Los tentáculos de Trump en el Congreso: aliados en papeles clave y órdenes para trolear a Biden
La Cámara Baja de EEUU tiene a un trumpista en la influyente Comisión Fiscal de la Cámara de Representantes, mientras se teme tormenta por el techo de gasto.
Hay quien no se consuela por haber dejado la Casa Blanca y no deja de extender sus tentáculos en la política de Estados Unidos, en busca de una reelección en 2024. Se llama Donald Trump, claro. Esta madrugada se ha sabido que el congresista republicano Jason Smith, considerado aliado político del expresidente, ha sido elegido para presidir la influyente Comisión Fiscal de la Cámara de Representantes, una comisión que tiene influencia además en la política comercial y sanitaria, según fuentes citadas por Bloomberg y la cadena CNN.
Smith defiende que el Partido Republicano debe ser el partido de la clase trabajadora y mantiene un discurso populista y alineado con Trump, por lo que no encaja con la postura oficial del partido en materia económica que defiende formalmente el libre comercio y las posturas más empresariales.
Smith será además clave en la relación entre el nuevo presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, y los congresistas republicanos más alineados con Trump y situados en la extrema derecha del espectro político estadounidense.
La Comisión Fiscal será de vital importancia de cara a forjar el programa económico del Partido Republicano con vistas a las elecciones presidenciales de 2024 y tiene protagonismo en las negociaciones sobre el techo de gasto que suponen ya recurrentemente un punto de fricción entre la Casa Blanca y el Congreso.
Smith ha sido portavoz del Partido Republicano en la Comisión de Presupuestos y ha desempeñado un papel clave para convencer a los republicanos rebeldes para que apoyaran el nombramiento de McCarthy como presidente tras 14 votaciones fallidas.
El candidato trumpista se ha impuesto a su rival, Vern Buchanan, considerado una figura más moderada dentro del Partido Republicano. La elección se decido en una comisión de dirigentes del partido y congresistas que representan a distintas regiones del país.
Buscando el impago
Pero es que además se ha sabido que Trump habría instado a los congresistas republicanos de ambas cámaras a que permitieran al Partido Demócrata aumentar el techo de deuda para presionar a la Administración Biden a llevar a cabo recortes de gastos en el futuro.
Según los planes del exmandatario, un aumento del límite de la deuda a nivel nacional a finales de 2023, avivaría un enfrentamiento del mercado que presionaría a los demócratas en los recortes de gastos, según ha informado igualmente Bloomberg.
En concreto, el peligro de una crisis de deuda que podría llevar a Estados Unidos al borde del impago permitiría a los republicanos utilizar el techo de deuda como moneda de cambio como concesiones sobre gasto público.
Trump ha afirmado en su red social Truth Social que los republicanos podrían revertir “casi todo” lo que los demócratas han llevado a cabo en estos dos últimos años amenazando con un impago de la deuda, ha recogido la citada agencia.
El expresidente firmó tres aumentos o suspensiones del límite de deuda durante su mandato, lo que permitió que los números rojos de Estados Unidos se engrosaran en casi 8.000 millones de dólares (7.500 millones de euros).
Una batalla sobre el techo de deuda entre los republicanos de la Cámara de Representantes y la Casa Blanca demócrata en 2011 llevó al país al borde del impago, desencadenando una rebaja de la calificación de la deuda del Tesoro y una caída de las acciones estadounidenses.
Kevin McCarthy, una presidencia debilitada
Por otro lado, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este lunes, por un estrecho margen, las reglas bajo las que operará durante la actual legislatura, que incluyen la posibilidad de que un solo representante ponga en marcha el proceso para retirarle a Kevin McCarthy la presidencia del órgano.
El republicano McCarthy se convirtió en presidente de la Cámara Baja el viernes pasado, después de una semana de votaciones sucesivas en las que un reducido grupo de legisladores de su propio partido bloquearon su victoria.
Para asegurarse los votos de los rebeldes y poner fin al bloqueo, el conservador tuvo que hacer una serie de concesiones a los díscolos, que incluían la citada norma para facilitar el proceso de su propia defenestración.
El paquete incluye también medidas para que a los miembros corrientes de su partido les sea más fácil introducir enmiendas a cualquier legislación que se debata.
También permite introducir enmiendas a la legislación presupuestaria que reduzcan el salario de trabajadores gubernamentales específicos, o de determinados programas, a un solo dólar, lo que equivale a retirarles la financiación.
Esta norma, así como la facilidad para defenestrar al presidente de la Cámara Baja, ya existían antes de que los demócratas, con Nancy Pelosi a la cabeza, se hicieran con el control del órgano en 2019.
La aprobación del paquete, en líneas partidistas, se produjo con el apoyo de 220 republicanos -uno votó en contra y otro no se hallaba presente, y el voto en contra de los 213 demócratas.