Niccolò Bonifazio, el 'rescatador de gatitos', el último en la etapa del Tour
El sprinter italiano no ha tenido su día este miércoles.
Suenan tambores de guerra. Desde el jueves y hasta el sábado el Tour se decide en los Alpes... así que tocó miércoles de espera. No hubo ganas de fiesta a pesar del terreno de la decimoséptima etapa y solo un gran grupo de escapados se movió por la victoria. Se la llevó Matteo Trentin (Mitchelton-Scott). Por detrás, un pelotón menos numeroso que de costumbre y, más atrás, Niccolò Bonifazio (Total Direct Energie).
De italiano a italiano, de sprinter a sprinter, pero con media hora de diferencia. Bonifazio es uno de esos tipos rápidos con varias victorias en su haber, pero a la sombra de los grandes velocistas. Por eso, quizás, fichó por un equipo de menor categoría, tras años en la “primera división”.
Profesional desde finales de la temporada 2013, a sus 25 años parece haberle llegado el freno a su progresión. Cuando pasó al pelotón de los ‘mayores’ siendo aún un crío muchos cantaban sus futuras glorias; debieron calmar los ánimos. La adaptación al profesionalismo nunca es fácil. Sin embargo, no deja de tener su presencia en los puestos destacados en numerosas etapas.
Números aparte, este año tuvo su protagonismo en la prestigiosa clásica Milán-San Remo por un vertiginoso descenso. Lo que es parte de una carrera pasó a ser un gesto imitado por irresponsables aficionados. Tal fue el impacto que el propio Bonifazio tuvo que pedir que nadie le imitara. Una cosa son las carreras y otra el tráfico abierto, vino a decir. Ese gesto responsable fue fuertemente aplaudido por el colectivo ciclista y por ajenos.
Y de nuevo se hizo aplaudir hace unas semanas por un curioso rescate mientras entrenaba. El italiano se encontró un gatito abandonado entre bolsas de basura a pie de carretera: “Lo escuché maullar y lo vi”. Se lo llevó en bici, momentos después. Todo un abanderado de las causas nobles.