Muere Ascensión Mendieta, símbolo de la lucha de las víctimas del franquismo
A los 93 años.
Ascensión Mendieta ha muerto a los 93 años. La mujer era uno de los símbolos de la lucha de las víctimas del franquismo por recuperar los restos de sus familiares fusilados durante la guerra y la dictadura. Fue la primera en conseguir una orden judicial para rescatar los restos de su padre, Timoteo Mendieta.
La nieta de Ascensión, Aitana Vargas, ha confirmado la noticia en redes sociales. “El espíritu de mi abuela Ascensión Mendieta se ha sumado hoy al de su padre Timoteo Mendieta. Pronto descansarán juntos en el en final de una travesía que prendió la llama de la esperanza en otros españoles que buscan a sus seres queridos. Gracias por acompañarla en este viaje”, ha escrito.
Ascensión Mendieta fue símbolo e inspiración para las víctimas del franquismo gracias a su lucha vital: recuperar los restos de su padre, Timoteo Mendieta. Era carnicero y presidente de UGT en Sacedón (Guadalajara), así que se convirtió en objetivo para los golpistas, que lo fusilaron el 15 de noviembre de 1939 y arrojaron sus restos a una fosa común del cementerio de Guadalajara.
En el momento de su asesinato, tenía 7 hijos. Entre ellas Ascensión, que tenía 13 años cuando lo vio por última vez, y que no dejó de luchar hasta conseguir rescatar del olvido los restos mortales de su padre. “Yo quiero que me entierren con él”, decía en cada manifestación y en cada entrevista.
Lo consiguió en 2017, a los 91 años. Con 88 había tomado un avión a Buenos Aires para pedir amparo a la jueza argentina que investigaba los crímenes del franquismo.
Siguió de cerca los trabajos de los arqueólogos en las dos fosas comunes, vivió la decepción al no encontrar los restos de su padre en la primera... y la inmensa satisfacción de hallarlo en la segunda.
El empeño de Ascensión, que no cabía en sí de gozo, permitió que al menos otras 20 familias pudieran recuperar los restos de los suyos, fusilados junto a Timoteo.