Marruecos lanza un pulso a España al atribuirse aguas canarias
El Parlamento marroquí valida dos leyes para declarar su soberanía sobre las aguas del Sáhara Occidental y ampliar su demarcación oceánica
El Gobierno de Marruecos aprobó finalmente anoche, en una sesión plenaria del Parlamento, la integración de las aguas del Sahara Occidental en su espacio marítimo. Lo ha hecho mediante la adopción de dos leyes que amplían su competencia jurídica sobre esa excolonia española, cuyo estatuto sigue sin estar definido. No sólo es un paso que choca con la peleada autonomía del territorio sino que, además, puede crear solapamientos con las aguas españolas en las Islas Canarias.
“Estas leyes servirán para actualizar el arsenal jurídico nacional”, cuyo objetivo es “la soberanía total del reino en sus fronteras efectivas, terrestres y marítimas” declaró el ministro de Relaciones Exteriores, Naser Bourita, antes de la adopción del texto en Rabat.
Esas normas, que establecen la competencia jurídica de Marruecos sobre el espacio marítimo que cubre las aguas territoriales de Tánger (norte) a Lagouira, en la frontera mauritana, fueron adoptadas unánimemente por los diputados y saludadas con aplausos.
La nueva demarcación marroquí establece el perímetro de sus aguas territoriales, fijado en 12 millas (22 kilómetros), a lo largo de todo el Sáhara Occidental, territorio cuya soberanía está pendiente de resolución desde que España abandonó su colonia en 1975. Además, Marruecos delimita las 200 millas (370,4 kilómetros) de su zona económica exclusiva (sobre la que el país tiene derechos de soberanía para su explotación) e incorpora las 350 millas (648 kilómetros) de la plataforma continental (lecho y subsuelo de las áreas submarinas).
La cuestión del estatuto del Sáhara Occidental, que la ONU considera como “territorio no autónomo” a la espera de una resolución definitiva, opone desde hace décadas a Marruecos y al Frente Polisario, que milita por la independencia y reclama un referéndum de autodeterminación. Vasto territorio desértico al norte de Mauritania, con 1.000 km de litoral, la mayor parte del Sáhara Occidental está bajo control de Marruecos, que quiere una “autonomía bajo control” para la zona, que considera como parte integrante de su territorio.
La delimitación de las aguas territoriales es uno de los aspectos del conflicto y ha suscitado tensiones con España durante el pasado, en particular por las exploraciones petroleras.
No habrá imposiciones
La nueva ministra de Relaciones Exteriores española, Arancha González Laya, llega precisamente el viernes a Rabat en su primera visita a Marruecos, y el tema será abordado, reveló el ministro marroquí. “No queremos imponer un hecho consumado pero estamos dispuestos al diálogo con España dentro del marco de nuestros derechos esenciales y soberanos” dijo ante el parlamento. De momento, el Gobierno evita enfrentarse a Rabat, aunque advierte igualmente de que en las zonas colindantes “no habrá política de hechos consumados”.
A mediados de diciembre, cuando Rabat ya intentó hacer este cambio legal, el Gobierno español recordó a Marruecos la delimitación de las fronteras marítimas con países vecinos se rige por un “acuerdo mutuo”.
“Maniobra expansionista”
El Frente Polisario, tras conocer la noticia, la condenó porque entiende que se trata de una nueva maniobra expansionista de Rabat para robar a los saharauis su porción del mar y sus recursos pesqueros.
En un comunicado al que tuvo acceso Efe, el Secretario Nacional y Responsable del Comité de Relaciones Exteriores del Polisario, Mohamad Jadad, asegura que se trata de otro “intento desesperado” de Marruecos de legitimar la ocupación.
“Este acto se produce en el marco de la campaña desesperada que lleva a cabor Marruecos para legitimar su ocupación ilegal de partes del Sahara Occidental mediante los sobornos y la implicación de entidades extranjeras en su aventura colonial”, afirmó.