María Patiño se sincera sobre el duro momento que vive: "No quería venir a trabajar"
La colaboradora de 'Sálvame' se sinceró este miércoles sobre su situación en el programa con Jorge Javier Vázquez.
La relación entre María Patiño y Jorge Javier Vázquez no pasa por su mejor momento. Así lo dejaron ver ambos este sábado en Sábado Deluxe (Telecinco), donde Patiño rompió a llorar en directo tras verse “ninguneada” por el presentador.
Este miércoles la colaboradora de Sálvame se ha sincerado en el programa de Telecinco dejando ver que el duro momento personal y profesional que está viviendo le había hecho plantearse, por primera vez en 25 años, no acudir al plató. “Estoy tranquila y quiero volver a darte las gracias”, le dijo en referencia a su encontronazo el sábado. “El trabajo siempre ha sido mi tabla de salvación. Esta mañana me levanté y no quería venir a trabajar”, ha reconocido la presentadora. Sin embargo, ha señalado que fue una llamada del director del programa, Alberto Díaz, la que la animó.
“Alberto me dijo algo que me hizo decir: ‘Me visto y me maquillo en un minuto’. No me obligó, entendía mi situación. Me dijo que en este momento hay mucha gente jorobada. Dije: no hay problema y voy”, ha señalado.
La presentadora ha recordado que en su trayectoria es la primera vez que se siente así y que solo se sintió igual cuando empezó su carrera con Ana Rosa Quintana. “Nunca olvidaré lo bien que Ana Rosa se portó conmigo”, ha señalado.
“Como bien sabes, estoy intentando solventar problemas que no tienen nada que ver con el trabajo y con las circunstancias de las últimas semanas. Y a veces no me avergüenzo de esa imagen en concreto, pero sí de determinadas actitudes. Creo que podría haber dicho lo mismo sin tanta crispación. No tiene nada que ver con el trabajo, al revés. Pero a veces va todo rápido, vas poniendo parches”, ha añadido la colaboradora.
Patiño ha admitido al presentador que se sentía sola en muchas ocasiones y que ella misma se ha alejado de mucha gente. “Va todo rápido, rápido... Y no me siento sola, pero sí me he aislado y he dejado de ver a mucha gente, buscando la soledad”, ha señalado.
Parte de su “obsesión con el trabajo” proviene de una deuda con sus padres. “Tengo mucha obsesión por el trabajo porque una vez le tuve que pedir dinero a mis padres y me enteré que, para dejármelo, mi padre tuvo que pedir un préstamo y eso me dejó muy triste. Me da vergüenza necesitar dinero”, ha reconocido.