Merkel se burla del Gobierno de Trump... e Ivanka es la única que no se ríe
La canciller alemana tira de ironía para poner en evidencia a EE UU. Pero parece que Ivanka Trump no lo pilla.
Este sábado la canciller alemana Angela Merkel se llevó una buena ovación en la Conferencia de Seguridad de Múnich. Fue cuando criticó con sarcasmo a la Administración Trump por su intención de poner aranceles a ciertas importaciones de Europa. Todo el público se puso a aplaudir... todos, excepto Ivanka Trump, que permaneció impertérrita mientras escuchaba la traducción de las palabras de Merkel con sus cascos en la mano.
Merkel dijo sentirse "impresionada" por el hecho de que el Gobierno estadounidense se plantee clasificar a los coches alemanes como "amenaza para la seguridad nacional" de Estados Unidos. Trump ya ha declarado algunas importaciones, entre ellas de China, como amenazas para la seguridad nacional, para así gravarlas con impuestos.
La industria automovilística alemana, de la que Merkel se siente "orgullosa", ha creado más de 113.000 empleos en EE UU en 300 fábricas repartidas por todo el país. De hecho, "la fábrica más grande del mundo" de BMW está en Carolina del Sur, "no en Baviera", señaló la canciller. "Así que, si se supone que estos coches, que se fabrican en Carolina del Sur, son una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos Unidos, nos deja bastante impresionados", apuntó.
En ese momento todo el público —salvo Ivanka Trump— prorrumpió en aplausos. Cuando las cámaras apuntaron a la hija y asesora del presidente, que estaba sentada al lado del ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell, se percibió que a ella no le había hecho mucha gracia la ocurrencia de Merkel.
En cualquier caso, la canciller alemana continuó con su defensa a ultranza de las alianzas internacionales fuertes y de la contribución de los países más pudientes a los países en desarrollo y a la cooperación económica internacional.