Moda y sostenibilidad, ¿una relación posible?
La moda viene a ser un reflejo de los cambios que se producen tanto a nivel social, como político y cultural, que se producen a lo largo y ancho del planeta. A medida que el ser humano ha ido evolucionando, lo ha hecho también su forma de lucir su aspecto exterior.
Aunque la utilización de la ropa se remonta miles de años, el concepto de moda como tal comenzó en el Renacimiento, cuando apareció la profesión de los costureros. Algunos estilos permanecen y se han convertido en clásicos, mientras que otros, tan solo pasajeros, han logrado marcar generaciones.
Pero la moda no pasa solo por las prendas de vestir, sino que afecta también a la peluquería, el maquillaje e incluso todo tipo de esencias delicadas y florales que se convierten en elementos que forman parte de este ámbito. No obstante, hoy en día una de las mayores preocupaciones recae directamente sobre la ropa: la sostenibilidad en su fabricación.
¿Moda en la moda?
Es decir: la moda tiene tareas medioambientales y tiene que hacerlas ya mismo. Esta industria es responsable de más del 8% del total de las emisiones de carbono de todo el mundo, superando a la aviación y la mensajería juntas. Y si bien pudiera parecer que la sostenibilidad está precisamente de moda en este ámbito, el progreso que se está llevando a cabo no resulta suficiente.
Al hilo de este tema, un informe publicado en mayo ha puesto de manifiesto que en realidad la moda está disminuyendo su velocidad en relación a mejorar su impacto medioambiental. Hacen falta compromisos, es decir, ponerse objetivos ambiciosos en el sector, que actualmente no es todo lo rápida que debería.
Según expertos del sector, las regulaciones gubernamentales pueden contribuir a incrementar el ritmo y si se gravase el carbono o el agua, movería grandes secciones de la industria. Son muchos ya quienes reclaman un green new deal en la moda, y se ha propuesto una revolución ecológica en la que la industria textil pueda ser en realidad una fuerza política positiva.
Para tomar nota
A continuación, analizamos algunos de los compromisos básicos que tendrían que realizar todas las marcas de moda para labrar un futuro más sostenible.
1. Neutralización del carbono
Firmas de moda de todo el planeta tienen que disminuir sus emisiones de carbono para contribuir a luchar contra el cambio climático. En la Carta de la industria de la moda para la acción climática de la ONU (2018), que firmaron 43 marcas, se ha fijado el objetivo de que estas compañías reduzcan las emisiones en un 30% para 2030, y que no lancen emisiones en 2050.
2. Mejora de la cadena de suministro
En las compañías hay que examinar la cadena de suministro para conseguir un futuro que sea más ecológico, y para una mejor transparencia y trazabilidad con respecto a los materiales utilizados y la fabricación de prendas.
Resulta especialmente problemático que no exista una organización global encargada de regular a todos los fabricantes del mundo. Según expertos del sector, la única forma de resolver el problema es que un organismo como Naciones Unidas establezca los estándares y las respectivas penalizaciones en caso de que estos no se cumplan. Por otra parte, se ha pedido que haya regulación en la Unión Europea, que incluya la utilización de químicos, para mejorar los estándares de fabricación fuera del continente.
3. Inversión en materiales futuros
Es esencial encontrar alternativas a los materiales que tienen un impacto negativo en el medioambiente. Esto tiene sentido también desde el punto de vista de las empresas, tal como demuestra una compañía que crea una alternativa a la piel realizada a base de fibras de hoja de piña (existen casi 13 millones de toneladas de residuos de piña en todo el planeta).
4. Crear modelos de negocio nuevos
Para alterar los actuales modelos de negocio que se basan en consumir más y más, sería interesante contar con una economía de moda circular, consistente en un sistema en el que todos los productos se pueden reutilizar o ser descompuestos por completo.
5. Dar apoyo a las generaciones siguientes
La ola de talentos tiene un papel fundamental en un futuro más ecológico para la industria. Profesionales del mundo de la educación han señalado que la siguiente generación desea reimaginar de forma radical el sistema de la moda desde el punto de vista de la sostenibilidad.