España se estrena a lo grande en Qatar con un baño a Costa Rica (7-0) y manda un aviso al resto del mundo
Los de Luis Enrique se exhiben en un partido perfecto de juego, goles e intensidad. Ferrán Torres hizo un doblete en una actuación absolutamente coral del equipo.
Aquí está España. De rojo impoluto, en una preciosa equipación un tanto ‘belga’, los de Luis Enrique se presentaron en Qatar 2022 con una extraordinaria mezcla de juego, goles e intensidad para apalizar a Costa Rica por 7-0 y mandar un aviso al resto de favoritas a golpe de historia. Nunca se había vivido un primer partido así en los 78 años de leyenda mundialista española.
Y no, golear a Costa Rica no da billete a soñar con sumar la segunda estrella en el pecho, pero las sensaciones dejadas por el equipo sí invitan a pensar a lo grande. Algo que hoy no pueden hacer, por ejemplo, Alemania y Argentina tras derrapar ante rivales netamente inferiores en sus respectivos debuts.
Vividas las lecciones de ambas y sabidos los traspiés nacionales en anteriores aperturas mundialistas, España salió a hacer lo que mejor sabe. Jugar bien, tocar e imponer su calidad técnica. Entre la sorpresa y el aprovechamiento de los recursos disponibles, Luis Enrique impactó de salida colocando al mediocentro Rodri como central, una posición que tampoco le es ajena. Con él, volvió a apostar por Asensio de ‘falso nueve’, con Ferrán y Olmo en los extremos.
La calidad tardó unos pocos segundos en comenzar a imponerse. Si en el 5′ la tuvo Olmo tras un gran pase de Pedri, en el 10′ fue el propio extremo del Leipzig el que marcó el primer gol, entre la suerte de un rechace y la habilidad para colocársela y batir a Keylor Navas. Dani Olmo hizo, de paso, historia al anotar el tanto número 100 de España en los mundiales.
Era solo el principio de lo que se le venía a una Costa Rica reducida a la nada. Ni la olían, hablando en plata. Toque a toque (referencia fácil a la canción de Chanel), España acumulaba ocasiones y en el 21′ encontró nuevo premio. Una gran jugada coral acabó en apertura a la izquierda, centro medido de Alba y remate perfecto de Asensio. El ‘falso 9’ no le falla a su valedor. Poco después, cumplida la media hora, Jordi Alba (omnipresente en el primer tiempo), robó un balón en el área centroamericana y cayó derribado.
Ni protestaron el penalti los ‘ticos’. Era tontería... Ferrán Torres se sumó a la fiesta y sin problemas anotó el 3-0. No había partido. Con el tercer gol bajó la intensidad. Sin caer en la relajación, España sació buena parte de su ansia, practicando eso que llaman ‘fútbol control’. Con todo, hasta el descanso siguieron cayendo las ocasiones, como la que tuvo Asensio para el 4-0.
No cambió casi nada tras el descanso y España mantuvo el tono de los últimos minutos del primer tiempo. Sin necesidad de forzar, seguía amenazando el área rival. Otra vez la tuvo Asensio, muy presente hoy. Pero el premio se lo llevó un insistente Ferrán Torres, que se ganó el 4-0 al recuperar un balón que él mismo había perdido en el área de Navas. Mucho más fuerte y centrado que los ‘ticos’, se la llevó y metió la pierna para sumar un doblete y, acto seguido, el homenaje de su ‘suegro’ en el cambio.
Carrusel de cambios... y goles
Con la sucesión de cambios, Luis Enrique le dio algo más de media hora a Morata (y a Soler) para que vaya ganando sensaciones sobre el césped catarí. Al único 9 puro de la selección se le espera para momentos más complejos aunque hoy ya dejó un destello entre constantes intentonas.
El último tramo sirvió para descargar a veteranos como Busquets o Alba y darle galones y el debut mundialista al joven Alejandro Balde, tras su inesperada convocatoria por la lesión de Gayà. Ni con los titulares ni con los suplentes, Costa Rica consiguió revertir la dinámica, ni siquiera frenar la hemorragia para desesperación del portero exmadridista. La bola le duraba un suspiro y atrás no veía cómo frenar los ataques españoles.
‘La Roja’ quería más. Las nuevas caras luchaban por su hueco. Por ejemplo Balde, que en una acción brillante se fue al ataque, cedió a Morata y este, bloqueado por Navas, se inventó una asistencia a la media luna que Gavi aprovechó con una preciosa volea con el exterior. Golazo para completar la manita en el 74′.
Y hubo más, el sexto, obra de Carlos Soler en el 89′ pero casi apuntable a Nico Williams, que volvió a aprovechar sus minutos para dejar su sello y su velocidad. Ante Jordania se vio y hoy se reitera su previsible papel como revulsivo. Faltaba uno más, el de Morata, premio a su constancia y su muy buena actitud en la media hora larga que tuvo. 7-0.
Nunca bajó la concentración en un ejemplo de competitividad sana. El respeto al rival se demuestra con intensidad en el campo y con gestos como el de Luis Enrique en el banquillo, donde ya no celebró los últimos tantos. Partido perfecto de España.
Ahora, toca aterrizar; es solo el principio y el domingo espera una Alemania herida de muerte. Pero soñar es gratis... y esta España pinta rica.