Mi amiga se suicidó y no creo que fuera un acto egoísta
El suicidio no es un acto egoísta. Es un acto de desesperación, dolor y, a menudo, compulsión. La mayoría de los que tienen familia o amigos que han perdido a alguien debido al suicidio estarán de acuerdo. He sido amiga de Kirsty desde los 16, pero nos hicimos íntimas en los últimos años de su vida. Durante mucho tiempo, sufrió enfermedades mentales como depresión y ansiedad. Y en septiembre de 2016 se suicidó.
Creo firmemente que las enfermedades de salud mental son tan serias como cualquier otra enfermedad terminal y/o de larga duración; sin embargo, por mucho que se comente en la prensa, no tienen tanto apoyo. Cuando tienes una lesión física, vas a urgencias y te atienden siguiendo un proceso. Pero si tienes una enfermedad terminal (como el cáncer, por el que perdí a mi madre y a mi padrastro), se establece el plan de tratamiento oportuno con una serie de tratamientos y revisiones periódicas, sobre todo si es cáncer. Puedo hablar desde mi propia experiencia de la salud mental, porque tras estar 25 años "en el sistema", tres intentos de suicidio y un millón de medicamentos, todavía sigo en lista de espera para otros 18 meses de terapia, ya que, en el cuarto de siglo que llevo sufriendo, nunca me han ofrecido ninguna. A principios de año, finalmente me "dieron el diagnóstico", lo que permitió que me apuntaran a la lista de espera. La mayoría de las veces lucho, pero otros días solo pienso "no puedo seguir con esto ni un día más, y mucho menos otro año".
El sistema nos decepciona. Si vamos a aceptar la salud mental igual que la salud física, necesitamos tener los mismos medios. Tiene que haber más centros de urgencias a los que poder ir cuando no estemos bien mentalmente, en lugar de que nos encierren en una habitación, de que nos menosprecien y nos hagan sentir que estaríamos mejor si no le contáramos a nadie lo de la sobredosis. Y la próxima vez que tengamos una crisis, que no estemos bien, que eso sea lo primero que nos venga a la cabeza cuando una voz interior nos diga que lo hemos intentado por última vez, nos rendiremos.
Y mucha gente dice "hazlo". No por egoísmo, sino por el dolor, la desesperación y la falta de apoyo para algo sobre lo que se les ha animado a hablar. Y, finalmente, hablamos, aceptándonos a nosotros mismos y a los demás, pero en este país no existen los recursos ni tratamientos necesarios.
No es egoísta. La definición de egoísta es una "persona, acción o motivo, sin consideración por otra gente, preocupada principalmente por el beneficio o placer personal". Mi amiga Kirsty no conseguía beneficio ni placer, sino descanso para ella y para los demás. Yo de verdad sentía como si estuviera salvando a otras personas, que mi familia estaría mejor sin mí y creo que Kirsty sentía lo mismo. Por mucho que quisiera parar de sufrir, nunca habría pensado solo en ella misma. Habría pensado que necesitaba salvar a su familia y a sus amigos. Las enfermedades mentales pueden tergiversar y distorsionar tus pensamientos tanto como para mentirte a ti mismo y no tener ni idea.
Algunas personas mencionan la desolación que quienes se suicidan dejan tras su marcha, y es cierto, yo misma lo he experimentado. Pero nunca vi la decisión de Kirsty como algo egoísta. Para mí, es como quien ya ha sufrido suficiente con una enfermedad terminal y no puede soportar el dolor, o el dolor que ella creía que infligía a los demás.
Ojalá estuviera aquí, por supuesto, y ojalá siguiéramos teniendo nuestra noche de chicas, riendo y llorando juntas. Haría cualquier cosa por traerla de vuelta. Pero nunca actuó de manera egoísta, era la persona más desinteresada que he conocida. Estoy segura de que ahora está en el cielo, cuidándome durante mi recuperación y animándome, matando lo malo que hay en mí cuando quiere salir a la luz.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Lucía Manchón Mora