PACMA denuncia a quienes dejaron morir a los animales en la crecida del Ebro

El Partido Animalista PACMA ha interpuesto una denuncia judicial por posible maltrato animal, en su vertiente de omisión del deber de cuidado, "contra los propietarios y/o responsables" de los animales que murieron ahogados y "abandonados a su suerte" en las granjas de Remolinos (situada cerca de la carretera A-126 a su paso por esta localidad) y Villafranca de Ebro (situada junto la salida 1B de la AP-2), ambas en Zaragoza.

Según informa PACMA en su web, se da la circunstancia, además, de que "son las mismas granjas que en 2015 dejaron morir a sus animales durante las crecidas" y que ya fueron denunciadas públicamente por la formación. "No queremos que algo así se vuelva a repetir y, por tanto, hemos acudido a los juzgados. Habrá que preguntarse ahí si los responsables de estas granjas prefieren las ayudas económicas antes de salvar la vida de los animales", sostienen.

Ya en noviembre, PACMA presentó al Gobierno de Aragón su Plan de Evacuación de Animales en Catástrofes. "Si nos hubieran escuchado y hubieran tenido en cuenta la vida de estos animales, nada de esto hubiera sucedido. Es por ello que, insistimos una vez más, en la necesidad de llevar a cabo dicho plan", defienden.

Además, el viernes pasado el partido advirtió a las autoridades locales de que había previsión de crecidas, y de que era "imprescindible" que se activara un protocolo para desalojar a los animales y garantizar su salvaguarda.

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Las imágenes que PACMA ha obtenido son "dantescas", en sus propias palabras: miles de animales encerrados sin poder escapar de la crecida. Subidos unos encima de otros sin otra opción que morir ahogados. Se repite el mismo drama de 2015, cuando más de 10.000 animales murieron agónicamente en las mismas granjas.

"A nosotros sí nos importan los animales y vamos a defender su vida hasta las últimas consecuencias. Somos el único partido dispuesto a llevar adelante denuncias y planes para salvar a los animales que sufren la explotación y el maltrato a los que les someten en las granjas industriales. Porque los animales importan", concluyen.

Lo peor ha pasado

La punta de la crecida extraordinaria del río Ebro de esta semana ha pasado ya por Aragón y está entrando en el pantano de Mequinenza, aunque las aguas desbordadas tardarán en retirarse del todo de los pueblos de las comarcas de la Ribera Alta y la Ribera Baja y hasta entonces no habrá una estimación correcta de los daños.

En cualquier caso, el Gobierno de Aragón es "optimista" y estima que "lo peor ha pasado ya", por lo que ha rebajado el nivel de emergencia que declaró el pasado 12 de abril del dos al uno, según ha explicado a los medios el consejero de Presidencia, Vicente Guillén, tras la reunión de hoy en el Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi) en el 112 Aragón.

Existen importantes daños en los cultivos, en las huertas, las granjas y en las infraestructuras, pero se evaluarán más adelante, "con un poquito más de tiempo", dado que el agua todavía anega miles de hectáreas. No obstante, el Gobierno de Aragón prevé que en la comunidad los daños en los campos serán en torno a un diez por ciento inferiores a los que se produjeron en la última crecida extraordinaria, la de 2015, cuando se vieron afectadas más de 15.500 hectáreas. Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), el Ebro a su paso por Zaragoza está ahora mismo en 4,41 metros de altura y lleva un caudal de 1.558 metros cúbicos por segundo, con tendencia descendente pero aún con nivel amarillo de preaviso.