Nos sobran los motivos
Nunca antes, se consiguió tanto con tan poco. Vamos tan rápido que no se valora como merecen los logros del Gobierno, pese a una pandemia mundial y tener echada al monte a la derecha mediática y política desde que llego a La Moncloa.
Hace tan solo tres años que triunfó la moción de censura, significó el adiós a un Gobierno pasivo que estaba podrido por la corrupción, se cerró una época decadente de la política española. El paso del tiempo va reafirmando que el PSOE hizo lo correcto en el momento oportuno. Un acierto más que algunos jamás querrán reconocer.
En una sociedad tan líquida e inmediata como la que transitamos en estos momentos, donde tendemos a consumir todo como depredadores, lo que escuchamos, vemos o leemos pasa a estar casi borrado de la memoria en muy escaso tiempo. Vivimos de forma tan rápida que nunca tenemos tiempo para dar importancia a las cuestiones que realmente significan un cambio o avance, lo interiorizados tan rápidamente que no le damos el valor que tiene.
Y lo realizado por el Gobierno progresista de Pedro Sánchez tiene muchísimo mérito. Ha tenido que afrontar todas las vicisitudes posibles con un apoyo parlamentario inferior a cualquier otro presidente; meses de gobierno en funciones, una segunda investidura complejísima que culminó con un breve periodo de menos de 100 días de cierta calma institucional y la llegada de una pandemia que trastoco la vida de todos y todas. Una tragedia sanitaria, económica y social para el conjunto del planeta.
Esta crisis no es la del 2012, ni son las políticas del PP, no le compren la mercancía averiada a la derecha. El Gobierno ha creado un escudo social a base de mantener la subida de las pensiones y el SMI, los ERTE, el ingreso mínimo vital, las ayudas económicas a los autónomos, créditos del ICO, la paralización de los desahucios y tantas medidas extraordinarias para que nadie se quedara atrás. Este Gobierno ha tomado todas las decisiones que se necesitan y esperan de un gobierno progresista en un momento tan excepcional.
No solo ha sido eso, también el Gobierno progresista ha sacado adelante una importantísima labor legislativa en todos los ámbitos, tanto en derechos y libertades, como en el impulso a la educación o pioneros como la ley de cambio climático y protección de la infancia, son algunos ejemplos de una extensa producción. Nunca antes un Gobierno, con una representación parlamentaria tan limitada de apoyo, ha conseguido tantos logros legislativos. Esas leyes cambiarían la vida de miles de personas, suponen progreso y oportunidad para el futuro. Y, como siempre, todas sin apoyo alguno de la derecha.
Ahora que ya empieza a subir el empleo, que Europa nos reconozca como el país de la zona euro que más crecerá en 2021 y 2022, y que pronto se aplicarán los fondos de la UE obtenidos por Sánchez, hay razones para levantar la voz y demostrar que la gestión económica está siendo buena. La salida de la crisis se realiza a través de la transformación de nuestro modelo productivo, un país que deje de mirarse exclusivamente en el ladrillo y el turismo para ser vanguardia en la transición ecológica y la digitalización. A un gobierno progresista se le pide que gestione el presente y planifique el futuro, que transforme.
Nos sobran los motivos para reivindicar la labor del Gobierno progresista en estos tres años. Para sentirnos orgullosos y orgullosas como progresistas por mucho ruido que hagan. Tenemos aún mucho por delante, que su ruido diario no nos distraiga del camino de prosperidad y futuro que hemos emprendido para nuestro país.