Moix frente al espejo: 3 meses en el ojo del huracán
La convulsa trayectoria en el cargo del fiscal jefe Anticorrupción
"No le tengo ningún apego al cargo, no estoy aquí para estar cueste lo que cueste y valga lo que valga", explicaba este miércoles el fiscal jefe Anticorrupción en una entrevista en Onda Cero. Sin embargo, desde su nombramiento hace sólo tres meses, el 24 de febrero, Manuel Moix no ha hecho más que acaparar titulares polémicos mientras sus jefes no hacían más que justificarlos, costara lo que costara, incluida una reprobación inédita en el Congreso de los Diputados.
El último patinazo de Moix tiene su origen a 8.300 km de España, en Panamá. El máximo cargo cuyo trabajo consiste en perseguir a los corruptos ha visto cómo estos días se ha vinculado su nombre al de uno de los paraísos fiscales más conocidos. O, dicho en palabras de la fiscal Sofía Puente, "ni nos habíamos planteado que un fiscal pudiera tener una sociedad off-shore. La realidad supera a la ficción".
En esa realidad difícil de creer, según ha revelado el diario InfoLibre, Moix participa al 25% en una sociedad radicada en Panamá y propietaria de una chalet valorado en 550.000 euros. El 75% restante pertenece a sus otros tres hermanos. La empresa la creó el padre del fiscal y la heredaron los hijos a su muerte en 2011.
"Yo me entero cuando fallece al pagar el impuesto de sociedades y vimos que la casa era de una sociedad, no de nuestro padre", ha justificado Moix en una entrevista en la Cadena Ser. "Pagamos los impuestos correspondientes y lo legalizamos todo. Ahí queda la cosa. Era una sociedad que estaba inactiva, que nunca tuvo actividad y lo que hago es heredar un bien que está a nombre de una sociedad en Panamá". La sociedad no pudo ser disuelta porque, según Moix, uno de sus hermanos no podía afrontar los gastos de liquidación, que ascienden a 400 euros.
Los técnicos del Ministerio de Hacienda tienen dudas sobre esta versión de los hechos de Moix y por eso han solicitado este miércoles a la Agencia Tributaria que abra una inspección para verificar si realmente la sociedad panameña sirvió para eludir el pago de 90.000 euros en impuestos.
Esta explicación del fiscal jefe Anticorrupción no sólo tiene esa laguna. InfoLibre publica este miércoles que sí conocía la existencia de la empresa de Panamá antes del fallecimiento de su padre.
Participar de una sociedad en un paraíso fiscal cuando fue nombrado fiscal Anticorrupción no le pareció incompatible a Moix con su nuevo cargo. De hecho, ha explicado que no se lo ha comunicado a su inmediato superior, el Fiscal General del Estado, hasta esta semana, cuando el tema ya había llegado a la prensa. "Me dijo que estuviera tranquilo y quedamos en hablar", ha asegurado Moix.
Parece que ni siquiera el precedente de José Manuel Soria, que tuvo que dimitir como ministro por tener una sociedad también en Panamá y mentir sobre ello, ha hecho pensar al fiscal que su situación es insostenible. Lo ha recordado Íñigo Errejón al poner este tuit con las palabras de Montoro a propósito del caso Soria.
El escándalo tiene ya tales proporciones que las críticas al fiscal jefe Anticorrupción son constantes desde el lunes, cuando InfoLibre publicó su exclusiva.
Los propios compañeros de profesión de Moix, agrupados en tres asociaciones, le han pedido que aclare su situación. "Tiene que dar ya explicaciones pertinentes", piden desde la Asociación de Fiscales. La Unión Progresista de Fiscales habla directamente de "falta de ética". Y la Asociación Profesional e Independientes de Fiscales tiene claro que "al frente de la Fiscalía Anticorrupción no puede estar una persona que esté vinculada con un paraíso fiscal".
El episodio de la empresa en Panamá no es más que la guinda de un pastel llamado Manuel Moix que lleva el suficiente tiempo en el horno como para estar ya requemado. Su nombre, además de a Panamá, pasará a las hemerotecas vinculado al de la Operación Lezo contra Ignacio González. La actuación de la Fiscalía Anticorrupción ha estado en entredicho desde el minuto en el que se supo que Moix había intentado impedir, horas antes de la detención del expresidente de la Comunidad de Madrid, uno de los registros que acabaron con González en la cárcel de Soto del Real.
La polvareda que levantó la obstaculización de Moix fue tan grande que la oposición forzó la comparecencia del Fiscal General del Estado en la Comisión de Justicia del Congreso. Allí, José Manuel Maza dijo que no existía "un solo dato objetivo" que le hiciera arrepentirse de la designación de Moix al frente de Anticorrupción. Y no sólo eso. Se mostró "atónito" por las "sospechas injustas, informaciones desviadas, infundadas y gravemente perjudiciales" contra la Fiscalía.
Sin embargo, que Moix era una bomba de relojería no pudo pillar por sorpresa al Fiscal General porque, antes de nombrarlo, recibió por un cauce no oficial una información sensible: que la Guardia Civil tenía un pinchazo telefónico en el que Ignacio González decía que el nombramiento de Moix resolvería sus problemas judiciales con el famoso ático de Estepona.
"Yo creo que a ver si podemos colocar el tema del fiscal Anticorrupción, ¿sabes? Y... yo creo que va a ser él, si sale es cojonudo... Te digo yo a ti, que yo ya lo intenté en su día, pero no tenía no sé qué requisito. Él era el jefe fiscal de Madrid, que es un tío... bueno... se llama Moix, es un tío serio y bueno", le contó González a Eduardo Zaplana sin saber que estaba siendo grabado.
El tiempo de Moix en la Fiscalía Anticorrupción parece estar llegando a su fin. Esta mañana ha dicho que tiene una conversación pendiente con el Fiscal General "esta noche o mañana".
El Gobierno, mientras tanto, ha pasado de la defensa que Rajoy hizo ayer del fiscal a la distancia. El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha echado balones fuera diciendo que es el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, al que "corresponde proponer un expediente para remover a Moix" del cargo. La vicepresidenta Sáenz de Santamaría no ha querido apoyar a Moix y ha despachado el asunto cargando el muerto a la Fiscalía: "Cuando se trata de nombramientos de la Fiscalía, es a ella a quien le corresponde esos nombramientos y las situaciones administrativas que afectan a los fiscales".
Decía hoy Gabriel Rufián que las palabras de Rajoy diciendo que confía en Manuel Moix "suenan a salida": "Es como cuando un presidente ratifica a un entrenador de fútbol, significa que lo va a echar".
Ahora la duda está saber cuántos partidos le quedan a Moix dirigiendo la Fiscalía Anticorrupción.