Los profesores de Música se movilizan para conseguir más horas de su asignatura
"Si seguimos en esta línea, la materia acabará desapareciendo de las escuelas y quedará como un hobby", avisan.
Cuando hace unos meses el profesor de música Óscar Ávila abrió una petición en Change.org no imaginaba lo que iba a ocurrir. En un principio, su idea pasó desapercibida, pero ahora, meses después, miles de personas han decidido apoyar su causa. Hasta el momento acumula más de 20.000 apoyos, la mayoría conseguidos en las últimas semanas. Todo ello para lograr que la asignatura de Música vuelva a cobrar la importancia que tenía antes de que la Lomce la arrinconara.
Con la aprobación de la reforma educativa, el Gobierno decidió mirar hacia otro lado y no atender los dictámenes del Consejo Escolar del Estado, que recomendó al Ejecutivo que esa materia fuera obligatoria. La Lomce, sin embargo, sólo otorga esa categoría a Ciencias, Lengua, Matemáticas y un idioma extranjero, que deben ocupar al menos el 50% del horario lectivo. La suerte del resto de las asignaturas queda en manos de las Comunidades Autónomas.
En el caso de Música, la Lomce posibilita que un alumno acabe la educación obligatoria sin haber cursado ni una sola hora de esa asignatura. La situación ha sido corregida por los gobiernos autonómicos, ya que todos han introducido de alguna manera la materia en algún momento de la formación. Pero la situación varía enormemente de unas comunidades a otras, de tal forma que Raquel Hernández, presidenta de la Confederación de Asociaciones de Educación Musical de España (COAEM), califica la situación de "precaria" porque la reforma educativa ha dejado a las materias artísticas en una "absoluta indefensión".
REUNIONES "DESILUSIONANTES" CON EL MINISTERIO
Subraya que la Música ha dejado de ser obligatoria en Primaria, una etapa en la que en regiones como Castilla-La Mancha sólo se imparten 45 minutos a la semana. "En Secundaria, en todas las comunidades está presente la música, pero de una forma muy desigual. Y en Bachillerato la situación es rocambolesca. En cuarto de la ESO, un curso de preparación, no hay ni una sola materia troncal que sea artística y en cambio hay un Bachillerato de Artes", denuncia Hernández. En Infantil, critica, la educación musical ni siquiera existe como tal.
Lo curioso es que esta situación no es nueva, ya que se arrastra desde hace meses, pero es ahora cuando los profesores de Música se han movilizado más. Primero con la petición de Change.org y este 27 de abril con un acción llamada musiqueando en la que saldrán a la calle más de 12.000 alumnos de toda España para mostrar su trabajo. ¿Por qué ahora? Según aseguran ellos mismos, porque el gran pacto político y social por la Educación en el que se está trabajando es el momento adecuado para reclamar que la asignatura recobre el peso que tenía.
"Hemos informado de que íbamos a reunirnos con el Ministerio y con grupos políticos y sindicatos y me imagino que habrá alguien que haya impulsado de nuevo esa petición", apunta Hernández, quien sin embargo admite que han salido con "una cierta desilusión" de sus encuentros con el Ministerio de Educación.
LAS BONDADES DE LA MÚSICA
"Nos instaban a que fuéramos a la subcomisión de Educación, cuando ahí sólo puedes ir si te invita algún grupo político. Y al final donde se toman las decisiones es en el Ministerio, digan lo que digan. También nos recordaron que habían estado viendo a profesores de otros ámbitos, de la biología, la geología.... Un poco en ese sentido de que todo el mundo quiere su trozo de pastel y que habrá que ver cómo se organiza todo", asegura Hernández.
Los docentes de Música cogen carrerilla cuando tienen que enumerar las razones por las que creen que su asignatura debe ganar peso. Como muestra, Ricardo Nuño, profesor y director del Departamento de Niños de la Escuela de Música Creativa, que asegura que la materia mejora la concentración, la atención y la memoria, lo que repercute en la mejora en el rendimiento escolar.
Pero hay más, asegura: "Refuerza el lenguaje, ya que la memorización de frases musicales, formas, estructuras de canciones y la entonación se aprovechan en educación de idiomas. Y se ha demostrado que mejoran los cálculos aritméticos debido al carácter matemático de la música". Desde un plano físico, añade, "permite conectar cuerpo y mente, se ha demostrado que refuerza el crecimiento del cuerpo calloso de los dos hemisferios cerebrales, mejora la coordinación psicomotriz, la psicomotricidad fina, la gruesa, y la percepción espacio-temporal la eficiencia de movimientos".
"UN PROBLEMA METODOLÓGICO"
Además, insiste en que es una herramienta formidable para expresar emociones a través de los sonidos y la expresión corporal y permite educar en las emociones. "Y socialmente es una herramienta social inigualable porque se hace en grupo y cada miembro es necesario. Persigue además un fin último, un resultado sonoro y artístico que satisface a la persona que lo realiza y a los demás, en este caso al público", afirma.
La pregunta inmediata es obvia: si tan importante es la Música que tiene que cobrar peso, ¿a qué asignatura se le tienen que quitar esas horas de clase? Óscar Ávila, profesor de música en un instituto de secundaria de Castilla-La Mancha y autor de la petición en Change.org, cree que esa pregunta parte de un error de concepto. No es una cuestión de dar más horas a las diferentes materias, subraya, sino de cambiar la metodología.
"Que una persona empiece a estudiar inglés a los seis años, acabe a los 16 y no lo sepa a un nivel decente, no es problema de que necesite más horas. Porque en Finlandia no las necesitan. Es un problema de concepción de educación y hay un problema metodológico del profesorado, que no está formado", zanja.
LOS DEFECTOS DE LA ENSEÑANZA DE MÚSICA
Cuando Óscar critica la formación del profesorado no sólo se refiere a los docentes de otras asignaturas. También ve la viga en el propio ojo y profundiza en la autocrítica. La Música, admite, no se ha impartido históricamente como se debería. "Uno de los defectos en Secundaria es que muchísimos todavía se centran en la historia de la música. Y la historia de la música no es música, es eso: historia. Lo que hay que hacer es práctica musical: tocar, cantar, bailar. La formación del profesorado tiene que ir hacia la música a nivel práctico", asegura este profesor, que forma parte del colectivo 'Crea banda sonora'.
Raúl Bernal es director en la Escuela de Música Gabba Hey de Granada. Pero también músico profesional que forma parte de la banda de José Ignacio Lapido y de la última formación con la que ha girado Loquillo. Él respalda sin fisuras las afirmaciones de Óscar. "En los colegios y en los institutos no nos han enseñado que la música es una libertad de expresión importantísima", dice. Ese es el motivo que ha provocado, a su juicio, que muchos alumnos vean la materia como algo aburrido.
"Y es totalmente entendible porque quizá los 15 años, si alguien no se ha acercado todavía, no es el momento de explicar quién era Mozart o lo que hizo Bach. Hay que mostrar que la música está viva, por las calles, en el día a día", indica. "Estamos en 2017. Creo que deberíamos explicar quiénes son los Rollings o los Beatles. No Bach y Mozart. Es que la música no es solamente clásica", asegura a la vez que lamenta que muchos alumnos no llegan nunca a ver la música del siglo XX en clase. "Los alumnos no saben lo que es un blues, de dónde sale, ni que se lo llevaron los africanos a Estados Unidos. Y que hasta el reggaeton que escuchan nace del blues. Eso hay que explicarlo", insiste.
Por eso, Ricardo Nuño, de la Escuela de Música Creativa, cree que hay que mejorar la formación del profesorado y cambiar el método de selección de docentes en la escuela pública para hacer más hincapié en las pruebas prácticas. "Las clases deberían ser prácticas, vivenciales para los alumnos, divertidas, motivadoras, y que utilicen el juego cooperativo", asegura. En ese sentido, explica, una clase donde los niños están quietos y sentados no es una buena clase de Música, a diferencia de otra donde se mueven, hay bullicio y no son simplemente receptores.
"LA MÚSICA ES UN ALTAVOZ SUPERPOTENTE"
Pero los docentes subrayan que la situación actual de la música no es sólo culpa suya. "La música es un altavoz superpotente que llega a todas partes y eso es peligroso, porque cuando el altavoz no lo tiene el que manda, sino el que quiere hacer una mini revolución, la cosa se complica. Es un arma muy poderosa y ellos lo saben. Ese es el problema", resume Raúl Bernal, quien denuncia que "se intentan quitar asignaturas que hacen pensar".
En este sentido, destaca la importancia de que la Música vuelva a los colegios e institutos de una forma potente, como cualquier otra asignatura, porque "sería una forma de demostrar que la música es tan importante como el que es arquitecto o es matemático". "Si eso se lo mostramos a los alumnos de una forma que no sea la más cerrada que tiene la música, podemos tener una generación que todavía crea en eso", defiende.
Pero profesores como Óscar Ávila lamentan que muchas veces se ven muy solos en esta lucha. Que se sienten abandonados por el propio sector cultural. "Yo alucino con que el sector cultural no haya venido, salvo casos aislados, a preguntar qué puede hacer para ayudar", se queja. Porque, recuerda, por las aulas pasa el 100% del futuro público. "Hace algunos años, la SGAE hacía reuniones o intentaba mandar gente a las clases para dar charlas a los chavales en contra la piratería. Me río yo", se lamenta. Y termina con un oscuro augurio: "El futuro de la música es muy negro. Si seguimos en esta línea, la música acabará desapareciendo de las escuelas y quedará como un hobby, que es lo que piensan muchos que es".