Más motivos que nunca para reivindicar la igualdad
Las mujeres estamos peor ahora que hace un año.
La celebración, este año, del Día Internacional de la Mujer está marcada por la dramática situación que estamos viviendo, dado que a la crisis sanitaria derivada de la covid-19 se ha unido una crisis social y económica sin precedentes en la historia reciente de España, que está afectando de forma especial a las personas más vulnerables, entre ellas, las mujeres.
En este momento tan delicado, el Gobierno de Sánchez e Iglesias, autocalificado como el “más feminista” que ha habido en nuestro país, ha resultado ser nefasto para proteger a las mujeres. Lo que es peor, su falta de iniciativa y sus ineficaces políticas van a tener consecuencias para las generaciones futuras, porque no solo no hemos avanzado sino que hemos retrocedido en igualdad. Así lo reflejan diferentes estudios y, en concreto, el realizado por el grupo ClosingGap indica que la igualdad total tardará 35 años en llegar a España.
Del mismo modo, el informe publicado por el Centro de Políticas Económicas de ESADE sobre la covid-19 y la desigualdad de género muestra que el confinamiento y el acusado aumento del paro en España afecta de manera desigual a mujeres y hombres.
De hecho, el desempleo ha crecido el doble en mujeres que en hombres y la actual tasa de paro femenino, del 20,8%, es un 43,7% más alta que la tasa de paro masculino.
Asimismo, España es el segundo país de la Unión Europea donde más creció el desempleo entre las mujeres en 2020, después de Lituania. También han aumentado en este periodo la brecha de género en el ámbito laboral, un 0,4% según datos de Eurofund, y la brecha salarial, en 33 euros según cálculos de Gestha. En la actualidad, las mujeres españolas cobran unos 5.000 euros menos que los hombres de media al año y, en las zonas rurales la diferencia es aún mayor. Además, solo el 1,8% de las mujeres ocupan puestos de alta dirección.
A estos datos tan negativos se suma que el Gobierno de Sánchez ha recortado el complemento de pensiones por maternidad, ha eliminado la prestación por hijo a cargo y prácticamente ha paralizado la implantación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, mientras el ingreso mínimo vital ha resultado ser un fracaso, que, además, ha afectado en mayor medida a las mujeres, dado que muchas solicitudes son de familias monoparentales.
Tampoco podemos obviar que la pandemia ha puesto de manifiesto lo lejos que estamos de la verdadera corresponsabilidad en las labores domésticas y el cuidado de familiares, dado que las mujeres han sufrido una mayor sobrecarga personal durante el confinamiento, periodo en el que se ha podido apreciar que el teletrabajo dista mucho de lo que debe ser una auténtica conciliación.
Y para colmo, las propuestas legislativas estrella del Ministerio de Igualdad, además de generar graves desencuentros entre los miembros de Gobierno, han conseguido dividir y enfrentar al movimiento feminista. Lo cierto es que las luchas internas entre Carmen Calvo e Irene Montero para ver quién de las dos sostiene la pancarta del feminismo nada tienen que ver con lo que pasa en la calle. En lugar de trabajar por y para las mujeres, se enredan en debates estériles de los que salen perjudicadas las políticas de igualdad y de corresponsabilidad; en definitiva, las mujeres.
Todo lo expuesto demuestra que las mujeres estamos hoy peor que hace un año y, por lo tanto, tenemos más motivos todavía para reivindicar la igualdad entre hombres y mujeres en España.
Esta situación contrasta con las metas alcanzadas, los techos de cristal rotos y los pasos firmes que se estaban dando para conseguir la igualdad real, total y efectiva gracias a las numerosas medidas puestas en marcha por los Gobiernos del Partido Popular.
Medidas que en el PP hemos plasmado durante este último año en más de 30 iniciativas parlamentarias, entre las que figuran establecer un plan integral y específico destinado a atajar el desempleo femenino, con más y mejores incentivos para que las empresas contraten a mujeres, e impulsar un plan integral de corresponsabilidad de la vida personal, familiar y social.
Avanzar hacia la educación gratuita de 0 a 3 años, incentivar la equidad de la retribución salarial entre hombres y mujeres, mediante la medición de las brechas salariales tanto a nivel público como privado y desarrollar medidas o programas que fomenten una promoción profesional más igualitaria entre hombres y mujeres son otras de las iniciativas propuestas.
En el Partido Popular seguiremos trabajando para lograr la igualdad, proponiendo medidas eficaces y efectivas que contribuyan a cerrar brechas, a abrir espacios de encuentro y a sumar apoyos, porque la igualdad es un reto que concierne a toda la sociedad.
Creemos en un movimiento feminista liberal e integrador, que no entiende de colores políticos y no es contra los hombres, es con los hombres; no es contra personas que no piensen como nosotras, es con ellas también. Un feminismo capaz de aglutinar a toda la sociedad para avanzar en la igualdad real. Es nuestro deber pelear para conseguir la igualdad y la libertad de la mujer y de todos los ciudadanos, y este objetivo continuará marcando nuestras políticas.