Fracasa la moción de censura del PSOE en Castilla y León contra el Gobierno de PP y Cs
El PSOE había llamado a la “valentía” y populares y naranjas han acusado a los socialistas de alentar el transfuguismo.
Fracaso socialista en Castilla y León. La moción de censura impulsada por el PSOE contra el Gobierno del popular Alfonso Fernández Mañueco no ha salido adelante. El barón del PP se mantendrá al frente de la Junta con Ciudadanos (Cs) gracias a los 41 diputados que han votado en contra de que prosperara el intento de derribo. Solo 37 procuradores han votado a favor y ha habido tres abstenciones, las del Grupo Mixto.
Tras el terremoto político desencadenado por Cs en Murcia, este lunes una réplica ha sacudido Castilla y León, que ha vivido la primera moción de censura de su historia. En ella, el PSOE ha llamado a la “valentía”, mientras que populares y naranjas han acusado a los socialistas de alentar el transfuguismo.
El problema para los socialistas es que Cs ha llegado con muchas dudas y con una diputada menos que se pasó al grupo mixto el pasado viernes y que finalmente se ha abstenido tras anunciarlo con anterioridad. También se han abstenido los diputados de Unión del Pueblo Leonés (UPL) y de Por Ávila, como ya habían anunciado en el debate, por lo que el PSOE no ha logrado los apoyos necesarios, 41, para desbancar Fernández Mañueco.
La procuradora socialista Ana Sánchez, encargada de presentar a primera hora ante el pleno la moción, ha apelado al inicio de su intervención a las “conciencias” y al “compromiso ético y moral” de los 81 parlamentarios para que la iniciativa prospere. Sánchez se ha lanzado en tromba a agrietar la postura de Cs.
Los naranjas, no obstante, se han mostrado muy duros con el candidato socialista, Luis Tudanca: “Hicimos bien en no pactar con ustedes”, le ha espetado el portavoz, David Castaño, quien ha pedido al PSOE que deje “morir en paz” a su partido después de que el socialista le dijera que los naranjas son como el protagonista de la película de El sexto sentido, que todo el mundo sabía que estaba muerto menos él.
El candidato socialista, Luis Tudanca, se ha esforzado en señalar el “error” de Cs al unir su destino al del PP: “No hacer nada no es una opción, resignarse no es posible”. El dirigente del PSOE en Castilla y León ha recalcado que la “corrupción” merece un “castigo ejemplar”. Y, por eso, Tudanca ha dicho que la moción es más que necesaria.
El presidente autonómico ha replicado a su contrincante y le ha tachado de marioneta de Moncloa y Ferraz, pues ha asegurado que la moción contra su Ejecutivo es un encargo directo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Fernández Mañueco, además, ha anunciado que “en próximas semanas” suprimirá el impuesto de sucesiones y donaciones al dar por roto el pacto por la recuperación que suscribieron los grupos parlamentarios.
Fernández Mañueco ha hecho este anuncio durante el debate para replicar a Tudanca, a quien ha pedido que concrete su propuesta fiscal para la comunidad. El candidato socialista había desgranado antes a los procuradores un plan con 11 leyes sobre los que centraría su hipotética acción de Gobierno. Entre ellas, una de mejora sanitaria, otra de desarrollo rural y otra dirigida a los trabajadores autónomos.
La procuradora de Vox en las Cortes de Castilla y León, Fátima Pinacho, ha dejado claro en su intervención que nunca apoyará a un partido “socialcomunista”, a lo que Tudanca ha dado las gracias, porque, como ha defendido, no quiere ni querrá el voto de la extrema derecha.
La votación, que no se producirá antes de las 19.00 de este lunes o ya en la mañana de este martes, está dirigida a desbancar al presidente. Y se prevé complicada para Tudanca, a quien le faltan cuatro votos para lograr la mayoría que está buscando hasta el último momento entre acusaciones del PP y de Cs de alentar el transfuguismo.
La renuncia de María Montero, la procuradora de Cs, ha dejado sin mayoría en la cámara autonómica al Gobierno de coalición que conforman populares y naranjas. Y, por eso, los diputados socialistas han guardado la esperanza de encontrar la fórmula que les acerque al Ejecutivo regional.
El problema para las expectativas de Tudanca es que el PSOE que también ha visto cómo el único diputado de la formación Por Ávila ha anunciado su abstención “como consecuencia de la falta de compromiso por parte de las formaciones políticas mayoritarias con esta provincia”. Todos los ojos están puestos ahora en cualquier movimiento que precipite una mayoría alternativa.
Si la moción de censura se vota este mismo lunes o se aplaza al martes depende de cuánto se alarguen los diputados en es sus intervenciones durante el debate. La votación se realizará mediante la fórmula del llamamiento, uno a uno, de todos los procuradores por parte del presidente de las Cortes, por lo que también ese trámite se alargará más de lo que suele ser una votación ordinaria.
La postura de Por Ávila
El presidente del partido regional Por Ávila, José Ramón Budiño, ha lamentado que “los representantes mayoritarios antepongan sus intereses partidistas a cualquier otra circunstancia” y, sobre todo, que “se haga en las actuales circunstancias, cuando la primera preocupación de las instituciones y de los representantes de los ciudadanos debería ser, precisamente, los habitantes de este territorio”.
De la misma forma, el representante de Por Ávila ha incidido en que, “gobierne quien gobierne, el voto de Por Ávila contará más que nunca para dar estabilidad al Gobierno, siempre y cuando se garanticen inversiones para la provincia”.
Desde esta formación aseguran que el único objetivo de sacar a la provincia abulense del olvido “se mantiene, sin pedir a cambio ni sillones ni prebendas, y se mantiene también en un momento como el actual, en el que todas las formaciones políticas en todas las instituciones deberían tener un único y claro reto”.
El portavoz parlamentario de Cs en Castilla y León, David Castaño, ha mantenido su negativa a apoyar al PSOE en la moción de censura en los últimos días. No obstante, Castaño también ha mostrado sus críticas señalando que Tudanca estaría buscando tránsfugas en el seno de su partido y la propia Inés Arrimadas ha tenido que llamar a Mañueco para calmar la situación y tranquilizar a los populares.