'Nieva en Benidorm' de la A a la Z
La nueva cinta de Isabel Coixet es una oda a las segundas oportunidades, a la belleza de lo desconocido y a la necesidad de salir de la zona de confort.
Este viernes llega a la gran pantalla Nieva en Benidorm, la cinta de Isabel Coixet que se ha enfrentado al COVID-19 y que, de forma valiente, se estrena en salas para recordarnos que la vida debe continuar. Ese es, precisamente, el mensaje que propugna Nieva en Benidorm, una oda a las segundas oportunidades, a la belleza de lo desconocido y a la necesidad de salir de la zona de confort.
Peter Riordan (Timothy Spall) es un hombre metódico y gris que trabaja en un banco de Manchester. Cuando es jubilado anticipadamente, encuentra que su vida ha perdido todo el sentido. Es entonces cuando decide viajar a Benidorm para reencontrarse con su hermano Daniel, a quien hace años que no ve. Sin embargo, al llegar descubre que ha desaparecido, iniciando una investigación que le introducirá en un universo lleno de exotismo y desconcierto. En su camino tropezará con Álex (Sarita Choundhory) una mujer hechizante, tan sensual y opuesta a él que le causará fascinación. Junto a ella intentará vislumbrar qué ha sido de Daniel, mientras su amor hacia Álex y hacia la propia ciudad acaban apoderándose de él.
Para celebrar el estreno de Nieva en Benidorm, os proponemos un viaje a través de algunas de sus claves, repasando el universo de Isabel Coixet de la A a la Z. Bienvenidos al mundo de Nieva en Benidorm:
Arte, Almodóvar y Ana Torrent
Toda película de Isabel Coixet produce una inmersión en una nueva vida o, cuando menos, en una vida alternativa. Ese es uno de sus mayores atractivos. Pero, además, su cine está repleto de arte que conjuga una puesta en escena soberbia con un sentido estético de primera magnitud. En Nieva en Benidorm, Coixet vuelve a ofrecernos una película repleta de arte en cada fotograma, producida además por El Deseo, como ya lo hiciera con Mi vida sin mí y La vida secreta de las palabras. Por si fuera poco, nos permite disfrutar de una espléndida Ana Torrent capaz de encarnar un enigma, un personaje que entraña muchos porqués, pero que dosifica sus revelaciones a golpe de contención.
Benidorm y el Brexit
Benidorm no es una localización, es un personaje, el cual adquiere dimensiones protagónicas con sus noches, su bullicio, sus paradojas y su vitalidad. Pero Coixet no se aísla en la ciudad al margen del mundo, sino que introduce el mundo en esta ciudad variopinta, donde los británicos componen una de las poblaciones más extensas. Ese aspecto british no solo se traduce en innumerables ciudadanos festejando la vida en las calles y en los locales, sino trasladando el contexto social a la ficción, Brexit incluido.
Carmen Machi
Reencontrarse con una de las mejores intérpretes contemporáneas es un privilegio. Su voz, su presencia y su versatilidad son imprescindibles para entender nuestro cine actual. Su personaje de Marta, una policía enamorada de la obra de Sylvia Plath, resulta entrañable y divertida. Era cuestión de tiempo que una grande como Machi trabajara a las órdenes de una grande como Coixet.
Dignidad
Los personajes de Coixet siempre están revestidos de una gran dignidad. Sean quienes sean, vivan como vivan, su existencia puede no ser ejemplar, pero el enfoque de la autora siempre es respetuoso. Así, en esta película observamos personajes de la más variada naturaleza, pero todos ellos son tratados con igual nivel de respeto. Quizá porque todas las criaturas de Coixet son tremendamente dignas y humanas.
Erotismo burlesque
Uno de los ejes de la cinta es el burlesque, incluido el espectáculo que protagoniza Álex, quien es capaz de seducir con un collar de perlas. Que el erotismo recaiga en un personaje femenino que supera los cuarenta es uno de los grandes aciertos de Nieva en Benidorm. Sin olvidar a Édgar Vittorino, otra ‘E’ repleta de atractivo.
Fascinación
Aunque el motor de la historia parece ser la búsqueda de un hombre desaparecido, el foco pronto gira para adentrarse en la fascinación del particularísimo universo que plantea la ciudad. La libertad de la tercera edad, su hegemonía en la costa alicantina y el entorno que rodea a este cosmos aparte son, sin duda, merecedores de una película.
Gastronomía
Por descontado, la gastronomía es uno de los elementos clave en la obra de Isabel Coixet; de hecho, los personajes quedan definidos por el modo en que disfrutan de la comida. La pulsión de alimentarse puede retratar a una pareja apasionada (Foodie Love), a una persona con serios conflictos (La vida secreta de las palabras) o a un hombre solitario aquejado de manías y represiones. Fíjense en el plato de Peter en Nieva en Benidorm. Toda una declaración de intenciones.
Humor
No hay película de Isabel Coixet que no haga gala de un humor encomiable. Incluso sus dramas no están exentos de momentos de distensión. Situaciones hilarantes, malentendidos, descubrimientos y sorpresas que en Nieva en Benidorm adquieren las formas más insospechadas, incluida la de un cisne.
Isabel Coixet
Premio Nacional de Cinematografía 2020, ganadora de ocho premios Goya y extraordinaria cineasta, Isabel Coixet no tiene nada que demostrar. Autora de un cine sensitivo, casi táctil, en el que ella se desplaza con la libertad que le da escribir y operar la cámara, sus propuestas nunca dejan indiferente y le hacen formar parte del exclusivo grupo de los mejores directores contemporáneos. Esperemos que no tarden los 84 años de Agnès Varda para otorgarle el reconocimiento que merece.
Jean Claude Larrieu y Jordi Azategui
El cine es un arte colectivo y, para acometer una gran película, es necesario un gran equipo. Jean Claude Larrieu es el director de fotografía capaz de plasmar en luz las ideas que Coixet tiene en mente, tal como lo ha realizado en repetidas ocasiones. Larrieu es, en definitiva, un must tanto en el cine de Coixet como en la fotografía cinematográfica. También lo es Jordi Azategui, quien en Nieva en Benidorm es el montador cuyas manos y lógica ordenan sintácticamente el sugestivo ritmo de la historia.
Karma
Como una acción de justicia poética, el karma aparece en la película como una respuesta a todo aquello que Peter ha llevado a cabo en el pasado. Tras abogar por sus clientes más necesitados, e incluso entrar en conflicto con sus jefes por otorgarles confianza, el mundo le ofrece una segunda oportunidad casi dickensiana para reconducir su vida.
Lavadoras
Elemento esencial en el cine de Isabel Coixet, las lavadoras representan el modo en que los problemas son traídos una y otra vez a nuestra mente, copando nuestra consciencia en un movimiento de retroalimentación constante. En Nieva en Benidorm no podía faltar, algo que sus seguidores celebrarán a buen seguro.
Manchester, meteorología y Javier Mayoral
De Manchester a Benidorm no solo hay 2325 kilómetros, sino una diferencia meteorológica y vital inauditas, tal como descubre el protagonista. La meteorología no solo es clave para entender la vida de Peter, sino también para comprender el rodaje de la película, el cual tuvo que ser interrumpido por un banco de niebla; una niebla que, en manos de Coixet, adquiere dimensiones mucho más significativas. Postdata: El póster diseñado por Javier Mayoral, otra ‘M’ esencial, es dignísimo de mención.
Neo-noir
Nieva en Benidorm no es drama ni comedia ni romance ni puro noir, sino una mezcla perfecta de todos ellos. Coixet ha tenido a bien denominarla ‘neo-noir’ y sin duda es esta la mejor manera de definirla.
aÑoranza
Al igual que en Aprendiendo a conducir, la película destila una sensación de esperanza en el futuro que elimina definitivamente la añoranza del pasado. No existe anhelo o de remembranza pretéritos, sino un futuro por hacer del todo prometedor.
Óxido bello
A veces, lo más bello se encuentra en lo oxidado. Este es un mantra que se repite no solo a nivel narrativo, sino visual. Ofrecer una nueva oportunidad a lo roto o caduco es la mejor manera de encontrar el valor en aquello que se cree perdido.
Pedro Casablanc
Al igual que en el caso de Machi, su voz y su presencia son espectaculares. Casablanc se ha convertido en uno de los principales actores del cine español, una de esas figuras imprescindibles en cualquier película que se precie.
Química
Peter y Álex no son adolescentes ni se encuentran en plena ebullición hormonal, pero la historia de amor entre ambos exuda química en cada plano. Además, con ellos Coixet vuelve a ofrecernos una visión intimista de las relaciones humanas, siempre profundas y repletas de lirismo.
Rapto
Una de las escenas más surrealistas y divertidas de la película la protagoniza Pedro Casablanc, un carnicero sui generis que perpetra un secuestro y que aporta todos los registros del espectro interpretativo. Por cierto, en nada se parece a El carnicero de Claude Chabrol, por si había alguna duda.
Sarita Choundhory y Sylvia Plath
“No vas a querer hacerlo” fueron las palabras que Coixet pronunció al darle el guion a Sarita Choundhory. El personaje de Álex, tan alejado de la intérprete, sorprendieron a Choundrhory, aunque la fe que tiene depositada en la directora le hizo confiar en su buen hacer. Otra gran mujer, Sylvia Plath, también protagoniza de manera indirecta Nieva en Benidorm. La poeta y novelista estadounidense, que vivió durante un tiempo en la ciudad, permea toda la película, siendo una influencia especialmente importante en la vida de Marta.
Timothy Spall: Tiempo seco mayormente soleado
Eje de la película, centro de su trama y del universo que propone Coixet, el trabajo de Spall es simplemente soberbio. Su contención, su acomodación a un mundo ajeno como Benidorm y su interpretación interpelan a un público que descubre en él un reflejo de sí mismo. Cualquiera puede sentirse identificado con Peter y con la aventura que comienza.
Urbanismo
El proyecto de Nieva en Benidorm comenzó como un documental acerca de la degradación de la costa, si bien el equipo pronto se dio cuenta del peligro que entrañaba adentrarse en este menester. Fue entonces cuando Coixet se percató de que la ciudad era una historia en sí misma.
Vida
Coixet tiene la capacidad de transformarse en cada película sin cambiar la esencia de su cine, el cual celebra la vida por encima de todo. En circunstancias adversas o incluso dramáticas, la vida siempre es un bien que prevalece, enfrentándose a una lucha sin cuartel por la libertad de sus personajes.
WeBank
No hay película de Coixet sin reflexión crítica acerca del mundo en el que vivimos. En este caso, no solo queda en solfa la especulación, sino también en universo bancario con sus luces y sus sombras. Además del lema “We Together Thrive” (“Juntos prosperamos”) del banco en el que trabaja Peter, frases como “algún día te arrepentirás de dedicar toda tu vida a dar dinero a gente que no lo necesita y negárselo a la gente que lo necesita de verdad” son toda una declaración de intenciones.
ConeXión
Expresada de todas las maneras posibles, con todos los matices necesarios, la conexión entre personas es inherente al cine de Coixet. Y esa unión se presenta en Nieva en Benidorm en toda su amplitud, desde la solidaridad de un desconocido -por otro lado, muy Tennessee Williams-, al crush impensable, pasando por el romance sin sexo con conexión eminentemente emocional. Junto a esto, dos ‘X’ que no se deben dejar pasar: Jennifer Cox, directora de la segunda unidad, Uxua Castelló, a cargo del arte.
Yes Sir, I can boogie
La melomanía de Isabel Coixet no solo se hace explícita en su extenso conocimiento musical, sino especialmente en la selección de temas para sus bandas sonoras. En esta ocasión, vuelve a contar con el imprescindible compositor Alfonso de Vilallonga (como ya lo hiciera en La librería, Mi vida sin mí, Ayer no termina nunca, Cosas que nunca te dije o A los que aman, entre otras), al igual que incluye temas tan emblemáticos como Yes Sir, I can boogie de Baccara.
Zoe Sala Coixet
Fotógrafa de extraordinario talento, suya es la foto fija del rodaje de la película, así como las espectaculares imágenes que decoran el aeropuerto ficticio de Benidorm, unas instantáneas repletas de arte con una modelo excepcional: Victoria Castillo, madre de la cineasta.
Un hashtag de apostilla
Y como apostilla a esta particular declaración de amor hacia Nieva en Benidorm añadimos un hashtag: #culturasegura. Porque es de recibo volver a las salas, recuperar nuestro espacio y disfrutar allí, donde debe ser, del arte cinematográfico.