Los sindicatos franceses renuevan su pulso en la calle a la reforma de las pensiones de Macron
Las vacaciones y el cansancio de la protesta sostenida reducen el número de manifestantes, pero no ceden: el sábado, nuevas marchas convocadas
Decenas de miles de personas regresaron ayer a las calles de Francia para mostrar su oposición a la reforma de pensiones del Gobierno de Emmanuel Macron, en la cuarta jornada de huelga interprofesional en apenas un mes, con una participación que pareció perder algo de fuelle respecto a anteriores convocatorias.
A la cabeza de la manifestación, profesores y estudiantes, abogados, trabajadores de refinerías y ferroviarios, que unen al enfado la fatiga de una huelga ininterrumpida desde el pasado 5 de diciembre.
Según los datos del Ministerio del Interior, 452.000 personas se manifestaron en todo el país, frente a las 615.000 de la última jornada total de huelga del pasado 17 de diciembre.
La CGT, el principal sindicato convocante, elevó la cifra a 1,7 millones de manifestantes, 100.000 menos que hace algo más de tres semanas.
“El movimiento está fuerte hoy después de 15 días de vacaciones para mucha gente. Está como el primer día. La opinión pública a favor del movimiento no ha bajado. Hay que retirar el proyecto de reforma y tener en cuenta lo que dicen los sindicatos mayoritarios en esta movilización”, dijo en declaraciones a EFE el secretario general de la CGT, Philippe Martinez, a la cabeza del cortejo.
El Gobierno no convence
Las concesiones anunciadas por el Gobierno, como una jubilación más temprana para profesiones peligrosas, una revalorización del salario de profesores o un retraso en la aplicación del plan en el sector ferroviario y para los bailarines de la Ópera de París -que desde el 5 de diciembre ha debido cancelar más de 60 representaciones-, no convencen a los contestatarios.
Sabrina Pascal, profesora de Geografía en un instituto de la región de París, explicó a EFE que en el centro donde trabaja, a las afueras de la capital, muchos de sus compañeros no se han reincorporado después de las vacaciones y “el ambiente empieza a pesar”, pero insistió en que no van a “abandonar” porque lo que pueden perder “es demasiado importante”.
Pascal opina que el Gobierno no ha hecho ninguna concesión pues “después de diez años con el sueldo congelado” la revalorización salarial era una lucha independiente de esta reforma, de la que espera una retirada total.
“El día a día es duro, pero todos los días hacemos acciones para movilizar a la gente, para sensibilizarlos sobre esta reforma que para nosotros y un gran número de ciudadanos merece que la tiren a la basura”, dijo a Efe en la manifestación de París Adlen Mesfar, trabajador de la compañía estatal ferroviaria (SNCF).
En el aire
Pese al rechazo de varios sindicatos al conjunto de la reforma, la central mayoritaria en el país, la reformista Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), se muestra más abierta a encontrar un acuerdo y concentra sus demandas en que no se retrase la edad de jubilación que el Gobierno pretende fijar en 64 años.
El líder de la CFDT, Laurent Berger, aseguró este jueves que mantendrán el rechazo a la reforma si el Ejecutivo no da marcha atrás al menos en esa medida.
El Gobierno por ahora no descarta negociar la edad de jubilación, aunque sigue pensando que se trata de una medida “justa y efectiva”, en palabras del ministro de Hacienda, Gérald Darmanin, al diario Le Figaro.
La cuestión deberá de ser abordada en una conferencia para la financiación del sistema de pensiones, propuesta por la CFDT, sobre la que tratarán este viernes en una reunión el primer ministro, Édouard Philippe, con los agentes sociales.
Aunque el acuerdo sigue pareciendo lejano, el Gobierno tiene la intención de aprobar el proyecto en Consejo de Ministros el próximo 24 de enero, para luego presentarlo en la Cámara Baja el 17 de febrero.
Transporte y educación, los más afectados
La protesta tuvo un seguimiento más bajo que en diciembre con entre un 16% y 19% de huelguistas en la educación nacional, según el Ministerio de Educación.
En el sector ferroviario, circularon 4 de cada 10 cercanías y 3 de cada 5 en la alta velocidad. Las conexiones con España, Italia y Alemania se vieron también muy afectadas.
En la capital, tan solo funcionaron la mitad de los metros aunque únicamente en las horas de mayor afluencia. Una situación que ha mejorado ligeramente desde el inicio de las protestas.
La manifestación que recorrió el centro de París terminó, como ha sucedido en casi todas estas marchas, con altercados esporádicos entre la policía y manifestantes al caer la noche.
En total, según los datos policiales, 24 personas habían sido detenidas a las 17.00 horas GMT (la misma hora en la España peninsular) en la capital.
Los sindicatos han hecho un llamamiento a la participación en nuevas manifestaciones de este sábado 11 de enero.