Navarra identifica a 31 presuntos abusadores en la Iglesia y 52 víctimas
El Gobierno foral considera que estos casos son solo "la punta del iceberg".
Un informe sobre los abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia católica en la Comunidad Foral, realizado por la Universidad Pública de Navarra (UPNA) por encargo del Gobierno regional, ha identificado a 31 supuestos abusadores y 52 víctimas, que son “la punta del iceberg”.
Según los datos del estudio, los abusos identificados se cometieron en 17 centros educativos o instituciones de 10 congregaciones en 12 municipios, y sus autores fueron un director de centro, 21 profesores, un fraile, dos sacerdotes, tres enfermeros, tres regentes de tiendas de material escolar o golosinas y un portero.
En cuanto a las víctimas, el informe ha identificado a 52, aunque en los últimas días otras siete se han puesto en contacto con la UPNA para ser entrevistadas, lo que refleja que son “la punta del iceberg”.
Por ello, el consejero de Justicia, Eduardo Santos, ha anunciado una iniciativa legislativa para reconocer la condición de víctimas de manera oficial con el mayor consenso posible parlamentario.
Y esto, ha señalado, incluye crear una comisión de reconocimiento que la valide con un examen profesional, “completo y exhaustivo”, que permita además poner a disposición de las víctimas la justicia restaurativa.
En este sentido, ha anunciado que, a partir de este viernes, 11 de febrero, la Oficina de Atención a Víctimas del Delito, de la Dirección General de Justicia, será la encargada de canalizar todas las solicitudes que se vayan produciendo por parte de las víctimas, desde la total confidencialidad y con el apoyo de un equipo multidisciplinar de psicólogas, trabajadoras sociales y personal del ámbito jurídico y administrativo.
“Un crimen horrendo”
Santos ha subrayado que el Gobierno de Navarra “se ha comprometido firmemente con esta cuestión” para “la protección de las víctimas en un contexto de defensa y promoción de los derechos humanos, no contra nada ni contra nadie”.
Se actúa contra unos hechos que son “un crimen horrendo contra niños y niñas y adolescentes”, ha precisado el consejero, que ha añadido que con este informe “estamos ante la punta del iceberg” pero son hechos, en todo caso, que “nos interpelan”.
De ahí su voluntad de que en el Parlamento navarro se amplíe este informe, para el que se ha entrevistado a 43 víctimas e identificado a otras nueve a pesar de una “manifiesta dificultad” porque “les cuesta identificarse como tal”, ha dicho su autor, Mikel Lizarraga.
Su perfil es el de menores de entre 8 y 12 años cuando fueron abusados, aunque hay algún caso de 5 y 6 años, lo que hace que no hayan sido conscientes de lo sucedido hasta tiempo después, y para cuando han dado pasos en busca de la verdad tenían entre 60 y 80 años; muchos ya no tienen interés debido al tiempo transcurrido.
A este respecto, ha destacado que un elemento que caracteriza a las víctimas es “el olvido” como “forma de autoprotección”, aunque no pocos, ante una película o una imagen, han recordado y tomado conciencia de su condición de víctimas.
A ello ha sumado, entre las dificultades para esclarecer los hechos, la influencia de la Iglesia, las cartas de contenido obsceno que han recibido en sus domicilios, un sentimiento de culpa o vergüenza “favorecido” por la respuesta de la Iglesia, que “se ha ocupado más de ocultar” los hechos que de proteger a las víctimas, el “dolor de rememorar” lo ocurrido y la “imposibilidad de obtener una justicia penal”.
El 30% son víctimas de carácter grave
Lizarraga ha añadido que de las 43 víctimas identificadas, el 30% son de carácter grave, con penetración, felación o sumisión química (somníferos o similar); el 58% son intermedios (tocamientos de genitales o masturbación); y el resto son casos leves (besos, mordiscos o tocamientos leves).
Ha destacado además que el 90% de las víctimas dice que no fue la única en su centro educativo y en algunos casos sostienen que fueron “generalizados” en su clase, o dicen conocer a otras personas que no han querido participar en la investigación, por lo que “todo apunta a que debe haber muchas más”, así como el hecho de que los casos identificados estén “extremadamente” repartidos por Navarra.
En la rueda de prensa ha intervenido también María Victoria Martinikorena, quien ha contado los abusos que sufrió por parte de una religiosa en el colegio de Ursulinas y ha lamentado que no se hable de estos cuando ha habido “violaciones, maltrato y abusos de poder”.
La respuesta del Arzobispado navarro
El Arzobispado de Pamplona ha asegurado, en relación al informe sobre los abusos sexuales cometidos por religiosos que ha sido presentado este viernes en Navarra, que a la Iglesia le parece “valioso” todo lo que sirva para terminar con este problema social.
A la Iglesia, han señalado a Efe desde el Arzobispado de Pamplona, “nos parece valioso todo lo que sirva para acabar con la lacra de los abusos en la sociedad, todo lo que contribuya a poner luz sobre una cuestión que es tan dañina para la vida de la sociedad”.
“Y siendo valiosa la mirada al pasado, nos parece valiosa, necesaria, importante y urgente la mirada al presente”, ha destacado el Arzobispado, que ha matizado que lo presentado este viernes es el adelanto del capítulo segundo de un informe que “el Gobierno de Navarra tampoco nos lo ha hecho llegar”.
El Arzobispado ha subrayado que quiere “que las víctimas presenten denuncias” y por este motivo “en el ámbito de las Iglesia en Navarra está la Oficina de Protección de Menores y Prevención de Abusos y también las oficinas que las congregaciones religiosas tienen para la presentación de denuncias y protección de las personas que han sido abusadas”.