Otros síntomas de cáncer de mama que no tienen que ver con bultos en el pecho
Hacerte controles periódicos en tu día a día y en el médico es lo mejor que puedes hacer para prevenir.
El cáncer de mama afecta a decenas de miles de personas cada año en España. Según el Sistema Europeo de Información del Cáncer, en 2020 se diagnosticaron un total de 34.088 nuevos casos de cáncer de mama en España, de los cuales el 99% corresponden a mujeres y el 1% a hombres.
La sola idea de encontrarse un bulto en el pecho es aterradora, pero es importante estar al tanto para poder alertar al médico de cualquier cambio. Sin embargo, hay otros cambios más allá de los bultos que podrían ser síntomas de cáncer de mama.
“Afortunadamente, muchas mujeres tienen cánceres de mama que se detectan en una etapa precoz mediante el diagnóstico por imagen”, explica la doctora Laura Dominici, cirujana del Centro Oncológico Dana-Farber/Brigham, que subraya la importancia de las mamografías y ecografías periódicas. “Pero también muchas mujeres se detectan a sí mismas posibles síntomas en los pechos”.
Aunque los bultos son lo primero en lo que piensa mucha gente cuando se habla del cáncer de mama, en realidad este cáncer puede presentarse de muchas otras formas. He aquí los síntomas menos conocidos del cáncer de mama que van más allá de un bulto en la mama.
Un bulto en la axila
La doctora Jasmeet Singh, oncóloga mamaria del Memorial Sloan Kettering Westchester, explica que un síntoma habitual del cáncer de mama es la presencia de un bulto en la axila por la inflamación de los ganglios linfáticos cercanos a la mama.
Según el Instituto del Cáncer Dana-Farber, un ganglio linfático sano tiene forma de frijol ancho y “debe ser firme, pero no demasiado”. Los ganglios linfáticos cancerosos se vuelven redondos como una canica y son muy duros.
Cambios en los pezones o la piel
Cuando hablamos de síntomas de cáncer de mama, cualquier cambio en la piel del pecho o del pezón es un motivo de alerta. Dominici dice que hay que prestar atención a las hendiduras en la piel o a los cambios en el pezón, incluido el pezón invertido hacia dentro. Singh añade que los pezones agrietados e inflamados también pueden ser señales de advertencia.
Secreción de los pezones
Una secreción inesperada de los pezones puede ser alarmante, pero los expertos se preocupan más cuando esa secreción lleva sangre, y no es clara, blanca o verde.
“Muchas mujeres pueden extraerse líquido del pezón si lo aprietan, y eso no es preocupante”, señala. “Lo preocupante es cuando la secreción es espontánea”.
Algunas mujeres notan esta secreción espontánea cuando descubren una mancha en el sujetador o en la camiseta.
Algo que parece una infección de pecho
En algunos casos, el cáncer de mama puede parecer una infección (enrojecimiento, hinchazón) pero en realidad también puede ser un síntoma de cáncer de mama inflamatorio, expone Singh.
Las infecciones mamarias existen. Sin embargo, si notas un “enrojecimiento persistente en la mama que no mejora con antibióticos”, debes ponerte en contacto con tu médico inmediatamente, explica Singh.
Cambios drásticos en el tamaño de un pecho
Si el tamaño de uno de tus pechos (o de los dos) cambia drásticamente, puede ser un síntoma de cáncer de mama, dice Dominici. Tú misma te puedes dar cuenta al verte en el espejo o al notar que el sujetador ya no se ajusta bien a uno de los pechos.
En ocasiones poco frecuentes, el pecho puede llegar a encogerse, señala Dominici. En otros casos, la mama puede hincharse, lo que puede ser un síntoma de cáncer de mama inflamatorio.
Otros cambios físicos también pueden ser síntomas
“Cuando el cáncer de mama está en fases avanzadas, muchas pacientes presentan pérdida de peso, dificultad para respirar, dolor en el abdomen” y otros síntomas, enumera Singh.
En este caso, puede ser difícil determinar si son síntomas de cáncer de mama o tienen otra causa. Por eso mismo, Singh añade que siempre es importante informar a tu médico sobre cualquier cambio en tu salud general.
Si detectas alguno de estos síntomas, ve al médico
Más allá de los síntomas físicos, quienes tienen padres o hermanos con cáncer de mama tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, afirma Singh. Pero “solo entre el 5% y el 10% de los cánceres de mama son hereditarios”, señala, por lo que es importante tenerlo en cuenta si tu cerebro empieza a darle vueltas en espiral.
Dicho esto, sigue siendo importante que avises a tu médico de cualquier antecedente familiar para que los exámenes médicos periódicos comiencen a una edad más temprana.
Un cáncer de mama es un diagnóstico grave, pero hay muchos tratamientos disponibles. Si sospechas que puedes estar sufriendo alguno de estos síntomas, ponte en contacto con tu médico para que te haga las pruebas oportunas.
Pero es importante recordar que no debe cundir el pánico. “Muchos de estos síntomas pueden no ser cáncer de mama y ser otros problemas benignos”, tranquiliza Dominici.
Debes pensar en cualquiera de estos síntomas como un motivo para ir al médico, pero no olvides que no siempre son cáncer. Hacerte controles periódicos en tu día a día y en el médico es lo mejor que puedes hacer para prevenir.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.