Oleada de odio y disturbios en Suecia ante la llamada de la ultraderecha a "quemar el Corán"
El Gobierno sueco autorizó una concentración en la que se pensaba quemar el libro sagrado del islam.
Quinto día de disturbios en Suecia provocados por la islamofobia de la extrema derecha, en unos altercados que han dejado varios heridos y decenas de detenidos, y ya han tenido consecuencias diplomáticas.
El pasado sábado, el partido ultraderechista Stram Kurs (Línea Dura) llamó a concentrarse en la ciudad sueca de Malmö para una “quema” del libro sagrado de los musulmanes, el Corán, en pleno mes del Ramadán.
Esa tarde, un autobús fue incendiado y otros vehículos resultaron dañados en el punto donde iba a celebrarse esa concentración, que había sido previamente autorizada. Los pasajeros del autobús tuvieron que ser evacuados del lugar, mientras las fuerzas policiales se vieron atacadas a pedradas y por el lanzamiento de cócteles molotov.
La concentración del sábado de Stram Kurs era la tercera en tres noches consecutivas que generaban disturbios similares en distintos puntos de Suecia. La oleada de odio y revueltas ha continuado.
Este lunes, compareció el jefe de la Policía Nacional, Anders Thornberg, para hacer balance de los disturbios. Solo el domingo se arrestó a ocho personas en Norrkoping y hubo otros 18 detenidos en la cercana localidad de Linkoping. Además, tres personas han sufrido heridas de bala después de que la Policía realizase disparos al aire en una de estas protestas.
Las autoridades policiales han defendido la actuación de los agentes y han acusado en cambio a grupos organizados de orquestar una delincuencia “muy grave”, según la cadena SVT. La Policía cifra en unos 40 el total de heridos, entre ellos 26 miembros de las fuerzas de seguridad, mientras que también se habrían destruido unos 20 vehículos. Las autoridades han pedido la colaboración de los ciudadanos, en busca de imágenes e informaciones que permitan avanzar con las investigaciones.
La concentración de la ultraderecha fue autorizada: quién es Rasmus Paludan
El origen de las tensiones está en el hecho de que el partido Línea Dura recibiera permiso para celebrar este domingo una manifestación en la que pensaba quemar un ejemplar del Corán, después de hacerlo el pasado viernes.
Línea Dura es un partido xenófobo e islamófobo marginal, cuyo líder es el abogado Rasmus Paludan, de doble nacionalidad sueco-danesa y que actúa en ambos países nórdicos. Paludan, abiertamente xenófobo e islamófobo, hace campaña por la prohibición del Islam y la expulsión de los inmigrantes no europeos.
El ultraderechista ha adquirido cierta notoriedad a raíz de la difusión en redes sociales de vídeos provocadores y xenófobos, que han agitado sucesivas campañas electorales en el ámbito de esos países nórdicos.
La condena del mundo islámico
Las llamadas a “quemar el Corán” han provocado duras reacciones en varios países del mundo árabe.
El Gobierno iraní reprocha a la Policía y al Gobierno de Suecia que permitieran el pasado viernes que el ultraderechista danés Rasmus Paludan quemara una copia del Corán “bajo el pretexto de la libertad de expresión”. El Ministerio iraní ha descrito el acto como una “blasfemia” y un “evidente ejemplo de odio” y “hace responsable al Gobierno sueco, de quien espera una reacción inmediata, severa y explícita contra el responsable”.
El embajador en funciones de Suecia en Teherán fue asimismo convocado por las autoridades iraníes para trasladarle su condena por esas concentraciones, convocadas “bajo el pretexto de la libertad de expresión con el apoyo de la Policía sueca”, a juicio de Irán.
“La ola de odio e intolerancia en Suecia contra nuestra religión islámica es rechazada y peligrosa por su adopción de una ideología contraria a los principios de la convivencia”, dijo este lunes el consejero político del presidente de Emiratos Árabes Unidos, Anwar Gargash, en su cuenta de Twitter.
Arabia Saudí, que acoge los principales santuarios islámicos del mundo, también condenó la “ofensa intencional por un grupo de extremistas en Suecia”, y el Ministerio de Exteriores saudí subrayó en un comunicado “la importancia de concertar los valores del diálogo y la convivencia, y renunciar al odio, el extremismo y la exclusión”.
En este contexto se expresaron países como Kuwait y Catar, que coincidieron, en sendos comunicados, sobre la necesidad de que “la comunidad internacional asuma su responsabilidad para frenar esas acciones” y “trabaje por una solución a la controvertida relación entre la libertad de religión y creencia y la de expresión”.
Por su parte, el Gobierno de Irak convocó este domingo al encargado de negocios sueco en Bagdad, Hakan Rooth, ante la autorización de un acto que consideró una “ofensa grave” y una “provocación” hacia los musulmanes, que además se produce durante el mes sagrado del Ramadán.