Los protagonistas del futuro
Cerca de 25 millones de niños y niñas en Europa se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social.
Hace unos días celebramos el trigésimo aniversario de un evento que cambió la historia de Europa y del mundo, la caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989. El mundo observaba esperanzado las imágenes de los ciudadanos de la RDA que cruzaban la frontera a Alemania Occidental y un mundo mejor, sin guerras y conflictos, parecía posible. Unos días después, el 20 de noviembre de 1989, otro evento reforzó este sueño: la Asamblea de las Naciones Unidas aprobó unánimemente la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), uno de los tratados internacionales de derechos humanos más ratificados de la historia.
En estos 30 años, se han logrado importantes avances, tal y como señala UNICEF: la tasa de mortalidad infantil en menores de 5 años ha disminuido aproximadamente un 60%, la proporción de niños y niñas en edad escolar primaria que no asiste a la escuela disminuyó del 18% al 8%, y los principios rectores de la CDN (la no discriminación, el interés superior de los niños, el derecho a la vida y el desarrollo así como el derecho a la protección) han sido recogidos en numerosas constituciones y políticas en todo el mundo.
Pero, desafortunadamente, este progreso no ha sido uniforme y han surgido nuevas amenazas. Más de 420 millones de niños y niñas viven en zonas de guerra y 142 millones lo hacen en “zonas de guerra de alta intensidad” (aquellas con más de mil muertes al año), lo que ha provocado que casi 50 millones hayan huido de sus hogares por los conflictos y la violencia. Y solo la mitad de los niños de las familias más pobres están vacunados contra el sarampión en África subsahariana, en comparación con el 85% de los niños de las familias más ricas.
En Europa, donde viven más de 100 millones de niños y niñas, la protección de sus derechos es un objetivo específico de las políticas de la UE, consagrado en la Carta de los Derechos Fundamentales. Sin embargo, todavía hay demasiados menores en nuestro continente que sufren violencia y abuso y cuyos derechos fundamentales no están siendo respetados. Cerca de 25 millones se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social y una de cada cuatro víctimas de trata de seres humanos registrada en la Unión es menor. En particular, las niñas son las principales víctimas de trata para fines de explotación sexual.
El pasado 20 de noviembre, con motivo de la celebración del Día Universal del Niño y del trigésimo aniversario de la aprobación de la CDN, el Parlamento Europeo celebró una conferencia de alto nivel, que contó con la participación de adolescentes, para evaluar el progreso llevado a cabo en las últimas tres décadas y reflexionar sobre los nuevos desafíos.
En el marco de estas conmemoraciones, hemos aprobado en el Parlamento Europeo, por una amplísima mayoría y pese al rechazo vergonzoso de los diputados de Vox, una resolución que pide a las instituciones europeas y a los Estados miembros medidas concretas para garantizar el respeto de los derechos de todos los niños y niñas en todo el mundo, especialmente los de los más vulnerables.
En primer lugar, mediante el establecimiento de una “Garantía Infantil”, una propuesta socialista que reclama medios financieros para luchar contra la pobreza infantil y garantizar el acceso a servicios básicos. En segundo lugar, con el nombramiento de un Representante de la Unión para los derechos de los niños y las niñas y la creación de un Centro Europeo que dé una respuesta coordinada a los abusos sexuales y a todas las formas de violencia contra los menores. En tercer lugar, mediante la adopción de leyes que protejan los derechos de maternidad y paternidad y fomenten la conciliación de la vida familiar y la vida profesional. Por último, con el compromiso de incluir el interés superior de los niños como consideración primordial en todas las decisiones relativas a menores y migración en la UE y, en particular, en la repatriación de los menores europeos hijos de combatientes extranjeros retenidos en el noreste de Siria y en las negociaciones del paquete del Sistema Europeo Común de Asilo, a fin de mejorar las condiciones de acogida para todos los menores que llegan a Europa y en particular los no acompañados.
Como decía Antoine de Saint-Exupéry en su dedicatoria en El Principito: “Todas las personas mayores han sido niños. (Pero pocas de ellas lo recuerdan)”. Actuar con mayor rapidez y de forma más decisiva es la mejor manera de celebrar este aniversario y de cuidar y desarrollar el potencial de los protagonistas del futuro.