Syukuro Manabe, Klaus Hasselmann y Giorgio Parisi, Nobel de Física
"Por sus innovadoras contribuciones a la comprensión de sistemas físicos complejos".
Syukuro Manabe, Klaus Hasselmann y Giorgio Parisi han sido galardonado este martes con el Premio Nobel de Física 2021.
Este galardón reconoce los nuevos métodos para describir sistemas complejos y predecir a largo plazo su comportamiento. Uno de ellos, de vital importancia para humanidad, es el clima de la Tierra.
En concreto, la Academia Sueca ha decidido premiar a los dos primeros “por el modelado físico del clima de la Tierra, cuantificando la variabilidad y prediciendo de manera fiable el calentamiento global” y al tercero por “el descubrimiento de la interacción del desorden y las fluctuaciones en los sistemas físicos desde la escala atómica a la planetaria”.
“Los descubrimientos reconocidos este año demuestran que nuestros conocimientos sobre el clima se apoyan en una sólida base científica, basada en un riguroso análisis de las observaciones”, dijo en la rueda de prensa de presentación del galardón, Thors Hans Hansson, presidente del Comité Nobel de Física.
Todos los galardonados de este año han contribuido -agregó- a que “conozcamos mejor las propiedades y la evolución de los sistemas físicos complejos”.
En qué destaca cada uno
El japonés Manabe, de 90 años, demostró cómo el aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera conduce a un aumento de las temperaturas en la superficie de la Tierra.
En la década de 1960 dirigió el desarrollo de modelos físicos del clima terrestre y fue la primera persona en explorar la interacción entre el balance de radiación y el transporte vertical de masas de aire. Su trabajo sentó las bases para el desarrollo de modelos climáticos actuales.
El alemán Hasselmann, de 89 años, creó aproximadamente diez años después un modelo que vincula el tiempo y el clima, respondiendo así a la pregunta de por qué los modelos climáticos pueden ser fiables a pesar de que el tiempo es cambiante y caótico.
También desarrolló métodos para identificar señales específicas, como huellas dactilares, que tanto los fenómenos naturales como las actividades humanas imprimen en el clima.
Sus métodos se han utilizado para demostrar que el aumento de temperatura en la atmósfera se debe a las emisiones humanas de dióxido de carbono.
Alrededor de 1980, el italiano Parisi, de 73 años, descubrió patrones ocultos en materiales complejos desordenados.
Sus descubrimientos se encuentran entre las contribuciones más importantes a la teoría de sistemas complejos. Permiten comprender y describir muchos materiales y fenómenos que parecen ser totalmente aleatorios, no solo en la física sino también en otras áreas muy diferentes, como las matemáticas, la biología, la neurociencia y el aprendizaje automático.
Al anuncio de este martes le siguen el del Nobel de Química (6 de octubre), el de Literatura (7 de octubre), el de la Paz (8 de octubre) y el de Economía (11 de octubre). El de Medicina fue a parar este lunes a David Julius y Ardem Patapoutian por sus descubrimientos sobre los receptores de la temperatura y el tacto.
Por segundo año consecutivo no habrá ceremonia de entrega, sino que será de forma virtual y cada ganador lo recibirá en su país. “La incertidumbre sobre el curso de la pandemia y las opciones de viaje son la razón por la que los ganadores de este año reciban sus medallas y diplomas en sus países”, señaló en un comunicado el director de la Fundación Nobel, Vidar Helgesen.