A cierta distancia, pero presente. Carrie Johnson, desde hoy ex primera dama británica, ha arropado este jueves a su marido junto a la puerta del 10 de Dowining Street, desde donde Boris Johnson ha anunciado al mundo su marcha como primer ministro tras una cascada de dimisiones en su Gobierno, propiciadas por sus múltiples escándalos.
Con vestido rojo y su hija Romy —tiene dos hijos en común con Johnson, Wilfred de dos años, y ésta, nacida en diciembre, además de haber sufrido un aborto espontáneo en 2021— metida en una mochila de porteo, Carrie Symonds (su apellido de soltera) ha aplaudido las palabras de su marido, quien ha dicho que nadie es indispensable en política y que incluso las ha mencionado.
“Quiero dar las gracias a Carrie, a mis hijos y a toda mi familia, por todo lo que han aguantado tanto durante tanto tiempo”, ha señalado el ex primer ministro ante las cámaras.
Carrie Johnson, con su bebé.MAJA SMIEJKOWSKA via REUTERS
Carrie Johnson, con su hija escuchando la dimisión de Boris Johnson.PETER NICHOLLS via REUTERS
Boris Johnson ha anunciado su marcha cuando apenas le quedan dos semanas para cumplir tres años en el cargo. Junto a él, Carrie se convirtió en la pareja más joven en ocupar Downing Street en 173 años: ella ahora tiene 34 y él, 58.
Symonds es hija de uno de los fundadores del periódico de centroizquierda The Independent, Matthew Symonds, y de la abogada del diario, Josephine McAffee, según la BBC. Se crió en el suroeste de Londres antes de estudiar Historia del Arte y Teatro en la universidad.
La pareja se conoció en el trabajo, puesto que ella era la jefa de Comunicación del Partido Conservador. Se les empezó a relacionar en 2019, tras separarse Johnson de su anterior mujer, Marina Wheeler.
Pasaron por el altar, sin hacerlo público, en la catedral de Westminster el 29 de mayo de 2021, por lo que Carrie pasó de primera novia a primera dama.
La prensa británica resalta de su tiempo en este puesto su inclinación por causas animalistas y medioambientales, además de haber apostado por la moda sostenible e, incluso, el alquiler y la reutilización de modelitos para acudir a actos oficiales.
Sin embargo, este jueves en Twitter de lo que se han acordado muchos británicos fue de su gusto por el papel pintado. Y bien caro.
Para remodelar la residencia oficial, Carrie (entonces Symonds) recurrió a la interiorista Lulu Lytle. La financiación de aquello no solo fue cuestionada, sino que el papel de las paredes fue objeto de mofa después de que el Daily Mail filtrara una frase de Boris a su equipo: “Ella está comprando papel para las paredes de oro. Cuesta decenas y decenas de miles... No puedo permitírmelo”.
Ahora, de nuevo, les toca redecorar su vida.
Cuando estaba a un paso de ser el primer ministro británico, parecía haberse vuelto más "formalito". Aunque con Boris nunca se sabe.
146
Visitó la India y esta foto era absolutamente inevitable
Las mil caras (y gestos) de Boris Johnson. Un personaje popular y populista que ha dejado no pocas imágenes 'sui géneris'. Y es que jugando a la cuerda con traje, corbata y zapatos la cosa pintaba fea.
En su etapa de alcalde de Londres se implicó mucho en promocionar deportes como el rugby de cara a los Juegos Olímpicos. Quizá demasiado. Pobre niño...
Pero en un plano más "serio", fue uno de los grandes referentes de la campaña por el "Sí al Brexit". Por supuesto, su campaña fue "a lo Boris Johnson".
En cualquier lugar y con cualquier objeto: a la salida del bus promocional para el "Vote Leave" contra la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea.