Estas madres celebran su cuerpo posparto con una sesión de fotos sin filtros
"Creo que ya es hora de cambiar las cosas. Es hora de que las mujeres reivindiquen el posparto”.
Una nueva serie fotográfica producida para anewmum, una empresa emergente irlandesa de apoyo en el posparto, está poniendo el foco en los cambios y las dificultades emocionales y físicas que afrontan las madres tras dar a luz.
“Es una lucha universal para las mujeres”, señala la fotógrafa Neely Ker-Fox, especializada en fotos familiares y de partos, que fue la encargada de llevar a cabo la sesión para la campaña. “Mujeres de todo el mundo se plantan frente a un espejo, contemplan su nuevo cuerpo y se esfuerzan por ser amables consigo mismas”.
Ker-Fox cuenta que las siete madres que participaron en la campaña querían mostrar al mundo la fortaleza y la belleza de los cuerpos después del parto y reivindicar así un mayor apoyo a las mujeres durante ese periodo tan vulnerable.
“Por algún motivo, el cuidado, el apoyo y la amabilidad que se les brinda a las mujeres tras dar a luz decae significativamente. Los comentarios que recibe empiezan a ser más del tipo: ‘¿Cuándo vas a volver al trabajo? ¿Has adelgazado ya los kilos del embarazo?’. Todo se centra en que vuelvas a ser tu antigua versión lo antes posible. Anewmum, las mujeres que participaron y yo misma queremos que esos comentarios y esas expectativas cambien”, sostiene la fotógrafa.
A Ali O’Leary, de 32 años, la fotografiaron en su casa en Dublín con sus trillizos. O’Leary, que ya tenía una hija mayor, había dado a luz hacía 9 semanas. Sus hijos, Lenny, Ted y Bruce, estaban ya en casa pese a haber nacido en la semana 31.
Al principio, O’Leary estaba decepcionada con su nuevo cuerpo, como si hubiera sido culpa suya no haber alargado el embarazo hasta los 9 meses.
“Me hicieron una cesárea de urgencia y mis trillizos se tuvieron que quedar en la UCIN (unidad de cuidados intensivos neonatales). Tratar de recuperarme mientras debía ir y volver del hospital, sacarme leche y cuidar de mi hija mayor resultó terrible y mi cuerpo se llevó la peor parte”, explica O’Leary.
“Emocionalmente, estoy segura de que sigo sufriendo las consecuencias por lo duro que fue”, añade.
No obstante, poco a poco, O’Leary empezó a apreciar su cuerpo por todo lo que había hecho por ella y por sus hijos.
“Ahora me encanta mi cuerpo por haber traído a estos bebés sanos y salvos. Volvería a pasar por ello mañana mismo por cualquiera de los cuatro”, declara.
Tras dar a luz a la mayor, de 4 años y medio, O’Leary sintió que perdía el control de su cuerpo. Siempre había sido una persona atlética y activa y, durante el embarazo, cosas que antes le resultaban sencillas, de repente eran muy complicadas de hacer.
“Además, cuando te quedas embarazada, la gente tiende a pensar que tu tripa y tu cuerpo son propiedad pública. Muchas personas hacían comentarios sobre mi cuerpo, sobre lo grande o pequeño que era, lo que tenía y lo que no tenía que hacer o lo que podía o no podía comer, y todo eso me parecía muy intrusivo. Por eso a veces sentía que había perdido el control físico y mental”.
Más adelante, O’Leary siguió sintiendo que su cuerpo ya no era suyo, algo que achaca en parte al hecho de que a las mujeres no se les da el tiempo y espacio que necesitan para recuperarse del parto.
“Casi sentía que mi cuerpo pertenecía a otra persona. No me pertenecía a mí, sino a esa nueva ‘mamidentidad’ que era una persona que yo aún no conocía”, recuerda.
“Pienso que las mujeres necesitan más ayuda, tanto física como mental, en esas semanas iniciales”, asevera O’Leary.
“A todas nos han dicho que hay miles de madres que pasan por ello todos los días y por eso se espera de nosotras que lo aceptemos y sigamos adelante como si nada. Lo que deberíamos esperar es un apoyo absoluto e incondicional de las personas que nos rodean para ayudarnos a recuperarnos y a convertirnos en las madres increíbles que vamos a ser”, comenta.
¿Qué ha aprendido después de tener cuatro bebés? “No esperes que salga todo a la primera. A veces lleva su tiempo”.
Rachel Byrne, de 26 años, es una estadounidense que vive en Irlanda con una familia mixta numerosa de cinco hijos. Byrne y su marido ya habían tenido hijos antes de conocerse y luego, otros dos como pareja.
Cuando la fotografiaron para la campaña de anewmum, Byrne había dado a luz hacía 21 semanas a su hija en Dublín. Ha tenido dos hijos en Irlanda y percibe muchas diferencias entre dar a luz ahí y en Estados Unidos, así como entre dar a luz en casa o en un hospital.
Sin embargo, un aspecto en común en todas sus experiencias es la falta de apoyo práctico y emocional para las mujeres que acaban de dar a luz.
“Cada parto es diferente. Cada experiencia posparto es diferente. Sin embargo, hay algo en lo que creo que todas coincidimos, y es que la forma en que nos tratan nada más dar a luz es horrible. Creo que ya es hora de cambiar las cosas. Es hora de que las mujeres reivindiquen el periodo posparto”, defiende.
“La gente se pasa nueve meses cuando estás embarazada preguntándote cómo estás. Luego, tienes el bebé y dejan de preocuparse por ti. Solo importa el bebé”, lamenta.
Aunque sus experiencias se han producido en diferentes condiciones y países, Byrne señala que una constante ha sido el amor por su cuerpo, que ha dado a luz a tres niñas sanas.
“No dejo de maravillarme por lo que es capaz de hacer el cuerpo de una mujer”, confiesa. Al ver las fotos de Ker-Fox, Byrne se sintió como una diosa y poderosa por todo el trabajo que ha hecho criando, alimentando y cuidando de sus hijas.
“Es un honor ser el hogar de mis hijas”, concluye.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.