Los misteriosos 'ataques' a diplomáticos en Cuba alcanzan a la embajada de Canadá
Ottawa obliga a dejar el país caribeño a los familiares del personal de su embajada.
Canadá ha anunciado que retirará a todos los familiares de los diplomáticos canadienses destinados en Cuba a consecuencia de las misteriosas lesiones que han sufrido al menos diez canadienses que residían en La Habana.
Dada la "incertidumbre" sobre el origen de las lesiones, "Canadá ha decidido cambiar la designación de la embajada de Canadá en Cuba a 'puesto no acompañado", lo que significa que las familias no podrán estar con los diplomáticos.
Canadá ha señalado que no ha habido nuevos incidentes desde principios de otoño de 2017, pero que los familiares de los diplomáticos que regresaron a Canadá "han seguido experimentando síntomas".
Las misteriosas lesiones primero fueron descubiertas en 24 diplomáticos estadounidenses y sus familiares a principios de 2017. Fueron afectados por lo que en un principio fue calificado como un "ataque sónico".
"Un nuevo tipo de lesión cerebral" de causas desconocidas
Según las investigaciones realizadas por especialistas médicos canadienses y estadounidenses, las personas afectadas tendrían "un nuevo tipo de una posible lesión cerebral adquirida".
"La causa sigue siendo desconocida pero podría ser de origen humano", han añadido los portavoces canadienses. Los afectados presentan, entre otros, síntomas como mareos, dolores de cabeza y falta de capacidad de concentración.
Lo que la investigación ha descartado, tras analizar el aire y el agua en las residencias diplomáticas en La Habana, es una causa "medio ambiental".
Canadá añadió que las autoridades cubanas han cooperado de forma estrecha en todo momento con Canadá y que la relación entre los dos países ha sido "positiva y constructiva". "No hay pruebas que sugieran que los canadienses en Cuba estén en riesgo", han asegurado.
A diferencia de Canadá, que ha mantenido los mismos niveles de personal diplomático en Cuba antes y después de la aparición de los síntomas, Washington ha reducido el personal de su embajada en La Habana a consecuencia de los incidentes.