Netanyahu gana las elecciones en Israel, pero las alianzas para gobernar están en el aire
El primer ministro israelí no alcanzaría la mayoría con sus socios ultraortodoxos y de extrema derecha y necesita al menos de un viejo rival para tocar el poder.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha ganado las elecciones celebradas este martes en Israel, pero los resultados aún no alcanzarían para lograr la mayoría con sus socios ultraortodoxos y de extrema derecha, según los últimos sondeos.
Los porcentajes de voto darían una ligera ventaja a Netanyahu, que aparece mejor posicionado que la oposición para alcanzar 61 escaños, la mayoría necesaria para formar Gobierno en un Parlamento de 120.
Para llegar a esa cifra no le alcanzaría solo con el apoyo de sus socios, los ultraortodoxos y el Partido Sionista Religioso, sino que debería obtener también el respaldo de Yamina, que obtendría siete asientos y se perfila como actor clave que podría decantar la balanza a su favor, algo que hasta ahora no ha dejado claro. Con el recuento rozando el 90% ha surgido otro contratiempo para él: el único partido árabe recupera su presencia en el Parlamento y complica aún más la suma.
Horas después del cierre de las urnas, Netanyahu ha asegurado que es “necesario formar un Gobierno estable en Israel” para evitar unos quintos comicios y acabar con el largo bloqueo político del país.
Además, ha pedido a “todos los miembros del Parlamento” que coincidan con sus principios unirse para formar un “Gobierno homogéneo”. “No descarto a nadie”, ha agregado Netanyahu, cuyo partido habría obtenido 31 escaños, superando ampliamente a su principal rival, Yesh Atid, que se habría hecho con 18, a falta de resultados oficiales.
Formaciones con proyectos e ideologías dispares
El partido centrista Yair Lapid de Yesh Atid es la segunda formación, con el 11,6% de los votos. La tercera y cuarta fuerza son los partidos judíos ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unido de la Torá, con 9 y 8 escaños respectivamente.
Mientras, el Partido Laborista remonta con 8 escaños. El centrista Azul y Blanco de Beny Gantz, y el izquierdista Meretz, que luchaban por pasar el umbral electoral, obtendrían 8 escaños y 6, respectivamente.
El ultraderechista y laico Israel Nuestro Hogar, liderado por Avigdor Liberman, y opuesto a negociar con Netanyahu, conseguiría una representación de entre 6 y 8 diputados.
El Partido Sionista Religioso, que ha comprometido su apoyo a un Ejecutivo de Netanyahu, obtiene entre 6 diputados.
Guideón Saar, ex miembro del Likud, que se estrenó en estas elecciones con una recién creada formación Nueva Esperanza para desbancar a Netanyahu, entra en el Parlamento con 6 escaños.
La Lista Árabe Unida perdería escaños, y el islamista Raam, que se separó de la coalición para estos comicios, quedaría fuera del Parlamento.
La participación en estos comicios ha sido del 67,2%, menor que el 71% de las últimas elecciones, en marzo de 2020, y el registro más bajo desde 2013, lo que ilustra la fatiga electoral.
Israel ha celebrado este martes sus cuartas elecciones en menos de dos años con intención de desbloquear la situación política, a la espera de que los datos definitivos, previstos para este viernes, determinen las posibilidades reales que tiene Netanyahu de ser reelegido.