El Parlamento Europeo da el primer paso para tumbar la clasificación del gas y la nuclear como energías verdes
En febrero, la Comisión avaló que ambas energías recibiesen una calificación favorable que ahora puede revocar la Eurocámara.
El debate en el seno de la UE va para largo. Este martes, dos comisiones del Parlamento Europeo han rechazado la propuesta de la Comisión de incluir tanto al gas como a la nuclear como energías verdes.
En concreto, se han posicionado en contra las comisiones de la Eurocámara relativas a Asuntos Económicos y Monetarios y la de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria.
De este modo, los eurodiputados dan el primer paso para rechazar lo expuesto por el órgano rector de la UE, que consideró en febrero al gas y a la energía nuclear como dos actividades económicas sostenibles. Sin embargo, la votación de esta jornada no supone la decisión final de Estrasburgo. El pleno del Europarlamento tendrá la última palabra entre el 4 y el 7 de julio.
Se abre otra vía. El Parlamento Europeo y el Consejo Europeo tienen hasta el 10 de julio para decidir si quieren vetar la propuesta del Ejecutivo comunitario. Si una mayoría de 353 eurodiputados rechaza la propuesta de Bruselas, la Comisión Europea tendrá que retirarla o modificarla.
Los eurodiputados han solicitado que cualquier enmienda que se interponga en relación a este acto delegado debe ser sometida a consulta pública así como a un análisis de su impacto en términos económico, medioambiental y social.
La Comisión Europea presentó su propuesta para una taxonomía sobre inversiones verdes en la UE que, finalmente planteaba incluir en esta clasificación el gas y la nuclear, a pesar del rechazo que provocó su borrador inicial entre sus expertos asesores y en países como España, así como Austria, Dinamarca y Luxemburgo. El Ejecutivo comunitario asumió entonces la “división” que generaba esta reforma, al reconocer que ni el gas ni la nuclear son neutras a nivel climático ni tampoco renovables, pero sí defendía su papel como actividades de transición para alcanzar una economía descarbonizada en 2050.
Sobre esta postura, los eurodiputados reconocieron el rol de la nuclear y el gas de cara a garantizar la estabilidad del suministro energético durante la transición aunque defienden que no respeta los criterios medio ambientales de las actividades económicas sostenibles.
Preguntado por el voto de las comisiones parlamentarias de Medio Ambiente y Economía, el portavoz del Ejecutivo comunitario, Daniel Ferrie, ha dicho que Bruselas “toma nota” de la opinión negativa y que espera “con impaciencia” el pronunciamiento final del pleno de la Eurocámara el próximo julio. Un voto en contra en sesión plenaria supondría que la norma quedara rechazada.
“La neutralidad sigue siendo nuestro objetivo y estamos comprometidos a usar todos los medios para alejarnos de las energías de fuerte emisión de carbono. Somos conscientes de las sensibilidades, pero el acto delegado es parte de un conjunto de medidas par reducir nuestras emisiones”, ha argumentado el portavoz sobre la norma de taxonomía.