Ola de paquetes bomba en EEUU: lo que sabemos hasta ahora
Ninguno ha explotado, todos tienen las mismas características, son "rudimentarios pero funcionales" y tienen como destinatarios a destacados demócratas y simpatizantes del partido.
Estados Unidos se encuentra sumido en el estupor. Una ola de paquetes-bomba enviados contra dirigentes del Partido Demócrata y declarados simpatizantes de esta formación está generando miedo e indignación, porque el episodio se entiende como un ejemplo de la radicalización interna al alza. Mientras los anuncios de nuevos explosivos se suceden, los líderes políticos lanzan mensajes de condena y de calma. Sin embargo, aún no hay detenidos y se teme que más artefactos de este tipo anden danzando por las oficinas de correos del país. Por ahora ninguno ha explotado, pero nadie sabe qué puede pasar con el siguiente.
Esto es lo que sabemos a ciencia cierta de estos sucesos hasta el momento, mientras los cuerpos policiales y los servicios secretos tratan de aclarar qué está sucediendo.
Así empezó todo
El primer paquete bomba fue localizado el lunes en la casa que el multimillonario y filántropo estadounidense George Soros tiene en Bedford (Nueva York). Un empleado de la residencia lo abrió, le pareció extraño y llamó a la policía, que lo explosionó en un bosque cercano, sin consecuencias. Soros es donante de causas y grupos progresistas, blanco de una hostil campaña mediática por parte del Gobierno nacionalista de su Hungría natal y ha sido objeto de críticas de activistas de derechas en Europa del Este y Estados Unidos.
En ese momento, nadie imaginó que más paquetes similares estaban ya de camino a nuevas dianas.
Al corazón demócrata
Este miércoles es cuando llegó la bomba informativa: se habían localizado paquetes similares que iban dirigidos a la familia de Barack Obama, el expresidente demócrata al que ha tomado relevo el republicano Donald Trump, y los Clinton, Bill y Hillary, también expresidente demócrata él, última candidata de su partido a la Casa Blanca, ella.
En ambos casos, los paquetes fueron revisados en las oficinas de correos locales, sin que llegasen a las viviendas de los demócratas. En la casa de los Obama, en Washington D.C., no había nadie en el momento en que se informó de este hallazgo y en la de los Clinton, en Chappaqua, en el estado de Nueva York, sólo estaba solo el expresidente.
Durante la tarde se confirmaron otros dos paquetes remitidos sin consecuencias a la oficina del exfiscal general Eric Holder (que ocupó el cargo durante la Administración Obama) y la congresista demócrata Maxine Waters. Para quienes menos familiarizados estén con la política norteamericana, recordamos que ambos son de raza negra.
El quinto paquete del día fue a parar a las oficinas de la CNN en Nueva York. Según ha confirmado la propia cadena, iba dirigido contra John Brennan, antiguo director de la CIA entre 2013 y 2017 y colaborador habitual de la cadena de noticias. Justo mientras informaba de los primeros envíos conocidos llegó la alerta de evacuar la redacción. Este es el momento:
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Hasta la decena
Este jueves, los envíos no han cesado, llegando ya a la decena. Primero se ha sabido que se había mandado uno (hay un segundo caso sospechoso) a la representante demócrata en Florida Deborah Wasserman Schultz. Ella no se encontraba allá, sino en Coral Gables, precisamente con Hillary Clinton.
Por su parte, el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, igualmente demócrata, confirmó que otro paquete iba dirigido a su despacho.
Y luego llegaron dos casos más, de enorme resonancia: uno fue interceptado por un escuadrón antibombas en TriBeCa Productions, en Nueva York, cofundada por el actor Robert De Niro. Por suerte, no hubo que desalojar la zona. El artista es un crítico frontal con el presidente Trump, al que culpa públicamente de la discriminación de minorías y del aumento del racismo en la sociedad norteamericana. "Es descaradamente estúpido", ha llegado a decir de él.
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Otros dos paquetes fueron localizados cuando viajaban hasta la casa del vicepresidente de EEUU en la etapa de Obama, Joe Biden. En este caso, fueron localizados por las autoridades del estado de Delaware.
Pese a lo publicado en diversos medios locales, los servicios de inteligencia han insistido en que no ha habido ningún envío destinado a la Casa Blanca, por más que los alrededores han sido evacuados parcialmente este jueves.
¿Cómo son los paquetes?
Todos los paquetes son iguales, según han informado las autoridades competentes. Las bombas fueron enviadas en sobres de color manila con interior de plástico con burbujas, etiquetas de dirección impresas por ordenador y seis sellos con la bandera estadounidense. El remitente es el mismo: la legisladora por Florida Debbie Wasserman Schultz, expresidenta del Comité Nacional Demócrata, y justo destinataria de dos de los artefactos. El FB sostiene que quienquiera que haya preparado los envíos repite una y otra vez faltas de ortografía al escribir el nombre de la política, indica la agencia AFP.
Todos los aparatos eran bombas de tubo de "elaboración casera", pero "eso no quita que podrían haber herido a personas", señalan fuentes del caso a la CBS. En palabras de la CNN, son "rudimentarios pero funcionales". En el caso del paquete enviado a la cadena de noticias, además de explosivo activo se ha encontrado un polvo blanco que está siendo analizado, por si se trata de alguna sustancia tóxica.
¿Cómo avanza la investigación?
Pues, al menos en público, no se han dado más datos que los que acabas de leer. No hay detenidos hasta el momento y no se ha informado de que haya ya sospechosos identificados.
El FBI ha urgido a la población a presentar cualquier información que crea pertinente, mientras la policía transmite imágenes de videos de vigilancia que pueden ayudar a identificar a los mensajeros que entregaron los paquetes.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio (demócrata), estimó hoy que detrás de estos paquetes hay un atacante en serie y dijo que se trata de actos de "terrorismo". "Una persona o varias, extranjeras o estadounidenses, no lo sabemos. Y no sabemos si están aquí o en otro lugar del país", señaló en declaraciones a la CNN.
Los servicios de seguridad de la ONU también están revisando el correo que recibe la organización a la luz de los paquetes bomba enviados a varias figuras públicas en Estados Unidos, dijo hoy el portavoz Farhan Haq.
La acusación de Trump
Trump ha manifestado su repulsa por lo que consideró "atroces" intentos de ataque y ha instado al país a "unirse" para rechazar los "actos o amenazas de violencia política". "Estamos extremadamente enfadados, disgustados, infelices sobre lo que ha ocurrido esta mañana, y llegaremos al fondo de esto", dijo el miércoles durante un discurso en la Casa Blanca.
Sin embargo, hoy ha vuelto a culpar a la prensa (un clásico) de lo ocurrido, porque contribuyen a la "ira" que existe actualmente en la sociedad. A pedido a los medios que cambien su "odioso" comportamiento, incluso. "Una gran parte de la ira que vemos hoy en día en nuestra sociedad es causada por las informaciones deliberadamente falsas e inexactas de los medios de comunicación masivos a los que me refiero como las noticias falsas", dijo Trump en su cuenta de Twitter. El mandatario subrayó que se trata de algo "tan malo y odioso que ha excedido cualquier descripción".
Lo dice sin rubor, después del intento de ataque a la CNN, una cadena con la que tiene encontronazos casi diarios. Los críticos de Trump consideran que con su lema "Make America Great Again" (Hagamos que Estados Unidos sea grande otra vez), alienta a extremistas de derecha. El mandatario, muy cuestionado recientemente por respaldar a un legislador que había atacado a un periodista, suele denunciar a la prensa crítica de su gestión como "noticias falsas".
El exdirector de la CIA John Brennan, destinatario justamente del paquete mandado a la CNN, ha arremetido contra Trump por atacar a los medios de comunicación. "Deje de culpar a los demás. Mírese en el espejo. Su retórica inflamatoria, insultos, mentiras y estímulo a la violencia física son vergonzosos", tuiteó. "Sus críticos no serán intimidados a callar".
La Casa Blanca ha tenido que salir a defender al presidente de las acusaciones de que no estaba tomando en serio los intentos de atentado. "Condenamos la violencia en todas sus formas. Este es un acto despreciable y ciertamente algo que nunca debería ocurrir en Estados Unidos", dijo la secretaria de prensa Sarah Sanders a Fox News, un medio amigo.
Las reacciones de los afectados
Los Obama, los Clinton, Biden... todos han usado comunicados oficiales y las redes sociales para mostrar su agradecimiento a los servicios secretos por su diligencia a la hora de localizar los paquetes sospechosos y evitar males mayores.
Hilary Clinton, en una aparición frente a los medios, ha asegurado que su familia se encuentra bien pero que está preocupada por la dirección que está tomando Estados Unidos.
Los líderes demócratas en el Congreso, el senador Chuck Schumer y la representante Nancy Pelosi, han acusado a Trump de condonar "la violencia física y dividir a los estadounidenses". La condena de Trump, dicen, son "palabras vacías", al menos hasta que no se retracte de sus declaraciones que "justifican la violencia". "Escuchamos con gran interés los comentarios del presidente esta tarde. Todos hacemos un juramento para apoyar y defender la Constitución y proteger al pueblo estadounidense, y esa es nuestra primera responsabilidad", señalan.
El presidente de CNN, Jeff Zucker, también ha criticado a la Casa Blanca por su "falta de comprensión" sobre "la gravedad de sus continuos ataques contra los medios".
Y de los contrarios
Por su parte, dirigentes del Partido Republicano han condenado el envío de estos explosivos, con más vehemencia que el propio presidente. "Aquellos que estén detrás de estos actos reprobables deben ser llevados ante la Justicia. No podemos tolerar ningún intento de aterrorizar a figuras públicas", tuiteó el presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, Paul Ryan.
De manera similar se expresó la jefa del Comité Nacional Republicano (RNC), Ronna McDaniel, quien escribió en su cuenta de Twitter que espera que el autor de la acción sea puesto "rápidamente" a disposición judicial. "Podemos tener desacuerdos sobre política sin recurrir a la violencia ni a la intimidación", añadió McDaniel.
El congresista Steve Scalise, el tercer republicano de mayor rango en la Cámara Baja, y que resultó herido de gravedad el año pasado durante un atentado contra varios legisladores republicanos, también mostró su rechazo a los ataques. "Como superviviente de un ataque de cariz político, considero trágico que este pueda resultar un discurso político aceptable en nuestro país. Me niego a prestarme a ello", afirmó el congresista en un mensaje que, no obstante, cerraba con un reproche directo al partido de la oposición. "Los líderes demócratas necesitan condenar en vez de promocionar este tipo de llamadas a la acción", dijo Scalise, en referencia a las críticas recientes de su partido contra sus adversarios por considerar que estos incitan a la violencia cuando invitan a sus seguidores a mostrar su descontento en las calles.