Ángel Martín: "No creo que haya líneas rojas en el humor, creo que hay maneras de plantear las bromas"
El catalán se reencuentra con Patricia Conde para presentar 'Wifileaks' en Movistar.
Patricia Conde y Ángel Martín han vuelto. Tras siete años separados, desde el final de Sé lo que hicisteis... (laSexta) en 2011, los dos presentadores acaban de estrenar WifiLeaks noticias del futuroen Movistar +. Este nuevo programa es el motivo de su encuentro con los lectores de El HuffPost, a quienes han respondido sus preguntas en un Facebook Live.
"Me emborraché, subí una foto y dije: ¿Os apetece que volvamos a hacer el idiota? Y la gente contestó que sí", empieza confesando Martín, que dejó el programa de laSexta tiempo antes que Conde porque estaba cansado. "Al día siguiente me llamó Patricia y me dijo, '¿qué has hecho?", continúa.
Ese fue el inicio de un programa en el que se echa de menos a Miki Nadal, de quien se rumoreó que sería la tercera pata del banco tras aparecer en una foto con los dos en Instagram. "Tratamos de engañarlo pero la vida no le da para más cosas. Tratamos de engañarlo pero en el momento de decisión dijo: 'Es que tengo vida", asegura Martín. "Pero viene por aquí, cuando puede se pasa", añade Conde. "Sí, y entonces dice algo sobre el guión y piensas, lo ha mejorado, y te vienes abajo. Es un tío que suma todo el rato", continúa Martín.
Las bromas son el sello de este programa, como lo fueron de Sé lo que hicisteis..., y quien firma esas bromas son el trío de guionistas, en el que se incluye Ángel Martín. En un momento en que los límites del humor son constante objeto de debate, el catalán asegura que para él no existen. "No creo que haya una línea roja, creo que hay maneras de plantear las bromas. En lo que no estoy de acuerdo es decir barbaridades por decir barbaridades, eso no va a ningún lado. Ser provocador por ser provocador... Me parece guay que haya esa comedia, me parece superinteresante, tiene que existir y ojalá no desaparezca nunca, pero creo que se puede hacer comedia sobre absolutamente todo", asegura.
Patricia Conde, que asegura que su compañero es capaz de hacer chistes de cualquier cosa (fútbol, moda...), defiende que el truco está en cómo comunicar el chiste: "Yo he dicho auténticas burradas escritas por él pero dichas por un personaje casi inocente, que parece que no se está enterando de lo que está diciendo, es muy guay. Lo que todo el mundo piensa es 'hala, lo que está diciendo, qué burradas'... Dicho desde un personaje naif es muy divertido. Creo que el ser humano tiene que tener sentido del humor, no sólo uno. Tiene que ser de todos los colores. Yo me río muchísimo de mí misma".
Al hilo de esto, Martín dice que el problema está en las redes sociales y la capacidad de la gente de ofenderse. "Hay cierta tendencia a hacerle más caso a quien se ofende que a quien no", asegura. "Alguien pone una broma y hay diez que se ofenden y suele hacerse más caso a los que se ofenden que a los que no y a mí eso me molesta porque al final no se tiene en cuenta la opinión del que no se ofende, que tendría que tener el mismo valor", continúa.
"Twitter me parece de locos porque tú decides seguir a esa persona. Si aparece alguien que pone una broma y te ofende, lo dejas de seguir y no te va a ofender nunca más, no te va a buscar ni te va a susurrar bromas al oído", añade. Ese es el motivo por el que, para Martín, el humor haya desaparecido en televisión: "Se ha convertido en un lugar superblanco y muy poco interesante para la comedia".
Ya no son los tiempos de Sé lo que hicisteis..., pero tampoco sus chistes tienen que ver con los de entonces. Al menos, el objeto de sus bromas. Ahora la tecnología centra su atención, y los dos reconocen que hay cosas que no les gustan de éstas. "Probablemente que haya gente que se desconecte todo el rato", asegura Martín. Aunque más radical en este tema es Patricia Conde, que critica los movimientos que surgen a partir de estas. "Paso del borreguismo... Ya me da rabia el hecho de tener un blog... A mí no me importa lo que hace la gente o lo que come la gente".