Melania Trump, acusada de hacer algo por lo que su marido pidió cárcel para Hillary Clinton
Según una exasesora y examiga de la primera dama, quien en un libro desvela sus supuestos roces con Ivanka Trump.
Ironías de la vida. La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, usó cuentas privadas de correo electrónico para asuntos oficiales en la Casa Blanca, el mismo hábito por el que su esposo, el presidente Donald Trump, llegó a pedir la “cárcel” para su rival en las elecciones de 2016, la demócrata Hillary Clinton.
Una exasesora y amiga de la primera dama, Stephanie Winston Wolkoff, reveló esa costumbre de Melania durante una entrevista publicada a última hora del martes por el diario The Washington Post.
Tras llegar a la Casa Blanca en 2017, la primera dama usó tanto una cuenta de correo electrónica de la Organización Trump como otra de su portal web MelaniaTrump.com, además de comunicarse por las aplicaciones de mensajes de texto iMessage y Signal, según Winston Wolkoff.
Mensajes sobre agendas y contratos oficiales
El Post tuvo acceso a mensajes fechados después de la llegada al poder de Trump que “parecen ser de cuentas privadas de correo electrónico y mensajería” de la primera dama, que discutía en ellos sobre temas relacionados con su cargo, en lugar de utilizar su cuenta oficial de la Casa Blanca
Entre ellos, afirma el diario, había conversaciones sobre contratos del Gobierno, horarios de las actividades del presidente y la primera dama durante sus visitas de Estado a Israel y Japón, pormenores de la iniciativa de Melania “Be Best”, y datos financieros sobre la investidura del mandatario.
Ese uso del correo electrónico privado no es ilegal mientras no se utilice para compartir información confidencial: está permitido bajo la Ley de Registros Presidenciales, pero sí es arriesgado, porque si se borran mensajes, pueden no estar disponibles en caso de que el Congreso exija verlos.
Además, una primera dama no es una empleada del Gobierno federal, pero “si está haciendo negocios del Gobierno estadounidense, debería usar el correo de la Casa Blanca”, aseguró al periódico el abogado Richard Painter, que fue el encargado de ética en la Casa Blanca durante el Gobierno de George W. Bush (2001-2009).
“Es algo totalmente hipócrita. Les eligieron (a los Trump) después de que actuaran como si Hillary Clinton tuviera que estar en la cárcel por usar la cuenta equivocada de correo electrónico” cuando era secretaria de Estado, recordó Painter.
La primera dama no es la única cercana a Trump que ha usado cuentas privadas para asuntos oficiales, un tema por el que un comité de la Cámara Baja ha investigado a la hija y asesora del mandatario, Ivanka Trump, y a su marido, Jared Kushner.
Un nuevo libro sobre Melania
Winston Wolkoff habló con el Post con motivo de la llegada a las librerías de Estados Unidos. este martes de su libro sobre la primera dama, Melania and Me (Melania y yo: El auge y caída de mi amistad con la primera dama).
La autora asegura que tuvo una amistad de quince años con Melania, para la que trabajó como asesora sin sueldo durante su primer año en la Casa Blanca, además de ayudar a organizar la investidura de Donald Trump.
La amiga de Melania acabó siendo despedida y se sintió “traicionada” por la primera dama, que no la defendió cuando los medios de comunicación destaparon los sospechosos contratos que rodearon la investidura.
Winston Wolkoff acabó cooperando con los fiscales de tres investigaciones sobre los gastos de esa investidura, y escribe en su libro que trabajar para los Trump fue “el peor error” de su vida.
Los roces de Melania con Ivanka
Tras su salida de la Casa Blanca en 2018, la exasesora de Melania Trump empezó a grabar sus conversaciones con la primera dama, y reprodujo algunas de esas grabaciones para el Post, al que también enseñó un mensaje de texto que aparentemente era de Melania y que describía como “serpientes” a Ivanka Trump y Jared Kushner.
Lo más comentado del libro de Winston Wolkoff es cómo describe la tensa relación entre Melania y la hija mayor del presidente, a la que la primera dama llamaba supuestamente “princesa” y a la que trató de mantener fuera de algunas fotos de la investidura, dentro de lo que las dos amigas llamaban “Operación bloquear a Ivanka”.
La exasesora, que planea votar en noviembre por el candidato presidencial demócrata, Joe Biden, describe como bien avenido el matrimonio entre Donald y Melania Trump, sobre el que ha habido todo tipo de especulaciones.
“Se llevan completamente bien. Es muy loco. Se ríen juntos. Ella sabe con quién se casó. Él sabe con quién se casó. Son lo mismo”, dijo la autora al Post.
La Casa Blanca no ha reaccionado a la información sobre los correos de Melania, pero sí a la publicación del libro. La portavoz de la primera dama, Stephanie Grisham, lo de escribió como un intento de “revisionismo histórico” de una “mujer profundamente insegura” que quiere “venganza”.