Madrid merece un análisis
Los socialistas tenemos que cambiar para adaptarnos a la realidad de la sociedad madrileña.
¿Quién no ha escuchado alguna vez “hay que hacer una reflexión” o ha leído en algún artículo “tenemos que hacer autocrítica”? Frases redundantes en el lenguaje político que se instalaron hace mucho tiempo tras una contundente derrota electoral.
Declaraciones que se hacen, pero que quedan sepultadas a los días. Se acaba siempre recurriendo al cambio de nombres para superar los efectos de la pérdida electoral. Todo se resuelve con dimisiones y pasar a la competición entre quienes quieren ser los sustitutos o las sustitutas y, al final, casi nunca se reflexiona, ni se hace autocrítica. Todo pasa por cambiar nombres dejando atrás la redefinición de los proyectos e ideas.
Hace 26 años que la derecha gana en la Comunidad de Madrid, en ese tiempo llevamos 5 candidatos y 8 elecciones autonómicas donde no hemos conseguimos gobernar. Los y las socialistas de Madrid tenemos que hacer, por fin, un análisis muy pormenorizado de las causas y las razones por las cuales no nos votan.
La sociedad madrileña ha cambiado mucho en los últimos años, ha variado sus intereses y ha considerado prioritarias otras necesidades. Sus aspiraciones individuales y conjuntas ya no son las mismas. Madrid ya no es aquel de Tierno Galván que nunca viví, y como yo millones de madrileños y madrileñas.
Y de verdad, hay que hacerlo con mucha valentía individual y colectiva, no caer en el error de reducir el debate tan solo a cuestiones internas. Dentro de todos los problemas del PSOE de Madrid, el menos importante, es cómo se organiza de puertas hacia dentro. Lo fundamental es evaluar el proyecto que ofrecemos, puesto que hay propuestas que sistemáticamente no cuentan con el aval mayoritario de la población. También el lenguaje y la forma en que lo trasladamos, y muy especialmente, a quién nos queremos dirigir para crecer e implicar en nuestro proyecto político. En definitiva, cambiar para adaptarnos a la realidad de la sociedad madrileña, debemos empezar el camino que nos permita recibir su confianza.
Honestamente, centrarlo exclusivamente en nombres tan solo nos llevaría a seguir cayendo en los motivos por los cuales hemos ido perdiendo apoyo de los madrileños hasta llegar a ser la tercera fuerza política y no liderar la oposición. Los ciudadanos, mayoritariamente, votan proyectos e ideas de un partido junto a un candidato o una candidata con quien se sienten identificados, les genera confianza e incluso, les emociona. Ambas cosas deben ir de la mano. Por separado, no ha funcionado.
El ultraliberalismo que ha traído el PP durante 26 años ha calado en la ciudadanía de Madrid. La constante lluvia fina del individualismo económico y social se ha transformado en un modo de vivir para una parte mayoritaria de la ciudadanía. Han arrasado en las urnas con un mensaje efectivo desde el populismo de derechas que nace de las consecuencias de la pandemia y que entronca perfectamente con su ideario político.
Las derrotas más duras tienen muchas causas que no son excluyentes entre ellas. De las elecciones del 2019 a las del 2021 han pasado muchas cosas, todos y todas lo percibíamos en mayor o menor medida. La sinceridad del presente es el principio de escribir un futuro mejor.
A todos y todas las militantes nos toca hacer el análisis que merecemos para no caer en más errores, y en este se necesita una participación amplia, donde definamos conjuntamente al PSOE de Madrid que pueda volver a ser merecedor del voto mayoritario de los madrileños y las madrileñas.