Marlaska anuncia que elevará un 30% las vallas de Ceuta y Melilla
Algunos tramos podrían alcanzar los 10 metros de altura.
España reforzará sus fronteras en el sur, pero las hará menos cruentas. Así lo ha anunciado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, este lunes al confirmar que elevará la altura de las vallas de Ceuta y Melilla un 30%. El anuncio entra dentro de los planes del Ministerio del Interior anunciados en la comisión del Congreso.
Este aumento dependerá de los tramos de las vallas y de las características de la misma, pero según El País, fuentes del ministerio calculan que tras la obra, algunos tramos alcanzarán los 10 metros de altura. El proyecto, que consiste en el refuerzo y la modernización de la seguridad en las fronteras de las dos ciudades autónomas, que incluye también la retirada de las concertinas. Tiene un presupuesto de 32 millones de dólares.
La retirada de las concertinas ha sido demandada por colectivos por los Derechos Humanos y ha sido objeto de controversia desde su creación en 2005. Por eso, el Consejo de Ministros aprobó esta propuesta en un plan más amplio tratando de “garantizar la seguridad de la frontera a través de medios menos cruentos”.
Marlaska se ha referido a la política de inmigración, y después de subrayar la reducción el año pasado en un 50% de las entradas irregulares de inmigrantes, ha dejado claro que continuará mejorando la seguridad de las fronteras de Ceuta y Melilla.
Sumarse al reto demográfico
El Ministerio del Interior también se quiere sumar al reto demográfico y reforzará el medio rural con más agentes, sobre todo para impulsar la prevención y la investigación de los delitos, lo que ya ha empezado a hacer con la creación de ocho nuevos equipos ROCA de la Guardia Civil, con 41 efectivos.
Esta es una de las medidas que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha expuesto en su comparecencia en el Congreso para explicar las líneas generales de su departamento en esta nueva legislatura.
Así, ha anunciado que “se incorporará el reto demográfico al modelo de seguridad, que es un ámbito donde las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado tienen una labor fundamental”.
Tras reconocer expresamente la labor de la Guardia Civil, Marlaska ha insistido en la necesidad de reforzar la seguridad en España vaciada y ha reiterado la vocación “vertebradora” que debe tener el modelo policial.
Respecto a la lucha contra la violencia machista, Marlaska ha avanzado que se incrementarán los efectivos policiales, y ha asegurado que esta lacra “existe porque existe machismo y dominación”.
“Terminar con esta lacra exige un diagnóstico claro, pero también medios, efectivos y voluntad política”, ha enfatizado.
Convencido de la necesidad de proteger a los colectivos más vulnerables, en esta legislatura Marlaska quiere reforzar los planes de seguridad para los mayores, para los centros educativos y para prevenir las agresiones a los profesionales sanitarios, sin olvidar un plan de actuación y coordinación policial frente a los grupos violentos organizados de carácter juvenil.
En política penitenciaria, la prioridad de Interior es aprobar una nueva ley que se adapte a las reformas del Código Penal y a las nuevas penas, pero también que ofrezca un marco de “certidumbre” en su actuación a los funcionarios de prisiones.
Impulsar los programas de justicia restaurativa, favorecer el régimen abierto, cubrir las plazas vacantes en la sanidad penitenciaria y reconocer como agente de la autoridad a los funcionarios son otras de las medidas que el ministro ha enumerado en este capítulo.
Por último, en su intervención inicial ante los diputados de la Comisión de Interior, Marlaska ha reiterado la voluntad prioritaria del Gobierno de derogar la denominada ley mordaza, para promulgar una ley de Seguridad Ciudadana “moderna, adaptada inequívocamente a los valores constitucionales, consensuada y que ofrezca también un marco de actuación a las fuerzas de seguridad”.