Madrid tiene un problema más grave que no se soluciona confinando a la población
El encierro servirá de poco si no se refuerzan los servicios de Atención Primaria y Salud Pública. No vale con construir hospitales.
El espectáculo vivido esta semana por los madrileños es inenarrable. Con 695 casos de coronavirus por 100.000 habitantes, con más de 3.600 pacientes ingresados por Covid y con más del 40% de las camas de UCI ocupadas por personas con el virus, la Comunidad de Madrid se ha negado hasta ahora a tomar medidas más allá de confinamientos por barrios.
Tras un acuerdo fallido con el Gobierno central, que lleva más de una semana pidiendo más contundencia principalmente en la capital, el Ministerio de Sanidad recurrió este jueves a una orden “de obligado cumplimiento” por la que se establecen restricciones de movilidad en todos los municipios que superen varios umbrales epidemiológicos y asistenciales.
Por medio de esa orden publicada en el Boletín Oficial de Estado, Madrid y otros nueve municipios de la comunidad se someten desde este viernes a un confinamiento perimetral, entre otras restricciones. Para el Gobierno de la Comunidad de Madrid, esto es “el caos”. Para los epidemiólogos, las medidas son mínimas, llegan tarde —con más de un mes de retraso— y posiblemente sean insuficientes.
Lo más grave, sin embargo, no es que haya o no confinamiento —que es donde está poniendo el foco el Gobierno regional—; lo grave es que más allá de eso no se tomen las medidas que realmente evitarán un nuevo repunte epidémico. Si en torno al coronavirus quedan todavía incógnitas, lo que sí se sabe es que para frenar la epidemia se necesita un sistema sanitario que responda, y este concepto no es abstracto: son los médicos de atención primaria y técnicos de Salud Pública que, de momento, la Comunidad de Madrid no está contratando.
Los epidemiólogos consultados por El HuffPost lamentan que el foco no se esté poniendo ahí y advierten del peligro de ello.
“No vale sólo con confinar ahora; el problema viene de atrás”
“El marco del asunto está algo desenfocado; no se trata de que haya 500 o 1.000 casos por 100.000 habitantes; el problema viene de atrás, y se llega tarde. Es cierto que ahora se tienen que tomar unas medidas para reducir la interacción social y disminuir la transmisión, pero además de eso se tiene que volver atrás y reforzar el sistema sanitario”, afirma con rotundidad Ildefonso Hernández, catedrático de Salud Pública y portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS).
“Madrid tiene que reforzar mucho, mucho la vigilancia epidemiológica, que por todos los indicadores muestra que tiene dificultades, y tiene que reforzar mucho la capacidad de identificación rápida de casos y de sus contactos, y aislarlos”, abunda.
“Para proteger la salud de la población, no vale sólo con confinar ahora; hay que lidiar con esta pandemia más a largo plazo. No está de más recordar que se va a volver a estar así si no se mejoran los pilares del sistema”, zanja el epidemiólogo.
El BOE también habla de reforzar el rastreo y la atención primaria
Pedro Gullón, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología, recuerda que “aunque esté pasando un poco desapercibido, en Madrid sigue sin haber un sistema de rastreo efectivo”. “En el BOE se menciona que las ciudades también están obligadas a reforzar los sistemas de rastreo. Pero, de momento, no parece que la Comunidad de Madrid vaya a contratar al personal necesario para seguir las cadenas de transmisión”, lamenta. “Parece que ya ha tirado la toalla al dejar de hacer pruebas a los contactos de positivos”, señala, después de que la Comunidad haya anunciado esta semana que no hará PCR a contactos estrechos de personas contagiadas a menos que tengan síntomas.
El punto número nueve de la orden ministerial publicada este jueves dice así: “Las comunidades autónomas con municipios en los que concurran las circunstancias enumeradas en el apartado 1.1 [tasa de incidencia superior a 500 casos por 100.000, tasa de positividad por encima del 10% y ocupación de camas UCI por encima del 35% con pacientes Covid] reforzarán sus capacidades para la detección precoz y el control de la enfermedad, así como en el ámbito de la atención sanitaria, de acuerdo a lo establecido en el Plan de respuesta temprana en un escenario de control de la pandemia por COVID-19”. El Plan de respuesta temprana, por cierto, fue acordado en julio, y ya entonces se pedía el refuerzo del sistema de Salud Pública.
Para Daniel López Acuña, ex director de la Acción Sanitaria en Crisis de la OMS y profesor asociado de la Escuela Andaluza de Salud Pública, las medidas que se aplican desde este viernes en 10 municipios de Madrid son suficientes en cuanto a restricciones de movilidad, “pero no es lo único que se debe hacer”, advierte. “Lo demás es reforzar la atención primaria, reforzar los rastreadores, reforzar la capacidad para hacer PCR, y mantener en alto la guardia. Para esto hay que tener un verdadero plan de choque, no estar en esa parálisis escudándose en que ‘no hay tanta presión en los hospitales’”, dice. “Me gustaría ver si la Comunidad de Madrid actúa en esa dirección, porque este es un acuerdo de mínimos”, señala.
El “error de fondo” y la distorsión de los datos
Esta semana, la Comunidad de Madrid ha argumentado que la situación comienza a estar controlada basándose en que las hospitalizaciones crecen a una velocidad menor que hasta ahora (aunque siguen creciendo).
Para López Acuña, no sólo “hay una gran distorsión y manipulación en el manejo de estas cifras”, sino que “además hay un error de fondo”. “Una pandemia no se controla atendiendo sólo a los indicadores asistenciales; eso es tener un enfoque hospitalocéntrico ante un problema que es comunitario, de salud pública, de transmisión, al que hay que atender con la atención primaria y la salud pública”, recalca.
“Por supuesto que hay que vigilar la presión asistencial y tener capacidad hospitalaria, pero no se debería utilizar el argumento de que ‘no hay problema porque los hospitales están manejando la situación’. El hospital es el punto extremo al que se llega cuando la pandemia está descontrolada o hay casos muy severos. Lo que tenemos que hacer es interrumpir la transmisión, evitar el contagio y, por supuesto, en último término, evitar las hospitalizaciones y las muertes”, sentencia el epidemiólogo.
Ildefonso Hernández coincide totalmente con su colega en que hay “un error de base”. “Da la impresión de que hay una equivocación de concepto. Se está invirtiendo en un hospital asumiendo que se va a fracasar, cuando el punto de partida tendría que ser no permitir que la incidencia llegue a niveles preocupantes que saturen los hospitales y causen tanto daño, no sólo por la Covid sino por los efectos indirectos en otras patologías”, apunta.
“La cosa no va a ir bien”
“Si no se pone el foco en reforzar el pilar sanitario y el social, lo demás no va a ir bien. Si controlamos poco a poco la curva pero se sigue sin detectar bien los casos, sigue habiendo centros de salud cerrados y sigue sin haber capacidad de control en atención primaria y Salud Pública, las cosas volverán a ir mal”, advierte Hernández.
El portavoz de SESPAS no comparte la estrategia que está llevando a cabo la Comunidad de Madrid en la gestión de esta pandemia. “Me parece especialmente rara. Da la impresión de que lo que se quiere es reforzar los servicios de atención hospitalaria privados, o públicos, no sé. Pero esta estrategia no busca la prevención. Decir que la situación está controlada, con las cifras que hay, es peculiar, por utilizar un eufemismo”, critica.
Hernández tampoco comparte, por ejemplo, que se hagan “cribados masivos” en los barrios con más incidencia: “No sirve de nada si no van acompañadas de más personal sanitario”, avisa. “Una estrategia de diagnóstico no puede funcionar si con la información que se obtiene no se adoptan las medidas necesarias, y para eso se requiere personal”, afirma Hernández. “Cuando la realidad te está demostrando que el personal actualmente es insuficiente, hay que empezar a pensar en reforzarlo”, insiste.
Al epidemiólogo le cuesta entender que una comunidad autónoma no vea “sensato” este refuerzo. “El marco de discusión es ridículo”, exclama el epidemiólogo. “Es absurdo discutir si es necesario el refuerzo cuando vemos que hay transmisión comunitaria sostenida que no se ha podido contener, cuando vemos que no se detectan prácticamente ninguno de los brotes ni se pueden trazar los contactos. Si uno no deduce de ahí que tiene que mejorar el sistema…”, reflexiona. “Me pregunto qué piensan los técnicos de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, porque realmente para el resto no hay dudas al respecto”.