La famosa antivacunas y seguidora del movimiento QAnon Cirsten Weldon ha fallecido tras contraer el coronavirus. Conocida por sus declaraciones negacionistas y con miles de seguidores en sus cuentas de redes sociales, ha muerto en un hospital de California después de padecer la enfermedad a la que ella se refirió como una “neumonía bacteriana”.
Popular por publicaciones en las que apoya numerosas teorías de la conspiración o el asalto al Capitolio de EEUU, acostumbraba a mostrar su rechazo al proceso de vacunación. En su último vídeo subido el 28 de diciembre, podía vérsele tosiendo y asegurando que estaba “débil”, lo que le llevó a anunciar su ausencia en una reunión que estaba programada para el 1 de enero en Santa Mónica (California).
Rechacé el tratamiento con Remdesivir del doctor [Anthony] Fauci
Cirsten Weldon, conocida antivacunas fallecida tras contraer la covid
En una de sus retransmisiones había dejado entrever su positivo en covid. “Ellos me hicieron la prueba COVID y rechacé el tratamiento con Remdesivir del doctor [Anthony] Fauci”, había precisado. El 6 de enero acabó falleciendo, pero la noticia no ha trascendido al público hasta los últimos días, provocando incluso desagrado en algunos de sus seguidores que han pedido actuar contra los servicios médicos.
Colgar a Fauci de una cuerda
De hecho, Cirsten Weldon había conseguido notoriedad por lanzar amenazas al gran epidemiólogo estadounidense al que se refirió defendiendo que “necesita ser colgado de una cuerda”. No ha cargado solo contra Fauci, sino contra todos aquellos que recibían el pinchazo contra la covid. ”¡Las vacunas matan, no se las pongan! Así de crédulos son éstos idiotas. Todos están recibiendo vacunas”, había asegurado en una publicación.
El coronavirus mata: esta es la prueba gráfica
Una persona duerme en una cama a unos pocos pasos de un cadáver, envuelto en bolsas protectoras y tendido en el piso de un centro de mayores, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar infecciones, dos trabajadores de una funeraria preparan el cuerpo de un anciano fallecido por COVID-19 antes de retirarlo de un centro de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
El cuerpo de una persona muerta por Covid, cubierta en su cama de un asilo de Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar contagios, empleados funerarios sacan el cuerpo de una persona mayor fallecida a causa del coronavirus tras retirarlo de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Dos empleados de una funeraria retiran el cuerpo de una víctima de COVID-19 de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Empleados de una funeraria trasladan el cuerpo de un anciano fallecido por coronavirus en una camilla tras retirarlo de una residencia de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Marina Gómez, empleada de una funeraria, maneja el cadávez de una víctima del coronavirus en la morgue de su empresa, Mémora, en Barcelona, el 16 de noviembre de 2020.
Una empleada de funeraria, tratando un cuerpo, el 17 de noviembre de 2020 en Barcelona.
Un trabajador de una funeraria prepara un féretro de una víctima del COVID-19 antes de su incineración, en un tanatorio de la empresa Mémora, en Girona, el 19 de noviembre de 2020.
Un empleado del crematorio recoge las cenizas de un fallecido por covid en el tatatorio de Mémora, Girona.
Familiares de un fallecido por Covid. en el tanatorio Mémora de Girona, el 29 de noviembre de 2020.
Familiares de un fallecido por Covid. en el tanatorio Mémora de Girona, el 29 de noviembre de 2020.
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El cuerpo de un anciano víctima del coronavirus, descansa tapado con una sábana sobre una cama en un centro de mayores en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Una persona duerme en una cama a unos pocos pasos de un cadáver, envuelto en bolsas protectoras y tendido en el piso de un centro de mayores, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar infecciones, dos trabajadores de una funeraria preparan el cuerpo de un anciano fallecido por COVID-19 antes de retirarlo de un centro de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar contagios, empleados funerarios sacan el cuerpo de una persona mayor fallecida a causa del coronavirus tras retirarlo de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Empleados de una funeraria trasladan el cuerpo de un anciano fallecido por coronavirus en una camilla tras retirarlo de una residencia de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Marina Gómez, empleada de una funeraria, maneja el cadávez de una víctima del coronavirus en la morgue de su empresa, Mémora, en Barcelona, el 16 de noviembre de 2020.
Un trabajador de una funeraria prepara un féretro de una víctima del COVID-19 antes de su incineración, en un tanatorio de la empresa Mémora, en Girona, el 19 de noviembre de 2020.