Los precios: ¿Cuánto baja la luz? ¿Y el té y el café? La inflación producto a producto
El dato de inflación se corrige a la baja y se reduce una décima más de lo esperado, un 0,7%. Bajan la luz, los transportes y la gasolina, la alimentación sigue al alza.
Una luz al final del túnel, y además un 17% más barata. El Instituto Nacional de Estadística ha publicado este viernes el dato definitivo de inflación del mes de septiembre, y hay lugar para el respiro, concretamente un espacio de 0,7 décimas.
La gasolina baja, los transportes combinados de pasajeros bajan sus precios, estos últimos espoleados por los descuentos promovidos por el Gobierno y las comunidades autónomas. Y es una bajada minina, del 38,2% nada menos. La gasolina, por su parte, casi se iguala a los precios de hace un año, baja mensualmente un 5,8% y en el acumulado anual se queda en el 2,1%.
Aunque el dato de la gasolina dé para tocar un poco las castañuelas de la alegría, los transportes en metro y tranvía también bajan un 21,2%, conviene más dejar el coche en casa, hacía tiempo que leer en el metro no era tan barato. Los abonos gratuitos de Renfe, además, se mantendrán bonificados durante 2023. Un alivio duradero.
Este verano el Gobierno anunció una batería de medidas para combatir la inflación. entre ellas, además de la ya mencionada bonificación a los transportes públicos, se incluían también ayudas directas para los estudiantes, con una ayuda extra de 100 euros para los que tuvieran una beca o el ya célebre impuesto a las eléctricas y la banca, que busca gravar sus beneficios extraordinarios.
A esas medidas se sumaron a finales de septiembre un impuesto de “solidaridad” a las grandes fortunas y otras medidas que buscaban paliar las consecuencias de la inflación a las clases medias y más vulnerables. Estaúltima reacción del Ejecutivo se debió a la guerra fiscal iniciada por el PP en Andalucía y que arrastro a otros territorios gobernados por el PSOE como la Comunidad Valenciana.
Los precios ahora bajan, pero prudencia, siempre prudencia. La buena nueva no alcanza a la cesta de la compra, que sigue en cifras de crecimiento positivo, aunque mensualmente modera su escalada. Los huevos suben un 1% mensual y acumula un 23% anual, igual que el aceite de oliva (0,6% y 14,1%), la carne de cerdo (1,3% y 11,2%) o la de ave (0,3% y 18,1%).
La costumbre de comer varias veces al día sale un 14,4% más cara de media con respecto a hace un año, y la variación mensual se sitúa en el 0,5%, impulsadas por los huevos, la carne, la leche y las legumbres y hortalizas.
Aunque otros productos del día a día, muestran tendencias bajistas. Los amantes de la cafeína y la teína están de enhorabuena, el café baja un 0,8% y el té un 1,3%, un ligero alivio para el despertar mañanero que sin embargo sale más de un 10% más caro anualmente.
Las frutas y verduras frescas y refrigeradas se rebelan ante la tendencia general y bajan un 1,3%.
Se deja notar también el fin del verano. Vuelve septiembre, el trabajo, la rutina... No hay más vacaciones, y por lo tanto los paquetes turísticos nacionales bajan un potente 24,1%, al igual que los paquetes internacionales y sus vuelos (-8,9% cada uno) y los vuelos nacionales (-4,7%). Estas bajadas empujan el índice general del ocio y la cultura un 1,4%.
La inflación, espoleada por la guerra de Ucrania a unos ritmos no vistos en décadas desde el inicio de la invasión de Vladimir Putin contra el país vecino, empieza a relajarse, aunque se espera que no alcance cotas de normalidad, en torno al 2%, hasta finales de 2023. Eso si no pasa alguna otra calamidad, véase pandemia, volcán o un holocausto nuclear.