El guión de peli de sobremesa del caso Mainat
Todo lo que se sabe hasta ahora del presunto intento de asesinato del productor de televisión Josep María Mainat a manos de su exmujer, la alemana Angela Dobrowolski.
Esto es una historia real, pero bien podría ser el argumento de una película de sobremesa. Un matrimonio feliz empieza a tener problemas. El divorcio parece inminente y a ella, ante el temor a perder la herencia, casi asegurada dada la diferencia de edad, intenta asesinarlo. La ambulancia llega a tiempo para salvarle la vida. Al despertarse del coma, la acusa: “Ha sido ella, me ha querido matar”.
La frase la pronunció Josep María Mainat la madrugada del 23 de junio de 2020. La recoge este viernes el periódico La Vanguardia, encargado de sacar a la luz este culebrón cuyo primer capítulo tuvo lugar en 2012. Todo empezó como una historia de amor con una boda entre un exitoso productor de televisión de 65 años y una joven alemana de 29.
Josep María Mainat y Angela Dobrowolski se dieron el sí quiero en mayo de ese año. Meses después nació su primera hija, Jana, y dos años más tarde, Joan Ramón.
“Estoy bien, esto pasó hace tres meses y la investigación sigue en pie”, son las últimas declaraciones del cofundador de Gestmusic, que este jueves habló con el programa Sálvame de Telecinco. “No voy a hacer más declaraciones”. Los hechos están ahora en manos del juez.
La noche del 22 al 23 de junio
“Ha sido ella, me ha pinchado varias veces”, dijo Mainat en la ambulancia que le trasladó al hospital la madrugada del 22 al 23 de junio de 2020. Una semana después de fallecer la madre de su hijo mayor, la actriz Rosa María Sardá, la ya expareja y sus dos hijos cenaron en la casa de Mainat en el barrio barcelonés de Sant Gervasi. Llevaban seis meses separados pero se veían periódicamente por sus hijos.
Tras la cena, él se retiró a dormir. Ella iba a instalarse en otra habitación, pero no lo hizo. Según publicó La Vanguardia el jueves, lo que hizo en realidad fue entrar hasta 13 veces en el dormitorio de Mainat, como recogieron las cinco cámaras repartidas por la casa. Sabía que estaba vigilada, por eso se escondió detrás de la puerta del frigorífico para manipular algo.
El arma del crimen
Lo que preparó a escondidas detrás de la nevera era, supuestamente, el arma del crimen: insulina. Mainat es diabético y la sobredosis de insulina le produjo un coma hipoglucémico, que a punto estuvo de costarle la vida. No puede decir Dobrowolski que no sabía lo que estaba haciendo, estudia sexto de medicina. Lo que parece que no tenía tan controlado es el manejo del glucómetro, un aparato que utilizan los diabéticos para medir el nivel de azúcar y que recogieron los Mossos d’Esquadra del domicilio. En este dejó registradas las cinco veces que le midió el azúcar entre la 1:20 horas hasta las 2:31 horas.
La llamada a urgencias y el último dato de azúcar
Eran casi las 3:00 horas cuando llamó a la ambulancia. Las indicaciones del Sistema de Emergencia Médico (SEM) fueron claras: darle azúcar para revertir su estado. No lo hizo alegando que no había en casa. Al parecer era mentira y , según los Mossos, todo era una maniobra de despiste. De hecho, hizo otra jugada para ello: uso el glucómetro una última vez, pero en estas ocasión con ella, dejó así registrados unos datos positivos para poder alegar que Mainat estaba bien. No contaba con las otras mediciones almacenadas.
El móvil del crimen
El dinero es la causa de esta enrevesada maniobra. Por lo visto, ese mes Dobrowolski descubrió accediendo al correo de Mainat que estaba preparando los papeles de divorcio y eso significaría que saldría de su testamento millonario. Es la hipótesis que barajan los Mossos.
Denuncia y libertad sin cargos
Pese a las declaraciones recogidas por La Vanguardia este viernes, no fue Mainat quien llevó a la alemana a comisaría. La primera denuncia fue del hijo de éste, Pol Mainat Sardá, que denunció ante la policía el extraño comportamiento de la esposa de su padre. Según contó un vecino a Europa Press, la alemana fue detenida el 1 de agosto cuando salía del gimnasio y poco después fue puesta en libertad. Al parecer no cortaron nunca la relación con sus hijos, pero el exmiembro de La Trinca ya no se fiaba y había contratado un servicio de seguridad privada.
La otra causa
El 21 de septiembre fue clave en la investigación. Los Mossos detuvieron a Dobrowolski por cobrar dos cheques falsificados del talonario de su marido. Ella misma los había firmado y había puesto de beneficiaria a su hermana. En total retiró 4.100 euros: un talón de 2.900 euros y otro de 1.200. Lo denunció Mainat y los Mossos la detuvieron por falsificación documental y estafa. El que su hermana estuviese ingresada en el hospital en ese momento sirvió a los Mossos como pista definitiva. La detuvieron otra vez, pero al no haber riesgo de fuga ni destrucción de pruebas, el juez de instrucción 32 de Barcelona —también encargado de investigar el intento de asesinato— la puso en libertad.
Historia de un matrimonio
El final del matrimonio llegó a principios de 2020, menos de ocho años después de darse el ‘sí, quiero’. Eran tan felices que un año después de casarse, en noviembre de 2013, abrieron las puertas de su casa al periodista de TV3 Albert Om. En El Convidant los presentaban como una pareja que compartían estilo de vida (y una hija en ese momento) pero no de trabajo.
Tres años después de esa entrevista y cuatro después de casarse, Mainat hablaba de su mujer en estos términos: “Es la primera con la que me he casado. Con Rosa Maria Sardà no estuve casado por distintas razones. La primera, porque cuando la conocí, ella estaba separada, pero no divorciada. Creo que ni siquiera existía el matrimonio civil legal. Y cuando ya se pudo casar, llevábamos 10 años juntos. Yo creo que mi esposa actual será la última. No porque yo me haga viejo, sino porque creo que congeniamos mucho. En todo aquello que puede crear conflictos, curiosamente, ahí estamos de acuerdo”.