Mandela, el ejemplo del liderazgo inspirador y sostenible
Este año se cumple el primer centenario del nacimiento de Nelson Mandela. En 2009, Naciones Unidas decidió establecer un día internacional para conmemorar la contribución de este líder ejemplar que dedicó su vida a tratar de conseguir hacer de este mundo un lugar mejor. Y ese día es el 18 de julio, la fecha de su nacimiento, un momento perfecto para reflexionar sobre su compromiso con el ser humano.
El legado que Mandela nos dejó va mucho más allá de la lucha por los derechos humanos. También nos regaló importantísimas lecciones de liderazgo que merecen ser tenidas en cuenta en la actualidad. El suyo fue un modelo de liderazgo sostenible basado en el ser humano, fomentando el diálogo, evitando todo tipo de polaridades y convirtiéndose en un maestro del soft power. Podríamos llamarle el Mahatma Gandhi de África.
En cada lección del liderazgo de Mandela hay una profunda sabiduría de paz, no violencia y respeto a la humanidad. Cuando habla de 'coraje', lo relaciona con la 'compasión'. Cuando se refiere al 'liderazgo' lo vincula con los 'seguidores'. Cuando apuesta por el 'liderazgo desde atrás' lo empareja con el 'apoyo'. Cuando dice 'conoce a tu enemigo' invita a 'conocerse primero a uno mismo'. Cuando anima a 'hacerse amigo de tus enemigos' recuerda que 'hay que estar atento'. Si 'las apariencias importan' recuerda que hay que 'cuidar las emociones'. Cuando sostiene que 'nada es blanco o negro" apuesta por la 'objetividad'. Cuando afirma que 'renunciar también es liderar' se refiere a la 'reacción de pausa'.
Estas ocho lecciones son un ejemplo de liderazgo sostenible basado en el ser humano y en los principios del beneficio de muchos, la felicidad de muchos y la compasión por todos. Se puede afirmar que el liderazgo de Mandela es, de hecho, un modelo de desarrollo sostenible en sí mismo.
Claves del liderazgo del bien común
Para ser un buen líder que piensa en el bien común es necesario tener en cuenta tres aspectos. En primer lugar, prestar atención a lo que ocurre a tu alrededor en el presente, a cada detalle del ahora de tu organización; una habilidad conceptual. En segundo lugar, equilibrar todas las causas y efectos que influyen en tu organización, tender puentes entre materia y espíritu, ventaja y desventaja, ganancia y pérdida, medios y fines, entre el líder y sus seguidores; una habilidad técnica. Por último, ser capaz de transformar tu pasión individual en una pasión común, compartida por toda la organización. Es decir, preocuparse por los demás, cultivar las buenas relaciones humanas para guiar a toda la organización unida hacia adelante.
Si eres capaz de conseguir que estos tres elementos se conviertan en la característica dominante de tu liderazgo, relegando los pensamientos y las emociones a un segundo plano, estarás preparado para ser un buen líder y hacer de tu organización una marca sostenible.
La felicidad como objetivo
Para alcanzar la sostenibilidad del planeta debemos trabajar en un nuevo paradigma económico centrado en la felicidad y el bienestar, algo que sólo puede alcanzarse situando al ser humano en el centro de todas las acciones. Felicidad concebida como satisfacción, pues sólo la satisfacción puede traer felicidad. Por tanto, para lograr la felicidad económica debemos cumplir tres principios:
Equilibrio. El ser humano nace feliz, pero con el paso del tiempo pierde esa condición. Debemos practicar la introspección para hallar los factores que destruyeron nuestra felicidad y recuperar nuestra cordura, cambiando la perspectiva de nuestra vida para hacerla más equilibrada.
Espiritualidad. Vivimos en un mundo frágil, efímero, en permanente cambio que para ser felices nos exige desarrollar la capacidad de resiliencia y de atención consciente o mindfullness. Esto nos ayudará a desarrollar nuestra espiritualidad y a minimizar todos los factores de infelicidad.
Sostenibilidad. Cada fenómeno en este mundo tiene su propia causa. Saber identificar las causas y efectos es desarrollar la sabiduría. Si logramos identificar las causas de la felicidad podremos desarrollarlas e impulsarla en nuestra vida. La sabiduría de la sostenibilidad consiste en avanzar en equilibrio, sin provocar efectos secundarios negativos a la causa de la felicidad, incluidos los aspectos sociales, económicos y medioambientales.
Las claves para ser feliz se basan en vivir de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que son la base de la felicidad genuina. En inglés diría que los ODS nos aportan GLEE (gozo, júbilo): G de good life (buena vida), L de libertad, E de economic security (seguridad económica) y E de enjoyment of wealth (disfrute de la riqueza). Estos son los valores fundamentales que nos hacen felices a todos, lo que todos los gobiernos y organismos empresariales deberían desarrollar como base de todas las políticas públicas, la base de todo buen liderazgo.
En octubre estaré en Madrid para participar en el evento Sustainable Brands Madrid 2018, que este año lleva por lema Redesigning the Good Life. Será un buen momento para analizar cuál es el propósito de la vida y cómo podemos lograrlo, para avanzar hacia el desarrollo sostenible de una forma más creativa y pragmática de manera que todos podamos convertirnos en seres humanos sostenibles. Nelson Mandela nos puede inspirar a todos.