Los peores errores que cometen los conductores con los ciclistas (y viceversa)

Los peores errores que cometen los conductores con los ciclistas (y viceversa)

El número de heridos graves está aumentando claramente y el de leves se está disparando.

Getty Images/iStockphoto

"Muere un ciclista atropellado por un coche". Este tipo de titulares se repiten cada pocos días desde hace meses y esconden verdaderos dramas familiares y personales. La última vez ha sido esta misma semana, cuando un hombre de 45 años falleció al ser arrollado por un conductor de 81 años en una rotonda de la localidad navarra de Estella. ¿Qué está pasando?

Los datos recogidos por la DGT son preocupantes: la mortalidad de los ciclistas en las carreteras españolas está más o menos estabilizada desde hace más de 10 años, pero el número de heridos graves está aumentando claramente y el de leves se está disparando.

Estas tablas elaboradas por la DGT son reveladoras:

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Los expertos advierten de que para frenar esta tendencia es imprescindible que todos los actores implicados pongan de su parte y extremen las precauciones. Y, sobre todo, que eviten algunos errores que ponen en peligro la propia seguridad y la ajena. Estos son algunos de esos fallos fáciles de solucionar y que cometen a diario tanto ciclistas como conductores:

- No conocer las normas. Desde la Fundación Mapfre advierten de que los últimos estudios indican que el conocimiento general de la población es "muy deficiente", lo cual es "preocupante". Expertos como Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados, añade que se debería de hacer una norma de circulación de ciclistas mucho más clara que la actual porque "hay una confusión enorme, tanto de automovilistas, como de ciclistas y de peatones", advierte. Por eso, propone cambiar el reglamento y explicarlo con campañas de formación y educación.

- La falta de sensatez y de sentido común.Jesús Monclús, director de área de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, subraya que no se puede achacar todo al poco conocimiento de las normas porque, insiste, "si todos fuéramos más precavidos no necesitaríamos tantas normas". "No creo que estemos hablando únicamente de conocimientos, sino de factores más profundos relacionados directamente con las más básicas normas de prevención y sensatez", apunta.

De hecho, asegura, las reglas más importantes son tan básicas que apelan al sentido común: hay que ir atento, separarse cuando se adelanta a un ciclista, frenar si viene un coche de frente... y, evidentemente, no conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas. Y los datos demuestran que no todos los conductores, ni mucho menos, cumplen con esas leyes básicas del sentido común. "Tenemos alrededor de un 3% de conductores que circulan bajo los efectos del alcohol y cerca de un 7% que lo hacen bajo los efectos de la cocaína o de cannabis y otras drogas ilegales", denuncia Monclús.

- No darse cuenta de lo frágil que es un ciclista. Monclús advierte de que muchos conductores, desde el asiento de su coche, no se dan cuenta de que alguien subido a una bicicleta es muy vulnerable. Por eso, dice, él obligaría a que todos los conductores tuvieran que circular como ciclistas como clase práctica para comprobar cómo se sienten, lo difícil que es circular entre vehículos o ver las situaciones de conflicto que se producen.

"Si pasamos a su lado a 90 km/h, por ejemplo, incluso podemos tirarlo al suelo por el empuje del aire que desplaza lateralmente nuestro vehículo. Pero es que una diferencia de velocidad entre la bicicleta y el vehículo de sólo 20 ó 30 km/h ya puede ser suficiente para producir importantes lesiones (una diferencia que se produciría, por ejemplo cuando una bicicleta circulara a 30 km/h y nuestro coche lo hiciera a sólo 60 km/h)", avisa.

- Ver al ciclista como un estorbo. Los expertos lamentan que en España hay una diferencia fundamental con otros países europeos: los conductores todavía ven a las bicicletas como un estorbo, en lugar de contemplarlas como un elemento básico de la circulación.

- No guardar la distancia de seguridad. Puede que este sea el error más grave que cometen los conductores con los ciclistas, ya que es la forma más común de crear una situación de peligro.

"Deberíamos circular junto a ciclistas con la suficiente distancia de seguridad y con una diferencia de velocidad muy reducida. Lo opuesto sería adelantarles dejando menos del prescriptivo metro y medio de separación lateral mientras circulamos a 100 km/h, por ejemplo", explica Jesús Monclús.

- Plantear un debate de confrontación. Mario Arnaldo constata que, en muchas ocasiones, tanto conductores como ciclistas hacen un planteamiento de unos contra otros, de culpar al otro de los accidentes. Y así, subraya, no se va a conseguir nunca mejorar la seguridad. "Yo soy automovilista, pero antes soy peatón y también soy ciclista. ¿Cómo no voy a querer estar protegido yo también?", se pregunta.

- No conocer las normas. Al igual que los conductores, los expertos creen que los ciclistas pecan de desconocer las reglas básicas de circulación. "Por ejemplo, es que no pueden hablar por teléfono ni hablar con el de al lado. Hay que prestar atención", subraya Mario Arnaldo.

- Circular por tramos inseguros. Jesús Monclús advierte de la importancia de que los ciclistas "repiensen" cómo se pueden proteger más. Y llama a que circulen por las rutas que realmente sean más seguras para ellos. "Hay muchas carreteras que tienen la vía alternativa: la carretera antigua, o que tienen caminos de tierra paralelos. Están muchos más seguros ahí que sobre el asfalto en una bicicleta de carretera", explica.

En este sentido, el experto apoya la medida anunciada por la DGT: identificar dos o tres recorridos prioritarios por cada provincia y reforzar en ellos la seguridad de los ciclistas. "Es una manera de hacer que haya más bicicletas en unas determinadas zonas, con lo cual son más visibles, los conductores se anticipan y tienen más cuidado", explica.

- Violar las normas de convivencia. Monclús admite que, a medida que aumenta el número de ciclistas, es necesario reforzar las normas de convivencia en todos los sentidos. "Estamos viendo cada vez más bicis en las aceras, junto a invidentes o peatones de 90 años, o ciclistas que no respetan muchas normas básicas de seguridad", lamenta mientras subraya que para ser respetado es fundamental respetar.

- Despreciar las posibilidades del casco. El experto de la Fundación Mapfre recuerda que ellos recomiendan el uso del casco también en ciudad y para mayores de 16 años, una medida que de momento no es obligatoria y que siempre genera un encendido debate.

"Muchos ciclistas sufren lesiones en la cabeza, incluso en caídas sin participación de ningún otro vehículo. Y las lesiones en la cabeza producen más secuelas, más riesgo de muerte, hospitalizaciones más largas... Creo que también los sistemas públicos de alquiler de bicis deberían ser activos en promocionar el uso del casco entre sus usuarios, como sucede por ejemplo en Buenos Aires", asegura Monclús.

- Plantear un debate de confrontación. Como en el caso de los conductores, Mario Arnaldo cree que los ciclistas que buscan culpables en vez de soluciones se equivocan. "Cuando alguien hace un planteamiento de unos contra otros, se están equivocando y no vamos a conseguir mejorar la seguridad", advierte.

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Rodrigo Carretero es Traffic Editor Manager en 'El HuffPost' y trabaja desde Madrid. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Valladolid y Máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid, ha trabajado en 'El Día de Valladolid', en 'El País' y en las radios musicales del grupo Prisa. Puedes contactar con él en rodrigo.carretero@elhuffpost.es