Los problemas de salud que el confinamiento y la desescalada pueden provocar en tu perro
No son las únicas mascotas que desarrollan patologías por la cuarentena del coronavirus: también los gatos o animales exóticos como los conejos enanos las padecen.
Ya está sucediendo. Los perros salen a la calle y se ladran más que nunca entre ellos. Su agresividad es una consecuencia directa del confinamiento por el coronavirus.
Los animales sólo pueden dar paseos cortos, que no les permiten descargar la energía y tener una conducta normal, y eso les puede generar un comportamiento agresivo. Además, “los dueños también le transmiten la tensión al tirar de ellos para respetar la distancia de seguridad con otras personas y otros perros”, explica Manuel Lázaro, vocal del Colegio de Veterinarios de Madrid. El experto ya ha atendido en este tiempo algunos problemas de agresividad.
“Los animales son el reflejo de sus dueños y todo el mundo está nervioso. Al ladrar un perro suele interactuar con otro, pero en estas circunstancias al frenarles le rompes su dinámica habitual”, confirma Benito Pérez, el también veterinario clínico.
Ladrar no sólo es síntoma de agresividad. Los animales toleran muy mal cualquier modificación en su vida, “no entienden por qué antes se podían acercar y ahora no”, añade Pérez. Es también una llamada de atención, que se traduce en ‘quiero jugar, déjame hacerlo’.
A este panorama se suma otro problema mucho más grave que llega con la desecalada: la ansiedad por separación. Esta patología de la conducta no sólo pueden padecerla los perros, también la sufren gatos y otros animales exóticos como los conejos enanos.
La estrecha convivencia de las familias o los dueños con ellos durante la cuarentena va a condicionar que, cuando tengan que salir a trabajar e incluso a socializar con otros amigos, el animal padezca esta enfermedad. Manuel Lázaro recomienda que para evitarlo, se tomen medidas antes como el perro pase un tiempo aislado y separado de la familia en otra habitación: “Hay que hacerlo en positivo, como si fuese un juego o un premio, para que lo entienda como algo bueno”.
“Cuando vuelvan a la normalidad lo van a acusar sin duda”, cuenta Benito Pérez, porque “los cambios, en general, son estresantes para los animales”. No se asocia a ninguna raza, sino a cómo se sociabiliza con ellos.
Cómo saber si tu perro tiene ansiedad
La ansiedad por la separación va a provocar que cuando el dueño salga de casa el perro llore, ladre, rompa cosas, defeque dentro... Otros perros orinan en lugares importantes, como el sofá o la cama, para marcarlos y decir “aquí estoy yo y tengo un problema”, apunta el vocal del Colegio de Veterinarios.
Estos son, indican los expertos, los signos de la ansiedad que dificultan la convivencia con los animales. Su tratamiento es complejo porque el dueño tiene que aprender a relacionarse de nuevo con sus mascotas.
Lo que hay que hacer es lo mismo que sucede con las personas, tratar de que la mascota no salga nerviosa de casa. Como en los humanos, anticiparse a las situaciones les provoca ansiedad. “Tratar un cuadro de ansiedad en los perros significa tratar esa anticipación e interpretar los signos. Lo importante es entender que va a ser más común a consecuencia del confinamiento”, declara Lázaro.