Los cinco momentos más locos de la llamada de Trump intentando robar votos
Trump no tuvo ningún pudor en presionar al Gobierno de Georgia para que le regale 11.780 votos; ahora esa conversación ha salido a la luz.
La llamada telefónica del presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, al Secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, fue una tentativa sin precedentes de alterar los resultados electorales.
Dos meses después de perder las elecciones y tras incontables batallas legales perdidas, Trump se enfrenta a una nueva avalancha de críticas por presionar al Gobierno de Georgia para que le concedan 11.800 votos y le declaren ganador del Estado.
La llamada se produjo durante el fin de semana, a pocos días de que dos senadores republicanos luchen por mantener su cargo en una segunda vuelta en la que el Partido Republicano se juega el control de la cámara durante el primer mandato de Joe Biden.
Estos son los cinco momentos más destacables de la llamada telefónica, de más de una hora de duración, entre Trump y dos mandatarios de Georgia, publicada por The Washington Post.
Georgia ha vivido mayor escrutinio de sus resultados electorales que ningún otro estado del país, y los tres recuentos realizados hasta el momento han dado como ganador a Joe Biden. Incluso el republicano Brian Kemp ha certificado dichos resultados.
Sin embargo, Trump sigue insistiendo en que la victoria de Biden, por 11.779 votos, fue un fraude:
“Solo quiero encontrar 11.780 votos, [...] porque nosotros ganamos en ese estado. Cambiar el resultado sería un gran testamento para nuestro país.
Si fue un error, no lo sé. Mucha gente piensa que fue un error, pero fue mucho más delictivo que eso. Es un gran problema para Georgia y no es un problema que vaya a desaparecer.”
Trump sigue teniendo el control del Departamento de Justicia durante las dos semanas que le quedan en el cargo. En un momento de la llamada, el presidente les insinuó a Raffensberger y a Ryan Germany, el abogado de mayor rango de Georgia, que podrían ser procesados si no le dan los 11.800 votos que necesita:
“Confío en que vais a descubrir que están destruyendo votos porque no están firmados o lo que sea. La cosa es que esos votos no valen. Y vosotros vais a descubrirlo y desvelarlo porque sería más ilegal para vosotros que para ellos, porque ellos están haciendo algo ilegal, pero vosotros no estáis informando de ello. Y eso es un delito, un acto delictivo, y no podéis dejar que eso pase. Sería un gran peligro para ti y para Ryan, tu abogado. Es un gran peligro”.
Raffensperger, pese a pertenecer al mismo partido, insistió en que los datos que maneja Trump son falsos y que es un bulo que miles de fallecidos hayan votado en las elecciones.
Cuando Trump siguió repitiendo sus cifras, sin pruebas, Germany, el abogado, le dijo que se sentaría encantado con sus abogados para explicarles y demostrarles “cómo sabemos que son datos erróneos, erróneos, erróneos, erróneos, erróneos”.
Trump instó a Raffensperger y a Germany a reunirse con sus abogados lo antes posible para ayudar a los candidatos David Perdue y Kelly Loeffler en la segunda vuelta del día 5 de enero.
“Creo que deberíamos resolver esto antes de la votación. Si no, vas a conseguir que la gente no vaya a votar. No quieren votar. Odian el estado, odian al gobernador y odian al secretario de estado. Eso te lo puedo asegurar ahora mismo.
Las únicas personas que te quieren son las que nunca te votarán. Lo sabes, ¿verdad, Brad? Les gustas. No pueden creerse lo bien que les has venido. Quieren a más gente como tú. Así que mira, ¿os podéis reunir mañana? Brad, solo queremos la verdad. Así de simple”.
En un momento determinado de la llamada, Trump insistió con nuevas acusaciones de fraude. Raffensperger y Germany le recordaron que la Oficina de Georgia de Investigación y el FBI ya habían investigado los resultados electorales y no encontraron las pruebas a las que tanto alude Trump. Este se sacudió de encima el argumento diciendo que dichas agencias son “incompetentes”.
“[Si no han encontrado pruebas], entonces son incompetentes. O mienten o son incompetentes, ¿vale? Solo hay dos explicaciones: la mentira y la incompetencia. Si no, no es posible. No es posible”.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidosy ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.