Nueve vídeos que te demostrarán que el 'ballet' es mucho más de lo que imaginas
Hoy se celebra el Día Internacional de la Danza 🙆🏻
Como cada 29 de abril desde hace treinta y cinco años, hoy se celebra el Día Internacional de la Danza, una fecha que busca reivindicar esta disciplina y su capacidad para traspasar fronteras, derribar muros y convertirse en vehículo de expresión y lenguaje universal.
Esta celebración, establecida por la UNESCO, escogió como fecha el nacimiento de Jean-Georges Noverre, maestro francés considerado el creador del ballet moderno. Fueron sus estudios y tratados los que sentaron las bases de lo que vemos hoy en día en los escenarios. Con este motivo hemos recopilado nueve vídeos que no sólo te darán ganas de ponerte a bailar, sino que te demostrarán que el ballet es un mundo más amplio y diverso de lo que imaginas.
Se cumplen 290 años de su nacimiento pero las bases sobre las que se asienta el ballet moderno siguen siendo las que redactó Noverre en su tratado Cartas sobre la danza y sobre los ballets en 1760. Contó con el apoyo de figuras tan influyentes como María Antonieta y creó obras como esta, Renaud et Armide, que pese a ser muy diferente a lo que hoy entendemos como ballet, es la base sobre la que ha evolucionado la danza.
Son dos de las figuras más consagradas del ballet actual. En este corto el italiano Roberto Bolle y la rusa Polina Semionova, estrellas habituales del American Ballet Theatre, se unen con Marco Pelle y Fabrizio Ferri para bailar Passage. Muestran su faceta más frágil y sensual, con una pieza íntima, que demuestra que no hacen falta florituras para emocionar a los espectadores y que se presentó en el Festival de Cine de Venecia. Bolle es toda una celebridad en Italia y cada verano recorre el país con su gira Roberto Bolle and Friends en la que suele reunir a lo más granado del panorama actual del ballet en espectaculares localizaciones como las Termas de Caracalla de Roma o la Arena de Verona.
Es una de las bailarinas españolas más reconocidas internacionalmente. Compartió el Premio Príncipe de Asturias de las artes con Maya Plisetskaya en 2005, está condecorada con la Orden del Imperio Británico y fue bailarina estrella del Royal Ballet durante más de una década. Actualmente es la directora artística del English National Ballet —donde también es bailarina— y continúa cosechando éxitos con esta nueva faceta de su carrera. En mayo de 2007 transformó el estanque del Retiro de Madrid en el lago de los cisnes en compañía del bailarín Carlos Acosta con una adaptación del conocido ballet.
William Forsythe es uno de los coreógrafos más influyentes de los últimos treinta años. En 1987 creó esta pieza con Sylvie Guillem, estrella del ballet de la Ópera de París —la más joven en conseguir esta condición—, que se ha convertido en una de las más excitantes del ballet. Guillem encarna a la perfección la dureza, pasión y violencia necesarias. La influencia de la francesa sigue patente en la actualidad, tanto que llegó a cambiar el ideal de cuerpo de las bailarinas y con In the Middle, Somewhat Elevated la forma de moverse en el escenario.
Cuando pensamos en ballet, pocas veces lo asociamos con música rock, pero Chroma, coreografiado por Wayne McGregor, nos demuestra que pueden ser buenos aliados, tanto que se llevó un prestigioso Premio Olivier. En este vídeo, la madrileña Laura Morera y Eric Underwood bailan el paso a dos del ballet al son de The Hardest Button to Button.
No es la primera vez que McGregor se decanta por el rock en una de sus creaciones, ya que también ha utilizado la música de Mark Ronson en piezas como Carbon Life. Coreógrafo residente del Royal Ballety responsable de su propia compañía, es uno de los nombres más prolíficos de la escena actual y está llamado a ocupar un capítulo importante en la historia del ballet contemporáneo.
El talento de Sergei Polunin para la danza se veía desde las primeras clases en su Ucrania natal. Su carrera tuvo un ascenso sin precedentes y con tan solo 19 años fue nombrado bailarín principal del Royal Ballet de Londres, la estrella más joven en llegar a lo más alto. La presión mediática, las comparaciones con los más grandes de la historia como Nureyev, de quien estaba llamado a ser su sucesor, y los escándalos, que le hicieron ganarse el apodo del 'chico malo' o el 'James Dean' del ballet, hicieron que con tan solo 22 años dijese basta y abandonase el Royal Ballet.
En 2015, este vídeo dirigido por David LaChapelle en el que Polunin baila Take me to Church rompió internet y alcanzó millones de visitas en cuestión de días —hoy supera los 19 millones de reproducciones— y consiguió viralizar y reivindicar el ballet. Con su cuerpo plagado de tatuajes, la ambientación y su coreografía consiguió romper estereotipos. Su figura es el objeto de un documental, Dancer, que se estrena el 19 de mayo en España y ha ganado el premio de la crítica en el BCN Film Festival.
Muchos lo conocen por su papel de Alexander Petrovsky en Sexo en Nueva York, pero Mikhail Baryshnikov es uno de los mejores bailarines de la historia, para muchos, el mejor. Es capaz de bailar desde los papeles más clásicos, como este Don Quijote, a otros más contemporáneos, todos con la misma perfección y con una facilidad pasmosa. Ha bailado en las mejores compañías. Todo lo que toca lo convierte en oro; sin ir más lejos fue nominado al Oscar al Mejor Actor Secundario por tu papel en Turning Point en 1978.
Es el único bailarín masculino que ha ganado las tres condecoraciones más importantes de esta disciplina (Benois de la Danza, Premio de Lausana y la Medalla de Oro del Concurso Internacional de Varna), consiguió el Premio Nacional de Danza en 1999 y fue bailarín Estrella del Ballet de la Ópera de París durante once años. José Carlos Martínez ha bailado desde el repertorio más clásico, como Giselle o El Lago de los Cisnes, hasta otro más contemporáneo de la mano de Maurice Béjart o William Forsythe.
Desde septiembre de 2011 dirige con éxito la Compañía Nacional de Danza, donde ha conseguido revitalizarla y devolver la relevancia al ballet en España. Hasta el día 30 de abril se puede disfrutar del programa Una Noche con Forsythe, donde ejerce como director artístico, en el Teatro Real de Madrid.
Misty Copeland comenzó a bailar cuando tenía trece años, una edad con la que es imposible hacerse profesional, pero ella lo intentó pese a que sus condiciones físicas eran la antítesis de lo que se supone debe ser una bailarina. A día de hoy, y contra todo pronóstico, es la primera bailarina principal negra del American Ballet Theatre, la compañía más importante de Estados Unidos, y ha roto este altísimo techo de cristal en el mundo de la danza.
Copeland ha aprovechado su fama para animar a las niñas que quieran dedicarse al ballet a que no se rindan y luchen por sus sueños, sin importar los prejuicios y las convenciones sociales, y se ha convertido en una celebridad en Estados Unidos y un modelo a seguir en todo el mundo. No en vano, la revista Time la incluyó en su lista de personas más influyentes en 2015.