Mercedes Milá raja contra el PP, Rato, Aznar y el Rey en 'Salvados'
"¡Qué cacho cabrón eres, Rodriguito (Rato)!".
Salvados ha recibido este domingo a la periodista Mercedes Milá, que tiene una dilatadísima carrera en la televisión española y lo ha visto todo. Y ahora se moja y raja contra todo y todos, revela detalles de su pasado y su lucha contra la depresión.
Milá ha abierto el programa comunicando que iba a donar los 10.000 euros que la había pagado Salvados a la ONG por los refugiados Open Arms.
A esto le ha seguido un repaso de la historia de la televisión a través de su carrera y de cómo se vivieron dentro del periodismo los acontecimientos más importantes de las últimas cuatro décadas.
Milá revela un grave error que cometió cuando estaba empezando en su gran sueño, el mundo de la tele: "Arrugué la noticia del asesinato de Carrero Blanco pensando que era una explosión de gas más".
En TVE acabaron pensando de ella que era "incómoda, incontrolable y peligrosa" y le dijeron "que era mejor que no volviera". Cuando tuvo de nuevo oportunidad de trabajar allí lo rechazó, pero asegura: "Soy una persona muy obediente y fiel si no me haces trampas".
Y otra revelación: dejó de hacer entrevistas en televisión por culpa de los asesores de los políticos. "Los asesores mataron las entrevistas en televisión", apunta. "Y ahora ha llegado la mentira y la desvergüenza, que son gravísimas".
La Casa Real, a fondo
Milá ha analizado la última polémica de la Casa Real, protagonizada por las reinas. "Vimos la verdad en Palma. Letizia no aguanta que digan nada de la educación de sus hijas", considera. "Lo que hizo fue una estupidez, se equivocó. Todos tenemos un mal día. Pero es mucho mejor pedir perdón", añade.
Juzga a Letizia como "una periodista y una mujer extraordinaria" pero cree que "la deformación que debe sufrir al formar parte de esa Familia Real es tan importante que acaba siendo de Marte".
Pero el mensaje de peso lo tiene para el rey Felipe VI: "Si la monarquía quiere salvarse, tiene que salir de donde está y sentarse con la gente de la calle". Y le da un toque sobre Cataluña: "Sea más valiente".
Sobre el independentismo, asegura que ha tratado de vivirlo "con la máxima paz y frialdad que he podido, tratando de hacer entender y entender", pero les da dos tirones de orejas a ambas partes.
"Yo les digo a los que buscan la independencia de Cataluña doblegando las leyes, así no", apunta. Pero confiesa que se opone a la prisión provisional de los líderes separatistas.
Recaditos para Aznar, el PP y Rodrigo Rato
Milá ha repartido a siniestro pero sobre todo a diestro y ha rajado contra el PP por la polémica del máster de Cifuentes, ya que la gestión que ha hecho el partido del tema le parece incomprensible.
También ha tenido para Rodrigo Rato a raíz de una entrevista que le hizo hace años en la que el político se vanagloriaba de "la confianza de la gente". La reacción de Milá no tiene precio:
Y también ha tenido palabras para José María Aznar y Ana Botella, a los que entrevistó como matrimonio antes de que él ganara las elecciones. Analiza una de las claves del personaje: "La evolución de su bigote", que define actualmente como "afeitado al dos" y "con un cacho labio y una expresión adusta".
"Aznar me da pena, se ha amargado. Era una persona con buena intención. De hecho, los primeros años lo hizo bien. Ahora es una especie de bolsa llena de rencor y así no se puede gobernar", reflexiona.
Pero lo que más la divierte es al recordar la respuesta que él dio cuando la periodista le preguntó si había peleado contra el franquismo: "Yo en esa época iba a la universidad y mis preocupaciones eran otras". Milá exclama: "A los 21 años yo era más roja que la muleta de un torero".
¿A quién le gustaría entrevistar ahora?
Las dos personas a las que siempre quiso entrevistar eran el rey Juan Carlos e Isabel Preysler pero ahora lo dejaría todo por charlar con el papa Francisco. "Lo amo", asegura. Sus trucos cuando se enfrenta a un entrevistado son todos los que tiene a mano: "La seducción, la coquetería, el cariño, la dureza...".
Milá ha revelado que ha sufrido depresión, razón por la que abandonó Gran Hermano. "Me iba a explotar la cabeza", asegura.
Ahora sólo quiere que en su tumba rece: "Fue honrada y fiel". Pero no piensa jubilarse porque dice que le llueven las ofertas de todos lados. "Salvo de los míos (Mediaset)", lanza el dardo.