvador Mallo) y Asier Florez, como Salvador Mallo de niño. /Cortesía Reservoir Books
No es que me moleste que la película se vea como una autoficción, y me parece halagador cuando dicen que hay un momento en que Antonio Banderas, que encarna a Mallo, desaparece y me ven a mí. Me impresiona porque Antonio en ningún momento intentó imitarme, aunque tenga mi pelo, mi casa, mis colores. (…)
Todo en mi cine es representación, siempre he huido del naturalismo, no pretendo que mis películas parezcan reales. Pero sí pretendo que el espectador se reconozca en ellas. No busco que en las escenas con Julieta Serrano piense que yo tuve problemas con mi madre, sino que se vea a sí mismo frente a su propia madre, que admire la ejecución delicada e intensa de la actriz y se emocione con la interpretación de Antonio Banderas cuando la mira y escucha. Que cuando hable de mis amores truncados piense en sí mismo, en su relación con el deseo, correspondido o no, y en la importancia de haber amado, no importa cómo le haya ido, porque lo importante es amar. (…)
Cuando Salvador encuentra en una galería de segunda una acuarela –el retrato que un joven albañil le hizo en la cueva de su infancia– recuerda vívidamente cincuenta años después la pulsión del primer deseo. Y vuelve a sentir que esa historia debería ser narrada. (Esta es la historia que Salvador cuenta, no yo, la que lleva por nombre El primer deseo.) Es un sentimiento apasionado y vertiginoso, el mismo que yo he sentido antes de cada una de mis veintiuna películas. Y esa necesidad imperiosa de narrar El primer deseo le salva la vida.
Guion de ‘Dolor y gloria’, de Pedro Almodóvar. /Cortesía Reservoir Books.
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