Merkel califica de 'completamente inaceptable' la política de refugiados de Erdogan
El presidente turco se niega a acoger a más inmigrantes y rechaza el dinero de la UE.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha calificado este lunes de “completamente inaceptable” la política actual de Turquía con los refugiados, después de que el Gobierno turco abriera la frontera para permitir la salida de quienes desean viajar hacia Europa.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguraba este lunes en Ankara, que su país ya no quiere el dinero de la UE para mantener a refugiados de la guerra de Siria y ha advertido que su país no acogerá a más inmigrantes.
“Los europeos creen que Turquía seguirá ocupándose de los refugiados por otros nueve años. Pero eso no pasará”, señaló el mandatario turco en referencia a los nueve años que ya dura el conflicto en el país vecino.
Ante estos hechos, los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) se reúnen a partir de este miércoles para analizar la más reciente crisis migratoria, causada por el anuncio turco de dejar salir del país a decenas de miles de refugiados sirios y otros migrantes de Oriente Medio y África.
Turquía se planta ante la UE
Turquía, que acoge más de 3,5 millones de refugiados sirios, y la UE pactaron en 2016 que el país eurasiático mantenía en su territorio a la mayor parte de inmigrantes, sobre todo de la guerra siria, a cambio del pago de unos 6.000 millones de euros.
“Turquía ha cumplido sus responsabilidades en cuanto a los refugiados sirios. Pero la UE no ha cumplido la declaración del 18 de marzo (2016) y sigue aplicando una doble vara de medir”, criticó Erdogan en rueda de prensa, junto a Borisov.
“Han dicho que nos iban a enviar mil millones de euros. ¿A quién queréis engañar? Ya no queremos ese dinero. Turquía se ha gastado 40.000 millones de euros. Nadie tiene derecho a jugar con el honor de Turquía. La UE sigue aplicando una doble vara de medir”, dijo el presidente turco, quien habló esta misma noche por teléfono con la canciller federal, Angela Merkel.
Según la presidencia turca, Erdogan destacó en esa conversación la necesidad de “repartir de forma justa la carga de los refugiados” y de “cumplir con las responsabilidades internacionales” en este asunto.
Borisov, por su parte, parecía darle razón a Erdogan en la rueda de prensa al decir que no entiende “porqué la UE no ha ofrecido el apoyo financiero prometido”.
“Esta crisis solo puede ser resuelta con sentido común y cumpliendo las exigencias del acuerdo (de 2016). Uno de los principios es que la UE comparta la carga”, dijo Borisov, cuyo país mantiene su frontera con Turquía herméticamente cerrada para impedir la entrada de refugiados o migrantes.
“Una tarea muy grande”
En este contexto, Merkel ha especificado que “entiende” que Turquía espere más apoyo de Europa, pero también ha precisado que el país “enfrenta una tarea muy grande”. Sin embargo, ha rechazado que Ankara haya lidiado con su “insatisfacción” con la Unión Europea “a espaldas de los refugiados”, según ha recogido el diario alemán ‘Die Welt’.
Por otra parte, el Gobierno alemán ha advertido este lunes a los refugiados y migrantes que atraviesan Turquía de que la ruta hacia la Unión Europea no está abierta.
“En este momento estamos viendo una situación extremadamente desconcertante en las fronteras exteriores de la UE con Turquía, en tierra y mar”, ha indicado el portavoz del Gobierno Steffen Seibert en Berlín, según ha informado la agencia de noticias alemana DPA.
“Estamos viendo a refugiados e inmigrantes a los que se les dice desde el lado turco que la ruta hacia la UE está ahora abierta. Y por supuesto que no lo está”, ha zanjado.
Asimismo, Seibert ha destacado que “siguen siendo válidas” las declaraciones de Merkel, cuando aseguró que no se repetiría la política de brazos abiertos de Alemania hacia los refugiados de 2015.
“Refugiados como juguetes de interés geopolítico”
Por su parte, el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, ha pedido que los refugiados no sean instrumentalizados. “No debemos permitir que los refugiados se conviertan en el juguete de los intereses geopolíticos”, ha señalado Maas.
También ha añadido que la Unión Europea sigue dispuesta a contribuir a la prestación de una atención digna a los refugiados en Siria y Turquía, y ha llamado a no dejar sola a Grecia.
En cuanto a Turquía, Maas ha reconocido que el país está soportando una “pesada carga” con el alojamiento de “ahora casi cuatro millones de refugiados”. No obstante, ha considerado que la Unión Europea debe recordar al país sus obligaciones.
El ministro de Interior turco, Suleiman Soylu, aseguró el domingo que más de 100.000 migrantes habían cruzado la frontera de Turquía desde la provincia de Edirne, en el norte, con destino a Grecia y Bulgaria.
Según la Organización Internacional para las Migraciones, alrededor de 13.000 personas han permanecido en la zona fronteriza soportando temperaturas gélidas desde el anuncio turco. Las fuerzas de seguridad griegas utilizaron gas lacrimógeno y granadas cegadoras contra los migrantes en la frontera.
Atenas también anunció que los procedimientos de asilo para los nuevos migrantes que habían entrado ilegalmente se suspenderían durante un mes y que los detenidos serían devueltos directamente a sus países de origen sin necesidad de registrarse.