Orgullo ciudadano: respeto, diversidad y amor
España quiere vivir sin censuras, sin hipocresías, sin armarios... a ver si se enteran los partidos de derechas.
España hace más de una década que conquistó el orgullo ciudadano de la igualdad y la diversidad en su legislación. La ley del matrimonio y la ley de transexualidad han hecho que los más jóvenes sean un poquito más libres e iguales a la hora de vivir su orientación o identidad sexual, y quizás hasta más felices. Amar, amar libremente y ser respetado por ello. Ser uno o una misma libremente y ser respetado por ello.
Tuve la fortuna de ser la ponente de estas dos importantes leyes en nuestra democracia, que situaron a nuestra querida España a la vanguardia de los derechos civiles y libertades. Estoy muy orgullosa de nuestro país que fue pionero, orgullosa de todos los que han ido abriendo camino en el pasado, como nuestro añorado Pedro Zerolo, y orgullosa de todos los que llenarán las calles en el futuro de tolerancia y diversidad.
España ha interiorizado la diversidad y la alegría de este orgullo ciudadano. La alegría y el derecho a vivir, a amar y a formar una familia. La alegría por construir una sociedad arcoíris para todos y para todas. España quiere vivir sin censuras, sin hipocresías, sin armarios... a ver si se enteran los partidos de derechas. Tan inaceptables son las posturas de extrema derecha, con actitudes y discursos anti-derechos humanos y fuera de nuestros valores constitucionales de libertad y respeto, como los coqueteos con la homofobia para contentar a los intolerantes. La homofobia y la transfobia matan, literalmente, de forma violenta en países no democráticos... o más cerca de nuestras casas. Mata la alegría de vivir, daña de manera dolorosa a las personas y a nuestra sociedad con intolerancia en las aulas o en espacios cotidianos.
Este año la manifestación del Orgullo LGTBIQ se seguirá celebrando a lo largo y ancho del país, en las capitales, pero también en zonas rurales, con una fuerza imparable que nos recuerda que hay que seguir trabajando cada día para que la igualdad legal sea una igualdad real. Pero en Madrid parece que los actuales gobernantes quieren que las manecillas del reloj giren hacia atrás. Mal comienzo para un alcalde arremeter contra derechos y libertades que socialmente están ya aceptados. El Orgullo en Madrid es simbólico (además de un importante motor económico) y una referencia no solo en España sino en Europa, por lo que es un gravísimo error dar pasos atrás. Así que para los que no comulgan con túneles del tiempo, decir que nuestras pequeñas acciones y compromisos individuales también son importantes, por lo que con la misma emoción con la que hace 14 años defendí aquellas leyes pioneras, como todos los años, acudiré a las calles a celebrar el amor, el respeto y la diversidad. A celebrar la vida.