Maggie Civantos: "Ojalá el sistema solucione lo que pasa en redes. Hay muchos suicidios"
La actriz protagoniza 'Express' en Starzplay, una serie sobre secuestros con un ritmo frenético.
Express no podía desarrollarse de otra forma. La serie, que llega a España, Italia, Francia y Latinoamérica a través de Starzplay el 16 de enero, necesitaba de un ritmo trepidante que hiciera honor a su nombre. Razón de más para elegir como protagonista a Maggie Civantos, que ya demostró su capacidad para seguir esa velocidad que requiere una acción vertiginosa en Vis a vis. En Express, vuelve a hacerlo.
De hecho, esta nueva ficción de ocho capítulos ha sido creada por Iván Escobar, uno de los cocreadores de la producción que movilizó a la marea amarilla.
Express cuenta la historia de Bárbara, una psicóloga criminalista que trabaja como negociadora en secuestros exprés, con un equipo especial preparado para reaccionar con la mayor rapidez a los rescastes, aunque surjan movimientos imprevistos. La trama no se ciñe a esto: la protagonista fue víctima también de un secuestro que aún no ha logrado superar.
Satisfecha con el resultado, Maggie Civantos ahonda a corazón abierto en El HuffPost en todas las tramas que aborda la nueva ficción de Starzplay, considerada ya como una de las series de 2022: la salud mental, las redes sociales y su falta de regulación, el feminismo de esta “heroína o antiheroína, que no enarbola la bandera de nada”... Y mucho más.
Hay muchos temas en la serie, entre ellos la salud mental y las redes sociales. A raíz de la muerte de Verónica Forqué, se ha comentado mucho la contradicción de convertir en tendencia un asunto tan grave como el suicidio en un escenario como Twitter que, a veces, se convierte en un problema para la salud mental de muchas personas. ¿Cómo lo ves tú?
Creo que las redes son un arma de doble filo y el sistema no está preparado para todos los casos. Además, soy consciente de que hay una gran demanda por delitos cibernéticos, de que la Policía no da abasto y el sistema no está preparado. Es un tema muy complicado y en Express se plantea cómo los delitos van más rápidos y por encima del propio sistema. Hay tantos protocolos y tanta ‘tontería’, como dice el personaje, que lo que falta realmente es crear un sistema nuevo que satisfaga las necesidades de la gente. La gente necesita que se haga justicia, esto está en el primer capítulo. Ojalá el sistema se renovase para poner solución a lo que pasa en redes sociales, porque hay muchos suicidios de adolescentes debido a esas agresiones. Hay gente que está haciendo daño, es un delito que no se está penando. Es muy complicado, pero hay que hablar de ello y hay que poner soluciones. Express recoge todo esto.
Ya se habla de Express como una de las series de 2022, incluso como una ficción que recoge la fama de Vis a vis con una historia mucho más adictiva.
No puedo ser objetiva, porque he formado parte del proceso de una forma muy apasionada, y el resultado me ha fascinado. Se ha hecho un trabajo muy fino y el reto era mantener el ritmo frenético que requiere una serie que se llama Express, que debe tener adrenalina, pero luego ha sabido detenerse y contar la psicología de unos personajes muy complejos y muy contradictorios. Esta combinación es magia. Es muy difícil conseguir eso en su justa medida, que el espectador empatice con los personajes a la vez que entre en la adicción de la trama. Creo que está muy conseguido.
Preparando este personaje, ¿te atreverías a decir que hay más secuestros exprés de los que la sociedad conoce?
Sí. Jugamos con una ficción. Aunque esto no ocurre en España. Aquí ocurren otras cosas pero, afortunadamente (toco madera), eso no lo tenemos. Se supone que es una moda que llega, pero es la excusa para hablar de otros temas que sí nos tocan a todos los países, de algo global: de la sociedad que capitaliza la vida en el sentido consumista, y también del miedo, cómo manipula a la sociedad; de la familia, del amor, de salud mental. Además, sin querer sacar la bandera, la serie es feminista porque la encabeza una mujer que es una heroína o antiheroína, maravillosamente imperfecta. Es humana, se equivoca, duda, pero es líder y determinante. Hay secuencias en las que por un lado se le ningunea por el hecho de ir a terapia, una cosa terrible, y por otro lado otra donde reivindica su posición de mujer. La serie, sin querer adoctrinar, trata muchos temas.
Estuviste a punto de tirar la toalla justo antes de Vis a vis porque te enfrentabas siempre en los castings a caras conocidas. ¿Esto ha cambiado, o los actores aún sin trayectoria se siguen encontrando con este handicap?
Cualquiera en cualquier disciplina artística lo tiene difícil, porque el sistema ya de por sí no ayuda. Aunque la industria haya crecido mucho con las plataformas, hay mucha gente con talento que no llega a fin de mes. Hay mucha demanda y ha cambiado mucho el panorama, aunque eso no quita que siga habiendo mucho paro.
Eres de las pocas actrices sobre las que existen cero titulares sobre tu vida privada. ¿Cómo se consigue?
No liándome con ningún actor (ríe). Teniendo cuidado, siendo discreta. Igual también soy muy tímida. Mi trabajo me gusta por lo que hago, no por lo que conlleva, así que no llevo bien que se metan en mi vida.